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España

Los empleados de Correos, "abrumados" por la cantidad de amenazas: "No es lo habitual"

Interior niega que haya un "efecto contagio", pero los trabajadores de la empresa de mensajería admiten su extrañeza por la cadencia con la que están detectando los envíos

Correos oficina
El interior de una oficina de Correos. Europa Press

Una carta a la directora de la Guardia Civil. Otra a Isabel Díaz Ayuso. También a Pablo Iglesias y a los ministros Fernando Grande-Marlaska y Reyes Maroto. Balas, navajas, manuscritos con amenazas. La campaña electoral del 4-M irrumpe por caminos insospechados y en el centro de los focos se ubica la gestión de Correos ante la avalancha de misivas con objetos 'prohibidos'. Los trabajadores de la empresa de mensajería admiten que esta cadencia no es habitual, lo que coincide con la hipótesis que arrojan desde esferas policiales: una "excesiva publicidad" de las amenazas provoca a un "efecto llamada". Un extremo que Interior desmiente.

No en vano, empleados de la compañía de mensajería reconocen que casos como este se han podido dar en otros momentos "de forma puntual", pero no recuerdan que, de forma reciente, haya existido un alud de amenazas como el de estos días, y menos que haya trascendido.

En este sentido, trabajadores consultados están sorprendidos y "abrumados" por la cantidad de cartas recibidas estos últimos días que, según la información hecha pública, no fueron interceptadas a tiempo en ninguno de los primeros casos; las de Marlaska, Iglesias y Gámez, por despiste del empleado; la de Maroto, por estar supuestamente escondida la navaja tras un DVD. Sí se han detectado en los controles de Correos antes de llegar a su destino las enviadas a Díaz Ayuso o a Rodríguez Zapatero, por ejemplo.

"Excesiva publicidad"

Como contó Vozpópuli, desde esferas policiales se critica la “excesiva publicidad” de las amenazas dirigidas a figuras públicas. Por un lado, consideran que puede provocar un “efecto llamada”: la aparición de imitadores que, inspirados en los casos ya conocidos, lleven a cabo acciones similares. Y, por otro, por la posibilidad de entorpecer las investigaciones al alertar al autor de las cartas, empujándole a frenar su actividad y así pasar desapercibido entre los agentes.

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, advirtió este miércoles que las cartas amenazantes son "hechos graves" que deben ser investigados, pero rechazó que haya un "efecto contagio".

El estado de las pesquisas es diferente en cada uno de los casos. Las primeras amenazas conocidas fueron los sobres con balas en su interior dirigidos al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y al candidato de Unidas Podemos a las elecciones madrileñas del 4-M, Pablo Iglesias.

La Policía también investiga el envío de cartas con balas enviadas por Correos
La carta con balas y amenazas dirigida a Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez, enviada por Correos.

El propio Marlaska desveló en una entrevista en La Sexta la “dificultad” de estas investigaciones, donde se están cruzando los trabajos relacionados con el ADN, las huellas y otras informaciones. Por el momento, sin resultados.

Más rápida y sencilla de resolver fue la amenaza a la ministra Reyes Maroto, quien además ocuparía un puesto destacado en un hipotético gobierno regional de Ángel Gabilondo. La navaja “aparentemente ensangrentada” la envió un vecino de El Escorial diagnosticado de esquizofrenia. La Policía lo identificó a las pocas horas: había escrito en el sobre su remite real y su identidad.

Diferente es el caso de las amenazas dirigidas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, intervenida en Sant Cugat (Barcelona). Los Mossos d’Esquadra lo abrieron este miércoles, localizando dos balas en su interior. El calibre era diferente a las balas enviadas a Marlaska, Maroto e Iglesias, y se sospecha que el autor es diferente al de las anteriores amenazas.

Por último, Interior informó este miércoles de que “los sistemas de seguridad de Correos han interceptado y puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado” una carta que tenía como destinatario al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero “y que contendría dos posibles cartuchos de arma de fuego”.

Correos no aporta información

"El problema es que la compañía no quiere explicar nada, el presidente no manda ningún mensaje y nadie explica qué está pasando", insisten los empleados. Por el momento, las comunicaciones de Correos se han limitado a expedientar a la empresa externa encargada de la vigilancia el día que los sobres pasaron por el escáner y a apartar al empleado que ese día estaba en el puesto de control.

Sobre si los envíos de amenazas de este tipo, con balas o navajas, son habituales, Correos evita dar explicaciones y señala directamente al Ministerio del Interior que es quien, dicen, se encarga de la información en estos momentos. La compañía pública insiste una y otra vez en que ellos están en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que los hechos puedan esclarecerse.

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