El amor romántico es uno de los asuntos que más se idealizan. La cultura popular, y en muchas ocasiones la literatura o el cine, nos han enseñado que un amor tiene que ser de color de rosa y que todo es bonito y perfecto en una relación ideal. Lo cierto es que amar es mucho más que sentir atracción o querer estar con otra persona.
Una relación sana se construye desde la confianza, el tiempo compartido y los ideales de una vida en común compartidos. No existen relaciones ‘perfectas’ ni medias naranjas, sino personas que se entienden, se quieren, se respetan y se comunican construyendo poco a poco una relación de pareja feliz y saludable, y no algo tóxico donde no haya ni comunicación, ni libertad ni respeto.
Aunque muchas veces no nos paramos a pensarlo, existen muchos mitos sobre el amor romántico que nos han ido metiendo por los ojos y que seguramente muchos aún siguen pensando. Es hora de derribarlos para mantener relaciones más felices. Entre otras cosas, hablar con sinceridad y expresar tus pensamientos, emociones y necesidades sin temor a ser juzgado es esencial, así como respetar al otro y hacerte respetar a ti mismo. Además, quererse a uno mismo es clave para evitar relaciones tóxicas o de manipulación que te harán muy infeliz con el paso del tiempo.
Mitos sobre el amor romántico
Para construir una relación de pareja feliz y saludable, es importante cuestionar y derribar algunos mitos que nos han inculcado sobre el amor romántico a lo largo de los siglos.
1. "El amor romántico es fundamental para ser feliz". La sociedad (y el cine) nos ha enseñado a valorar el amor romántico por encima de todo, lo que puede llevar a descuidar otros aspectos esenciales de nuestra vida, como la familia, los amigos, la carrera o a nosotros mismos. Poner toda tu felicidad en una relación puede ser una carga insostenible para tu pareja y para ti mismo. Una vida equilibrada incluye múltiples fuentes de realización y bienestar, no solo el amor romántico.
Una relación sana se construye desde el respeto y la comunicación. Foto: Pixabay.
2. "El amor a primera vista es para siempre". La idea de que existe un amor a primera vista que nos asegura una relación de pareja perfecta es uno de los mitos más arraigados en la cultura y sobre todo en las películas románticas. Aunque es posible sentir atracción o conexión inmediata, el amor verdadero no surge de un momento mágico, sino que se construye con el tiempo, con confianza, conocimiento y compartiendo la vida y los mismos valores. Requiere esfuerzo mutuo, comunicación ante todo, respeto, libertad y un compromiso continuo que los dos miembros deben establecer con unos límites válidos para ambos. Creer en esta fantasía puede llevar a desilusión o frustración cuando surgen dificultades o problemas propios o ajenos a la pareja.
3. "El amor todo lo puede". Este mito sugiere que el amor es suficiente para superar cualquier problema, ya sea propio o llegado desde fuera de la relación. Si bien el amor es un pilar fundamental, no es el único ingrediente para una relación sana y feliz. Aspectos como la compatibilidad, los valores compartidos, la comunicación efectiva y la capacidad de resolver conflictos hablando son igual de importantes. En algunos casos, el amor no basta para salvar una relación si hay faltas de respeto, abusos o incluso con metas de vida incompatibles y poco realistas.
4. "Si me ama, sabrá lo que pienso y quiero sin que se lo diga". Gran error. La creencia de que el amor implica leer la mente del otro es peligrosa porque fomenta la falta de comunicación y dar las cosas por hechas o supuestas. Nadie, por mucho que te ame, puede adivinar tus pensamientos, deseos o emociones. Una relación sana se basa en la comunicación abierta y clara. Expresar tus necesidades no significa que el otro te quiera menos, sino que facilita una conexión más genuina y satisfactoria.
El amor romántico dice que el amor puede con todo. Destierra esa idea. Foto: Pixabay.
5. "Si es celoso, te quiere más”. Olvida esto desde ya. Los celos no son una prueba de amor. Muchas personas creen que los celos son una señal de que su pareja los quiere mucho, pero en realidad, los celos suelen ser síntoma de inseguridad o control abusivo. Normalizar los celos puede generar dinámicas tóxicas en las relaciones, como la vigilancia constante o la restricción de la libertad personal. En una relación sana, el amor se basa en la confianza mutua, la libertad y el respeto, no en el control o la posesividad.
6. "Las parejas felices no discuten". Existe la falsa creencia de que una pareja ideal no tiene desacuerdos o conflictos. En realidad, todas las relaciones tienen diferencias y enfrentan desafíos. Lo importante no es evitar las discusiones, sino aprender a manejarlas de manera saludable y desde la confianza y la comunicación. Resolver conflictos de forma respetuosa, sin caer en insultos o descalificaciones, fortalece la relación y fomenta el entendimiento mutuo. Las parejas que saben discutir de manera constructiva suelen ser más felices y duraderas.
7. "Busca a tu media naranja". La idea de que estamos incompletos hasta encontrar una pareja refuerza una dependencia emocional poco saludable. Nadie es responsable de ‘completarte’ ni de llenar todos los vacíos en tu vida. Una relación feliz comienza cuando dos personas completas y seguras de sí mismas deciden compartir su vida, no cuando alguien espera que el otro le dé un propósito o felicidad. Es importante trabajar en tu bienestar personal antes de buscar una pareja. Quiérete tú antes de querer a los demás.
elvagamundodelasestr
27/01/2025 10:56
El amor en una pareja solo puede ser romántico. Lo que transmite en el artículo poco o nada tiene que ver con el romanticismo sino con su deformación. Por otra parte su visión del "amor funcional" parece proceder de esta época de filosofía narcisista y líquida en que todo se basa en el "yo primero" y en el "nada es eterno". El amor ciertamente se construye como todo en la vida con esfuerzo y sacrificio personal, sacrificio del ego por un "querer quererte" porque el amor es principalmente voluntad, voluntad de querer en el tiempo. Sin voluntad y sin compromiso no existe ni la pareja ni la familia, que es lo que ocurre actualmente. Y dónde habría que incidir es en eso, en la capacidad de entrega, esfuerzo y sacrificio que es lo que te enseña tener hijos y un amor eterno.