Los tres decretos que aprobó el último Consejo de Ministros del pasado año aterrizan el próximo miércoles en el Congreso de los Diputados, que reabre las puertas de su Hemiciclo de forma extraordinaria. Sus señorías regresan -por un día- a la actividad parlamentaria para decidir si se aprueban de manera definitiva o, por el contrario, decaen. La votación vuelve a poner al límite la supervivencia del Gobierno, en vilo por el apoyo de sus aliados.
Por lo pronto, Junts, que acaba de suspender todas las negociaciones con el PSOE, se mantiene en el 'no' y, salvo cambio de última hora, rechazará cada uno de los textos. El PNV tampoco dará su visto bueno al que recupera el impuesto extraordinario para las energéticas, que en realidad no tenía ninguna opción de salir adelante, porque el grupo independentista catalán también se opuso desde el inicio.
Ironías de la política, puede ser el PP el que permita que el primer Pleno de este 2025 -en el que, para más inri, se da carpetazo al suplicatorio de José Luis Ábalos para que lo pueda investigar el Tribunal Supremo- no acabe con un pleno de derrotas en el marcador del Ejecutivo. El pasado martes, Alberto Núñez Feijóo confirmó que su partido respaldará la parte final de la reforma de pensiones consensuada con los agentes sociales. Y en su entorno aseguran que a pesar del viraje de Carles Puigdemont, que deja en bandeja un golpe severo a Sánchez en la Cámara Baja si el PP cambia de opinión, no hay marcha atrás posible. "Si el decreto es bueno, nosotros no podemos ser los más gamberros, tenemos que apoyarlo", opina un dirigente popular.
La reforma de pensiones, de la que, por cierto, recelan partidos de la izquierda como Bildu, Podemos y BNG, establece una nueva regulación para compatibilizar el trabajo y el cobro de la prestación social. La finalidad es favorecer la salida gradual y flexible del mercado de trabajo. En definitiva, sienta las bases para prolongar la edad de jubilación. Además, establece un nuevo procedimiento para el reconocimiento de coeficientes reductores de la edad de jubilación en actividad con altos grados de toxicidad, peligrosidad o insalubridad.
El líder popular adelantó el 'sí' del PP a este decreto de la manera más genuina: ante una buena representación sus diputados en un desayuno de prensa en Madrid. "No sé si ha habido reunión del grupo, y que venga yo a decir qué vamos a votar 136 me parece inadecuado. Yo sí sé lo que va a votar el diputado 137, que soy yo, y espero convencer al grupo", comenzó diciendo. "Mire, no estamos de acuerdo en cómo se hizo, pero sí en el contenido. Hay un acuerdo entre patronal y sindicatos, y aunque creemos que esos acuerdos también se tienen que llevar y negociar en la Cámara, entendemos que es un aval suficiente para que el PP se posicione a favor de ese decreto", concluyó.
Lo cierto es que en las filas populares hay quien recela con esta decisión de su presidente. El voto favorable a la reforma de pensiones supone un pequeño balón de oxígeno para el Gobierno, que atraviesa su peor momento, inmerso en un carrusel de escándalos judiciales y con Junts alejándose de forma cada vez más decidida del bloque progresista que permitió a Sánchez seguir en el poder tras perder las elecciones. Pero Feijóo no quiere desdecirse. A pesar de que está en su mano que el Congreso tumbe los tres primeros decretos del Gobierno, lo cual evidenciaría su soledad parlamentaria.
El palacete del PNV
En el aire queda el denominado ónmibus, que recoge "medidas urgentes en materia económica, tributaria, de transporte y de Seguridad Social", además de la prórroga de "determinadas medidas para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social". También regula la subida de las pensiones conforme al IPC, ayudas para los damnificados por la DANA en la Comunidad Valenciana y hasta subvenciones a Ceuta para la gestión de los menores migrantes no acompañados.
A priori, el PP se inclinaba por apoyarlo. No obstante, esta semana el grupo que comanda Miguel Tellado en la Cámara se topó con el gato que encerraba el texto: una disposición adicional primera que regala al PNV ni más ni menos que un palacete valorado en doce millones de euros en plena milla de oro en París. Ahora, los populares dudan qué hacer.
La prebenda del Gobierno a sus socios vascos ha causado honda indignación en el PP, que salió con toda su artillería el pasado jueves para denunciar el "negocio redondo" del PNV. Con este antecedente, distintos dirigentes abogan por votar en contra del decreto. "Imagino que no lo apoyaremos", espera un destacado diputado de la formación. Pero en la cúpula de Génova no quieren despejar la incógnita. "El martes hay comité de dirección", emplazan fuentes próximas a Feijóo. Será entonces cuando se desvele el misterio.
El anticipo, las palabras de Cuca Gamarra este viernes en Badalona. "Sánchez no puede gobernar porque no tiene mayoría parlamentaria, puede sobrevivir en La Moncloa, pero nada más”, subrayó la secretaria general de la formación, que instó al presidente a convocar elecciones. "Su tiempo se ha acabado".
esnalar
19/01/2025 13:37
Si Pedro lo necesitara, regalaría a Begoña. POr muy amadísima que parezca que es en estos momentos de 'interés'.