El PSOE asume que la victoria de Miguel Ángel Gallardo en las primarias extremeñas desestabiliza la candidatura de María Jesús Montero en Andalucía. Algunos dirigentes consultados por este diario ven con cierta inquietud el proceso interno en el PSOE-A. Por mucho que la ministra de Hacienda tenga todas las papeletas para hacerse con las riendas de la federación socialista más importante de España, lo cierto es que en Ferraz se lee la reeleción de Gallardo de la semana pasada -con más apoyo que en marzo de 2024-, como un respaldo de una parte importante de la militancia a la corriente de opinión contraria al cupo catalán.
El político extremeño, que no era la apuesta de la ejecutiva socialista, confrontó abiertamente la propuesta de financiación singular para Cataluña cuando su partido, el verano pasado, la firmó con ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa. Por eso, el rival de Montero, Luis Ángel Hierro, que acepta lo imposible de su victoria, quiere debatir sobre financiación con su compañera, consciente de que es el único aspecto en el que puede hacerle daño e intentar arrastrar a su lado a la militancia andaluza, muy alineada con la extremeña en el rechazo a los privilegios de las comunidades con pulsión independentista. Hierro solo necesita reunir los avales necesarios para poder medirse con ella en unas primarias.
"Las concesiones al separatismo catalán ya le están pasando factura al PSOE de Andalucía. Hemos sido siempre un contrapoder del PSC en esta materia [financiación]. Y, si deja de serlo, los andaluces no lo van a entender. Yo le animaría [a Montero] a que hiciera una encuesta y le pronostico que un 75% o un 80% de los andaluces está en contra de romper el sistema común de financiación. Los andaluces lo consideran un atentado contra sus derechos y su dignidad", dijo Hierro recientemente en una entrevista. Pero Montero lo sabe perfectamente. Y ese es el motivo por el que lleva varios días replicando que su intención es acordar un modelo de financiación singular para Andalucía.
En verdad, la victoria de Gallardo también implica la posibilidad de que nazca un frente de contestación interna al liderazgo de Pedro Sánchez dentro del partido. El dirigente extremeño, imputado en la causa que afecta al hermano del secretario general, puede sumarse al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Esa alianza podría sumar en poco tiempo a la federación aragonesa. Si la ministra Pilar Alegría no es capaz de derrotar al representante del 'lambanismo', Darío Villagrasa, muy crítico también con la política de alianzas de Sánchez en Moncloa. En caso de que eso ocurriera, la dirección federal estaría cercada por un eje Mérida-Toledo-Zaragoza que tendría mucho que decirle al líder socialista.
En cualquier caso, además del revés que implica para los intereses de Ferraz la victoria de Gallardo, cabe reseñar que el desembarco de la vicepresidenta primera y número dos de Ferraz en Andalucía ha sumido a buena parte del partido en el desconcierto, porque el mensaje político que emite Moncloa es contradictorio. Buena parte del PSOE considera que Montero será incapaz de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, por mucho que su entorno asegure que va a por todas. Es más, algunas fuentes señalan que tendrá imposible seguir negociando con los grupos independentistas y seguir cediendo ante ellos para conseguir dar luz verde a unas cuentas, precisamente porque el electorado andaluz es terriblemente sensible al agravio que sienten con cada logro secesionista. El propio Hierro, sin ir más lejos, ha pedido ya a Montero que deje el Gobierno de España para centrarse en Andalucía sí o sí.
En las filas del partido se extiende una bruma que impide ver con claridad el futuro. "No sabemos qué va a pasar con la Legislatura", concede un cargo del partido. "La verdad es que me faltan claves y creo que las cosas no son como parecen. En fin, habrá que estar atentos", cuenta un barón territorial. Algunos socialistas, además, dudan de la viabilidad de la operación orquestada por el presidente del Gobierno de llevar al frente de las principales federaciones socialistas del país a sus primeros espadas en el Consejo de Ministros, porque la ven plagada de riesgos.
Tras el estrepitoso golpe de las elecciones municipales y autonómicas de 2023, Sánchez cortó de raiz cualquier debate interno sobre los motivos de aquella sangría que costó siete ejecutivos autonómicos. El PSOE solo retuvo (y con dificultad) Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra. Pero el adelanto de las elecciones generales del 23 de julio movilizó al partido en torno al líder, que logró resistir mejor de lo previsto gracias a la alerta ultra que lanzó desde el mismo momento en que anunció la llamada a las urnas, tan solo 24 después del golpe de las municipales.
Sánchez ganó así su particular partida de ajedrez contra algunas federaciones socialistas, como la aragonesa, capitaneada aún por Javier Lambán. El líder socialista sabe mejor que nadie que los barones de su partido constituyen un fuerte contrapeso político. Por eso, tras la masacre de mayo de 2023, el secretario general solo ha tenido que esperar para hacer y deshacer a su antojo. Ahora bien, si sus apuestas pierden, Sánchez quedará marcado y se podrá hacer la lectura de un rechazo de los ciudadanos a él y a sus políticas, sobre todo en las comunidades autónomas en las que la agenda nacional tiene más peso, como Madrid, las dos Castillas, Aragón y Extremadura.
¿Qué dirá Andalucía si finalmente hay primarias? Los socilistas andaluces tienen mucho que decir, ya que se posicionarán sobre el liderazgo de su partido que quiere asumir la responsable de de los pactos con el independentismo catalán. En verdad, el enfado de los militantes y cargos intermedios del socialismo andaluz con el pacto con Cataluña y con su exconsejera de Hacienda es monumental. El propio Juan Espadas, obligado a no criticarlo abiertamente, ya fue tibio al conocerse cuando advirtió que los andaluces no deben ser menos. Aunque poco después le dio un voto de confianza a la espera de las explicaciones de la cúpula federal de su partido. Pero estas no llegaron nunca y se resolvieron en el Congreso Federal con una declaración tan ambigua que todas las sensibilidades sobre la financiación autonómica tuvieron cabida.
jlag70_
14/01/2025 17:13
Los socialistas son una secta y obedecerán lo que indique su amado líder, da igual que sean andaluces, castellanos o gallegos. Se pengaran un tiro en el pie con tal de no contrariar a su líder amado