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Ejercicio

Beneficios (y son muchos) del ejercicio regular durante el invierno

Practicar ejercicio físico en los meses de más frío puede ayudarnos a evitar ciertas enfermedades y además nos hará sentir mejor por dentro y por fuera

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Beneficios (y son muchos) del ejercicio regular durante el invierno. Pixabay

El ejercicio es bueno durante todo el año, pero practicar deporte durante el invierno es particularmente necesario para sentirnos bien por dentro y por fuera. Los beneficios para nuestra salud de hacer ejercicio físico con regularidad en invierno son similares a los de cualquier época del año (ayudar a controlar el peso, reducir el estrés, prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, mantener la densidad ósea…), etc. 

¿Qué riesgos corremos si no hacemos algo de ejercicio en invierno? La falta de ejercicio en invierno puede tener varios efectos negativos en la salud física y mental, como favorecer el sobrepeso al quemar menos calorías. Además, puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares, como enfermedades del corazón y presión arterial alta; aumentar el riesgo de sarcopenia (falta de masa muscular) y la disminución de la flexibilidad, lo que incrementa el riesgo de lesiones y afecta la capacidad para realizar actividades cotidianas. 

Si no hacemos ejercicios cuando llega el frío, puede suponer también un incremento del estrés y la ansiedad, y de sufrir insomnio o problemas de sueño. La inactividad física crónica se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.

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Apuesta por el ejercicio al aire libre también en invierno.Pixabay

Bondades del ejercicio con el frío

En estos meses de frío, donde da más pereza salir a la calle y hacer actividades fuera de casa, el ejercicio físico nos puede proporcionar beneficios importantes para nuestra salud. El Dr. Carlos Gutiérrez de Actiage Antienvejecimiento nos explica cuáles son:

  • Acelerar el metabolismo más que en verano debido a que el cuerpo debe adaptarse al frío. El cuerpo trabaja más para mantener una temperatura interna estable en climas fríos, lo que puede aumentar la quema de calorías durante el ejercicio y ayudarnos a perder peso.
  • Reforzar el sistema inmunológico, ya que el frío hace que aumente el número de leucocitos y granulocitos, células importantes en el sistema inmunitario que nos ayudan a evitar el contagio de enfermedades propias de estos meses como los resfriados, la gripe, etc.
  • Mejorar el estado de ánimo que, en estos meses de frío, suele estar más decaído y deprimido. El ejercicio nos ayuda a sentirnos mejor y romper la apatía de más propia de estos meses.
  • Mayor energía y vitalidad. El ejercicio regular puede aumentar la energía y la vitalidad, contrarrestando la sensación de letargo que a veces se experimenta en los meses de invierno.
  • Proporcionar mayor resistencia al frío al tener una exposición regular al frío. Además, el ejercicio mejora la circulación sanguínea, lo que ayuda a mantener el cuerpo más cálido.
  • Dormir mejor. El ejercicio regular puede contribuir a una mejor calidad del sueño. Esto es especialmente importante en invierno, ya que los cambios en la cantidad de luz natural pueden afectar los patrones de sueño.

¿Qué tipo de ejercicio es más recomendable?

“Debes realizar ejercicio físico al aire libre para beneficiarte de cómo el frío mejora tu salud. Por eso, algunos ejercicios recomendados en esta época son caminar o correr al aire libre. También puedes beneficiarte de los ejercicios de invierno como esquí, snowboard, patinaje sobre hielo…”, nos dice el doctor. 

“No obstante, si no te atreves a salir a la calle o hace demasiado frío, siempre es mejor hacer ejercicio en casa que no hacer nada. Si prefieres evitar las inclemencias del tiempo, considera realizar ejercicios en casa. Hay numerosas opciones, como rutinas de entrenamiento con pesas, yoga, pilates o ejercicios de alta intensidad (HIIT), que puedes hacer en la comodidad de tu hogar”, añade. Y, para vencer la pereza, nada mejor que apuntarte a clases en un gimnasio para obligarte a acudir a ellas.

Ojo con la salud en invierno

Los meses de invierno proporcionan las condiciones óptimas para la propagación de virus, por eso es la época de las gripes, las neumonías o las bronquitis. Como hemos visto, el deporte refuerza el sistema inmunológico, por lo que hacer ejercicio físico en esta época es fundamental para evitar pasarnos todos estos meses enfermos.

Además, el frío, los días más cortos y el trabajo hacen que “en invierno sea más habitual padecer depresión y ansiedad. El ejercicio físico, al liberar endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y generan una sensación de bienestar, nos ayudan a sentirnos mejor y evitar el desarrollo de estos trastornos mentales”, nos dice el médico.

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El ejercicio físico nos ayuda a sentirnos mejor y liberar estrés.Pixabay

Errores que no deberíamos cometer 

Durante los meses de frío, es común cometer ciertos errores que pueden afectar nuestro bienestar general. Encerrarnos en casa, no hacer ejercicio, no socializar, comer alimentos poco saludables… son algunas prácticas habituales en estos meses que no solo dañan nuestra salud física, sino que también nos hacen sentir peor anímicamente. Por eso, para evitar esta apatía y malestar habitual en estos meses, debes seguir estos consejos:

  1. No renunciar al ejercicio. Encuentra actividades que disfrutes, ya sea en interiores o al aire libre, y establece metas realistas para mantenerte motivado. Al menos, evita pasarte las tardes sentado en casa y lleva una vida más activa.
  2. No descuidar la hidratación. En invierno no se siente sed de la misma forma que en verano, por lo que tendemos a beber menos agua de la que nuestro organismo necesita. Además, el aire frío y seco puede deshidratar tu cuerpo, así que asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día para mejorar tu salud.
  3. Exponerte al sol todo lo que sea posible. Aunque sea invierno, hay muchas zonas que tienen muchas horas de sol también en estos meses, por lo que debes procurar pasar tiempo al aire libre durante las horas del día cuando hay luz natural para ayudar a regular tu ritmo circadiano y mejorar tu estado de ánimo.
  4. Tomar suplementos de vitamina D si es necesario. Hazte un análisis para comprobar tus niveles de vitamina D, que suelen ser más bajos en invierno y, si es necesario, toma suplementos de vitamina D o aumenta los alimentos ricos en esta vitamina en tu dieta.
  5. Cuidarte mucho. En invierno, es común sentirse más cansado o decaído. Dedica tiempo al autocuidado, como tomar baños relajantes, practicar la meditación o simplemente descansar cuando sea necesario.
  6. Cuidar tu dieta. Evita los alimentos ricos en calorías y azúcares que tanto apetecen en invierno y sigue una dieta sana y equilibrada con suficientes frutas, verduras y alimentos nutritivos para apoyar tu salud, buscando siempre alimentos de temporada.
  7. Dormir bien. El frío puede afectar la calidad del sueño. Intenta mantener una rutina regular de sueño, crea un ambiente propicio para dormir en tu habitación y evita la estimulación antes de acostarte.
  8. No aislarse. El aislamiento social puede afectar negativamente tu bienestar emocional. Haz esfuerzos para mantener conexiones sociales, quedar con tus amigos y familiares, hacer planes, salir a cenar o al cine, etc.
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