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Opinión

Noticia bomba: Sánchez anuncia que las Navidades serán distintas

Noticia bomba: Sánchez anuncia que las Navidades serán distintas

Cada vez que el Gobierno siente el aliento de la calle que, harta de improvisaciones y caprichos, se moviliza para protestar, la factoría de Redondo & Asimilados se saca de la chistera un conejo. Siempre es el mismo, y por eso luce mustio y malencarado, aunque hay que reconocerle que siempre están al quite. Saben que hay más de dos millones de alumnos en la educación concertada que tienen papás y mamás con la costumbre de ir a votar cuando se les llama. Saben que lo del domingo al mediodía no era exactamente lo del barrio de Salamanca. Y saben que son muchos los padres que no votan a Vox ni al PP que llevan a sus hijos a la concertada. Y, oigan, eso preocupa. Y eso deja memoria en los ciudadanos a los que de la noche a la mañana se les tacha de elitistas e insolidarios. El presidente compareció para hablarnos del G20, como si España estuviera en ese club, pero todo vale para el convento.  

Miles de automóviles salieron por las calles para protestar por la llamada ley Celaá, y esa imagen iba a ser la portada del lunes de la mayoría de los periódicos. Diría que incluso de aquellos, pocos, que en sus editoriales han apoyado esta LOMLOE (Ley orgánica para la Modificación de la LOE). Pero ya vieron, el domingo por la tarde Sánchez compareció para anunciar su plan de vacunas, un plan que iba a ser comunicado a la opinión pública este martes tras el Consejo de Ministros. Y claro, el plan compartía las portadas con el gran cabreo ciudadano contra esta ley de educación que ha nacido mal y con fórceps. Es todo muy burdo, todo muy evidente y circunstancial, pero esta es la forma de hacer política de un Gobierno cuyo presidente invita a los periodistas a que veamos los telediarios para que confirmemos que sus ministros no paran de viajar ¿En serio? En serio, oigan. La ministra de Exteriores a Senegal y Marlaska a Marruecos.

No tenemos las vacunas

El Consejo de Ministros aprueba este martes un plan de vacunación para toda España. Vamos, que vuelve el mando único. Como en la yenka, unos días toca cogobernanza, otros el mando único en forma de ojo triangular de Sánchez. Vuelve el mando único y saca pecho al anunciar el presidente que habrá una estrategia única para la vacunación en 13.000 centros. Podría creerse que el Gobierno se prepara para crearlos en unos pocos días en un esfuerzo hercúleo sin precedentes. Podríamos creer que existen infraestructuras, músculo y capacidad para ponerlos en funcionamiento a principios del próximo año. Podría, pero no es así. Esos 13.000 centros que anunció Sánchez están ya ahí. En realidad, estaban antes de que llegara este señor a La Moncloa, porque no son otra cosa que los 13.000 centros de salud que hay en toda España, y en donde se ha vacunado toda la vida a los españoles. Es decir, que ha descubierto los ambulatorios. Pura faramalla. O sea, que tenemos un plan de vacunación, pero no tenemos las vacunas. 

Ya ven, es esta forma pueril e indecente de solemnizar lo obvio que, cada vez que lo hacen, aparece junto a la mentira y la provocación. Han de notar que cada vez que el gabinete ministerial puede ejercer de Gobierno bonito lo hace sin complejos y con gran decisión. Aquello de Gobierno bonito fue una expresión de Juan Pablo Colmenarejo, cuando Sánchez, dos semanas después de tomar posesión, se emocionaba y ordenaba el atraque en nuestras costas del barco Aquarius ahíto de inmigrantes que nadie quería. Hoy da vergüenza, y algo más, saber cómo están la gran mayoría de los 629 seres humanos que se han quedado aquí. Se presentaron 374 solicitudes de protección internacional, pero se han tramitado 66. Gobierno bonito, Gobierno falaz

Celaá se lía con la equidad

Pero volvamos a la ley Celaá, pendiente de su tramitación en el Senado y de los recursos al Constitucional, que se resolverán dentro de un lustro. La ley, esta y la de Presupuestos y cualquier otra que llegue a la carrera de San Jerónimo, es sólo argumento para la ideología y la confrontación. Puro frentismo que deja a los alumnos al pairo del capricho de unos políticos diletantes que legislan desde la indecencia y la falsedad de un grupo de diputados, algunos bastantes, que no saben lo que es el esfuerzo como herramienta para abrirse camino en sus vidas. Hay de todo, desde aquel que copia su tesis doctoral a ese otro que no sabe lo qué es tener una nómina que no sea pública. ¿De verdad no les inquieta que esta ley salga con los votos de Rufián o Iglesias, preclaros ejemplos del esfuerzo y capacidad? Verdaderos modelos para nuestros hijos vayan a la pública o la concertada. 

Celaá, esa señora bien exquisitamente vestida -lo que se agradece entre moños, rastas y camisetas-, nos dice que su ley cambia una filosofía elitista por la equidad. Sorprende que lo diga quien pertenece a un gobierno donde una buena parte ha estudiado en esos centros y ahí siguen haciéndolo sus hijos. Han de faltar argumentos para afirmar que las familias que llevan a sus vástagos a la concertada son élite en lo tocante a la educación. O es ignorancia, que no lo creo, o ausencia total de una explicación, que es lo que sí creo. Es así de sencillo: para potenciar la enseñanza pública no hay que degradar la concertada. Para potenciar el catalán no hay que ningunear el castellano.   

Dos sonrojantes anuncios

En fin, nuevo anuncio del presidente un domingo por la tarde para marcar la agenda del lunes y quitar espacio a la caravana naranja. Cómo han de estar las encuestas y cómo los nervios para convocar a los medios un domingo por la tarde. Entre las cosas que no dijo está la más importante: ¿será obligatoria la vacuna? ¿Y qué pasará si la mitad de la población se niega a que se la suministren?

Entre las que sí anunció les quiero destacar dos. La primera que la prioridad debe ser evitar una tercera ola. La segunda, que estas Navidades van a ser diferentes de las que hemos conocido siempre. Y se quedó tan pancho. Como si hubiera sido él el inventor de la vacuna. Empiezo a tener dudas. No me extraña que en la COPE Herrera empiece a llamarle Su Sanchidaz.   

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