Despachos que se mantenían fieles al modelo de socios de cuota han empezado a dar entrada a socios profesionales, mientras otros que abrazaron un modelo empresarial aceleran su crecimiento. Cuando se cumplen veinte años de una de las mayores polémicas que ha atravesado a la Abogacía española, la laboralización, conviven varias fórmulas de organización de bufetes, entre las que se consolida el despacho como empresa. La entrada de socios de no cuota es una tendencia que crece también en firmas en EEUU.
El aldabonazo vino de una sentencia del Tribunal Supremo de abril de 2004 que declaró laboral la relación de una abogada con Linklaters, y en 2005, en medio de una oleada de inspecciones de Trabajo y Hacienda y pleitos, se sucedieron las negociaciones entre el sector y el Gobierno, que culminaron con el Real Decreto 1331/2006, de 17 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial de los abogados que prestan servicios en despachos de abogados, que obligó a los despachos de dar de alta en el Régimen General de la Seguridad Social a sus profesionales.
En 1997, nació Ecija en Madrid como una boutique especializada en Derecho audiovisual y entretenimiento, y hoy es una firma multidisciplinar que cuenta con más de 1.200 profesionales y presencia en 18 países. "Ecija opera un modelo de negocio diferente a otras firmas que compiten en el mercado español. Nacimos como una firma de servicios profesionales y ésa ha sido la evolución de la firma en los últimos años. Ecija se gestiona como una empresa, no tanto como un despacho de abogados, y hemos dado pasos que nos ubican en ese entorno empresarial. Este modelo operativo impacta claramente en el rol del socio, que se comporta como un directivo de la compañía encargado de gestionar su propia cuenta de resultados", trasladan.
Ecija se gestiona como una empresa, no tanto como un despacho de abogados, y hemos dado pasos que nos ubican en ese entorno empresarial
El despacho blande un "escasísimo nivel de rotación a nivel de equipos y en la propia sociatura", y subraya que su modelo les ha permitido además dar entrada en el capital en régimen de minoría a un private equity, Alia Capital, siendo el primer despacho en España en lograrlo.
Los socios, en el punto de mira
¿Qué ocurrió en los grandes despachos a lo largo de 2005 y 2006? Además de dar de alta a los abogados, el vendaval laboralizador puso en el punto de mira a los socios.
Para Uría y otros despachos, no supuso cambios, ya que sus socios eran de cuota y así siguen. Gómez-Acebo & Pombo y CMS Albiñana & Suárez de Lezo hicieron a sus socios de cuota. En el Magic Circle algunos introdujeron entonces la figura del socio profesional (Freshfields) y otros acabaron con esta fórmula (Linklaters).
Ahora mismo se están produciendo cambios de modelo y entradas de socios profesionales en bufetes como Pérez-Llorca. Conviven socios de cuota y de no cuota en numerosos despachos, como en BDO Abogados.
Alejandro Kress, socio director de SSQ, apunta que "es muy difícil mantener el modelo de cuota en momentos de expansión, de fluctuaciones de facturación o en el caso de socios que no facturan lo suficiente. Es una solución intermedia, un modelo que incluso despachos americanos exploran".
Coincide Eugenia Navarro, socia de Lois, en que es un modelo útil para crecer. Navarro ve de gran interés el movimiento "hacia el bufete-empresa" y apunta, como José Luis Pérez Benítez, de la consultora de despachos BlackSwan, que "no se trata sólo de que a un socio de cuota que no factura lo suficiente se le haga profesional sino que el despacho quiere mantenerlo en esa figura por el valor que aporta, más allá del puramente de negocio. Además del tipo de carrera que quieran llevar. La retención de talento es otra de las claves", destacan.
Pérez-Llorca también tiene la figura del socio emérito porque con el crecimiento del despacho en distintos países, cada vez hay más casuísticas
Desde Pérez-Llorca señalan que "la figura del socio colaborador ha existido en diversas ocasiones desde hace bastante tiempo en nuestro despacho. También tenemos la figura del socio emérito porque con el crecimiento del despacho en distintos países, cada vez hay más casuísticas".
¿Diferencias entre iguales?
La palabra socio no significa lo mismo en muchos despachos. El modelo clásico es que la cuota, el reparto, es por antigüedad (lockstep), no por negocio (que sería más el modelo americano eat what you kill), sin dejar de lado los objetivos, con unos mínimos y máximos.
Los modelos mixtos pueden dar lugar a diferencias y a que haya dos o tres socios con un control completo del consejo administración y de las retribuciones y el resto se reparten el 5%. Se proyectan como socios pero internamente no tienen capacidad de decisión, autonomía o independencia, lo que en ocasiones se justifica por la capacidad de generar negocio.
Hay despachos que tienen a los socios sin participación como mercantiles, lo que complica la situación si se presenta la Inspección de Trabajo (y de Hacienda) y ve que realmente no son socios o tienen una participación muy pequeña.
Laboralistas consultados por Vozpópuli apuntan además que quedan pendientes desarrollos de la relación laboral en el régimen general de los trabajadores, con sus derechos, como el de la huelga.
Tendencia en EEUU
Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, basado en Nueva York, anunció el pasado octubre que creará una nueva categoría de socios sin participación accionaria. Es "un paso importante para Cleary a medida que continuamos creciendo estratégicamente", dijo un portavoz en un comunicado. "Innovar de esta manera subraya nuestra dedicación a desarrollar y retener el talento", añadió.
Otros despachos de EEUU que han tomado esta iniciativa son Wilmer Cutler Pickering Hale and Dorr LLP, Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison LLP y Cravath, Swaine & Moore LLP.
Reuters ha informado de que algunas firmas estadounidenses dan este paso de forma interna sin comunicarlo.