El Gobierno no refuerza Sanidad Exterior para frenar la variante ómicron en frontera

El personal médico de Sanidad Exterior, alrededor de 150 sanitarios, ha tenido que lidiar contra la pandemia de covid y a pesar de las distintas alertas sanitarias no se ha reforzado un equipo del que dependen 51 aeropuertos y 46 puertos. La llegada de la variante ómicron no ha supuesto una excepción. Según confirman fuentes internas a Vozpópuli, no se ha reforzado con más efectivos a esta área dependiente de la Dirección General de Salud Pública.

Estos facultativos son los que autorizan los pasos a dar a los profesionales de Quirónsalud y Mitie que ha subcontratado Sanidad para poder realizar controles sanitarios en aeropuertos, dada la falta de medios de Sanidad Exterior. La llegada de pasajeros a los aeropuertos españoles es tan grande que es imposible revisar los certificados covid de todos y se realiza de forma aleatoria salvo en el caso de viajeros de Sudáfrica, Botsuana, Lesoto, Mozambique, Eswatini, Namibia. Malawi y Zimbabue, zonas donde los vuelos se han restringido. Además, desde el Gobierno se limitan los vuelos desde Botsuana, Eswatini, Lesotho, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue a nacionales, residentes en España o viajeros que hagan escala de menos de 24 horas para ir a un país fuera de la zona Schengen.

Solo en el mes de octubre, los aeropuertos españoles acogieron según AENA a 11,1 millones de pasajeros internacionales. Desde África llegaron a España 215.964 personas por vía aérea el mismo mes. La mayoría, alrededor de 170.000, procedían de Marruecos. A estas personas habría que sumar la llegada de barcos internacionales, un foco importante de brotes de coronavirus.

El personal médico de Sanidad Exterior no da abasto dadas las múltiples funciones que tienen asignadas. Además de la recepción de viajeros por vía aérea y marítima, algo que incluye control documental y asistencia médica en caso de urgencia, se encargan también de la gestión de los Centros de Vacunación Internacional. Estos centros vacunan habitualmente a los viajeros españoles y extranjeros de enfermedades como la triple vírica, la polio o la fiebre amarilla, pero desde hace meses colaboran también con la vacunación contra la covid.

El control sanitario de los buques es una de las labores que más tiempo lleva a estos profesionales . No hay que olvidar que los primeros casos conocidos en España de variante Delta llegaron por mar. Un barco con infectados covid puede suponer varios días de trabajo a estos profesionales. Primero deben realizarse pruebas diagnósticas PCR a la tripulación. En caso de positivo hay que hacer el rastreo de casos y controlar las cuarentenas. La Sanidad Exterior también debe coordinarse con la empresa privada dueña del pantalán y con la capitanía del barco y desinfectar apropiadamente el buque.

"Somos pocos y pluriempleados. Está siendo muy complicado tener personal de refuerzo. Este año han sacado más plazas que nunca pero auguro que la mitad no se van a cubrir. Hay un problema crónico en Sanidad Exterior y es que las plazas no son atractivas por la baja remuneración", explica Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior y Jefa del Servicio de Sanidad Exterior en Huelva.

Verano de 'puertas abiertas'

La historia se repite, y empieza a parecerse al día de la marmota. Como adelantó Vozpópuli, los médicos de Sanidad Exterior ya solicitaron refuerzos en verano. El 5 de mayo, AMSE envió una misiva a la Subdrección General de Coordinación de la Administración General del Estado en el Territorio, que depende del Ministerio de Función Pública, para pedir refuerzos de cara al verano.

Esta carta no fue escuchada por el Ejecutivo, lo que supuso que Sanidad Exterior afrontase agosto, el mes con más afluencia de pasajeros, con la mitad de efectivos. Esto condujo a situaciones como que nueve médicos se encargasen de controlar la llegada de más de 300.000 pasajeros en Barajas o 6 en Barcelona para 188.000 viajeros.

Respuesta Navideña a ómicron

El Ministerio de Sanidad ha actualizado la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la covid-19, de tal forma que las personas sospechosas de estar infectadas con las variantes ómicron, beta o gamma deberán permanecer 10 días en cuarentena aunque estuviesen vacunadas al completo.

En el Ministerio se respira preocupación sobre la nueva variante ómicron, y los expertos de la Ponencia de Alertas ya han hecho un llamamiento a limitar los aforos en eventos sociales y públicos, especialmente aquellos ligados con las fiestas de Navidad. Expertos como Luis Enjuanes, uno de los científicos que lideran una de las vacunas españolas, hacen un llamamiento a la calma ya que ómicron, explican, probablemente lleva mucho tiempo entre nosotros. Se ha detectado ahora porque solo se busca ahora y la secuenciación genómica de casos covid no llega al 2% en nuestro país.