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España

Sanidad Exterior afronta agosto con la mitad de efectivos para vigilar la entrada de covid en España

El control de las fronteras sanitarias se vuelve más necesario en agosto, uno de los meses de más tránsito internacional, período que coincide con las vacaciones de un personal ya de por sí mermado el resto del año

Aeropuerto Adolfo-Suárez Madrid Barajas / Europa Press.

La protección de las fronteras sanitarias se ha mostrado como una de las medidas de Salud Pública clave para controlar la pandemia de coronavirus. Los países que la han llevado a cabo, como Australia y Nueva Zelanda, poseen un exceso de mortalidad muy por debajo del resto. Sin embargo, en España, tras año y medio de pandemia, sigue siendo una asignatura pendiente, hasta el punto de que este mes de agosto, en pleno período vacacional, Sanidad Exterior cuenta con la mitad de sus efectivos.

Así lo confirma a Vozpópuli la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), que denuncia que los trabajadores del sector están "quemados, desbordados y mal pagados". "Estamos al 50% de personal siendo benévolos. Hay enclaves donde ha sido necesario cerrar la parte médica de sanidad exterior. En mi puesto, en el puerto de Huelva, me ha tocado trabajar sola con una enfermera. La semana que viene me voy de vacaciones y vendrá un compañero con la misma situación. No tenemos ni un solo administrativo", asevera Mar Faraco, presidenta de AMSE.

He estado trabajando sola con una enfermera para controlar el puerto de HuelvaMar Faraco, médico de Sanidad Exterior y presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE)

Este diario ya informó en exclusiva del número de médicos de los que dispone Sanidad Exterior en enclaves tan importantes como Madrid, Barcelona o Valencia a lo largo del año; el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas solo dispone de nueve médicos para más de 300.000 pasajeros mensuales; Barcelona cuenta con seis médicos para atender a los más de 200.000 pasajeros que llegan mensualmente al aeropuerto y los barcos del puerto; en Valencia, solo cuentan con dos médicos.

Como se puede comprobar, a lo largo del año las fuerzas de Sanidad Exterior ya están mermadas, por lo que su reducción a la mitad en agosto dificulta todavía más el desempeño de sus funciones. No hay que olvidar que estos médicos son también los responsables de los Centros de Vacunación Internacional., donde además de vacunar del coronavirus administran vacunas para la triple vírica, la polio o la fiebre amarilla, entre otras.

Llegada marítima de nuevas variantes

Una de las funciones que más trae de cabeza a estos profesionales es el control sanitario de los buques. Los primeros casos conocidos en España de variante Delta llegaron, precisamente, por vía marítima. El control de la tripulación de un barco y la gestión de los positivos covid que se puedan encontrar es de lo más complicada ante la escasez de personal, como explica Faraco.

"Estos días me he topado ya con entre siete y ocho buques con covid. El último nos está dando bastante la lata. El brote se detectó el 20 de julio. Un chico de una embarcación tenía fiebre y se le realizó PCR. El 22 de julio se le diagnostica covid a pesar de estar vacunado con Janssen. Al día siguiente de su positivo tengo a siete marineros más con síntomas y otros ocho en cuarentena por contacto estrecho. Pues bien, a día de hoy todavía tengo a seis personas con PCR positiva de aquel brote".

Tener este buque parado tiene un coste diario de 10.000 euros, pero para los más grandes alcanza los 50.000 euros al día. Hay que llevar a cabo varias tareas, como cambiar a la tripulación, pagar los retrasos en el envío de la mercancía, la plaza en el puerto -un puerto no puede tener diez días parado el pantalán de petróleo-, etc.

La Sanidad Exterior debe coordinarse con la empresa privada dueña del pantalán y con la capitanía del barco. También ha de encargarse de gestionar la cuarentena de los marineros positivos en un hotel y la desinfección del buque. "Es muy fácil contagiarse en un barco. Los marineros viven en un espacio muy pequeño. Cuando el barco para en un sitio, los marineros bajan para comprar o lo que sea y pueden contagiarse de covid y volver a la embarcación", añade Faraco.

Vacunación internacional

Otra de las labores que se ha atribuido en los últimos meses a la Sanidad Exterior es la vacunación contra el coronavirus a viajeros internacionales (solo aquellos que vuelan por motivo de trabajo y no por turismo). Sin embargo, de acuerdo con AMSE hay varios aspectos de mejora posibles. Al parecer, el Ministerio de Sanidad ha provisto a los centros de vacunación internacional de la vacuna de Moderna, principalmente.

Al necesitar dos dosis y un espacio de 28 días entre una y otra, no parece la más adecuada para inmunizar a viajeros a los que es muy difícil hacer el seguimiento. "Lo ideal para nosotros sería Janssen, pero no hemos recibido muchas dosis de ella. Es una vacuna que ayudaría mucho a los marineros, un colectivo que no está bien cubierto, viaja por trabajo y no puede ceñirse a la estricta norma de los 28 días. Habría que gestionar a este colectivo igual que a los temporeros".

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