Sirven de escenario a muchos finales cinematográficos de intriga, cuando los protagonistas consiguen escapar con el botín rumbo al paraíso. Y también aparecen con frecuencia en las películas románticas, como telón de fondo del beso. Quizá porque los puertos tienen mucho de ambas cosas: aventura y romanticismo, un buen cóctel para cualquier ruta turística. En España tenemos la suerte de contar con una amplia colección de ellos. Por eso los hay para todos los gustos: modernos, tradicionales, de grandes dimensiones, diminutos, deportivos, pesqueros, perdidos en recónditos lugares, ubicados en plena ciudad... Pero como dice el refrán, no hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto dirigirse. Por eso os dejamos siete de los más bonitos de España, ¡buena travesía!