Alberto Núñez Feijóo llegó hace apenas trece meses a la presidencia del PP y, en este tiempo, ha situado al partido con las mejores perspectivas electorales en los últimos cinco años: "Desde la moción de censura de 2018, no hemos ganado unas elecciones a nivel nacional al PSOE. Hasta ahora". El optimismo en Génova de cara al 28-M es patente y, aunque de puertas para afuera la dirección del partido evita lanzar mensajes triunfalistas, cargos populares esperan un gran resultado este domingo: "El mapa de España se teñirá de azul cuando acabe el escrutinio".
Esa previsión es compartida tanto por la dirección nacional como por las diferentes ejecutivas regionales de los populares, que hablan ya de "cambio de ciclo político". Más allá de los pactos postelectorales, el PP da por hecho que será el partido más votado, a nivel nacional, en las municipales y autonómicas del domingo y que, además, también será primera fuerza política en la mayoría de comunidades autónomas en las que se decide nuevo ejecutivo regional.
Desde hace semanas, desde Génova se habla a las claras de victorias del PP en feudos socialistas como Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares y La Rioja; y también de un triunfo contundente en la Cantabria gobernada en coalición por el PRC de Revilla y el PSOE. A esas cinco victorias que dan por seguras en la dirección nacional hay que sumar la Comunidad de Madrid y Murcia, donde nadie duda que Isabel Díaz Ayuso y Fernando López-Miras ampliarán aún más su ventaja con la oposición.
En el resto de regiones, salvo en Asturias, el PP se ve también con opciones de gobernar, pese a no ser la formación más votada. El caso más claro es el de Castilla-La Mancha, aunque tampoco se descartan combinaciones postelectorales en Extremadura y Canarias. En Navarra, los populares están dispuestos a apoyar a UPN en la investidura si la suma de PSOE, Geroa Bai, Bildu y la marca de Podemos no suman.
"Hasta el lunes no hablamos de Vox"
Los pactos postelectorales se empezarán a analizar a partir del lunes. Desde el domingo, eso sí, Alberto Núñez Feijóo, una vez conocidos los resultados, volverá a ofrecer a Pedro Sánchez que gobierne la lista más votada. El PP situará de nuevo la pelota en el tejado del presidente del Gobierno, que deberá elegir si prefiere conservar Castilla-La Mancha y Extremadura -donde el PP podría sumar con Vox- o buscar pactos de perdedores para tratar de mantener otros gobiernos autonómicos como Comunidad Valenciana y Aragón.
Desde Génova, en todo caso, dan por hecho que tanto desde Moncloa como desde Ferraz rechazarán esta propuesta, que lleva poniendo encima de la mesa Feijóo desde que llegó a la presidencia del PP en abril del año pasado. Una vez confirmado ese 'no' por parte del PSOE, desde la dirección nacional de los populares advierten: "A partir de ese momento, estaremos legitimados para buscar cualquier tipo de pacto".
En esos acuerdos de gobierno, Vox va a jugar un papel clave y en el PP son plenamente conscientes de esa circunstancia. En Génova se asume que los de Santiago Abascal exigirán entrar en los gobiernos autonómicos a cambio de apoyar a los candidatos populares en las investidura, pero también lanzan un aviso a navegantes: "No es lo mismo haber ganado que quedar segundos ni necesitar dos votos que diez".
Desde la dirección nacional, por tanto, se preparan para cualquier posible escenario, incluida la posibilidad de tener que pedir a algún barón regional que se "inmole" para no ceder ante Vox. No obstante, insisten desde la dirección nacional, "hasta el lunes no queremos hablar de Vox".
"En junio comienza la ilusión"
Esas negociaciones con los de Abascal marcarán la agenda política de los populares en las semanas posteriores a las elecciones, y generarán un gran número de titulares hasta el parón estival de julio.
En el equipo de Alberto Núñez Feijóo asumen ese escenario, pero creen que, más allá del ruido mediático y las presiones del PSOE que puedan generar esas conversaciones, "en junio comienza la ilusión de un cambio de ciclo político en España que se cerrará en las generales de diciembre".
En ese sentido, añaden, "la gente se va a quedar con la imagen del mapa de España teñido de azul, con la formación de muchos gobiernos del PP en todo el territorio... y con una perspectiva de cambio para el segundo semestre del año".
