Quantcast

España

Quién es quién en la 'caza de brujas' en los Mossos: "La política ha entrado de pleno al cuerpo policial"

El nuevo organigrama ejecutivo de los Mossos está en el ojo del huracán por sentar un precedente que desde el cuerpo catalogan como "peligroso"

Primera detención en España gracias al gesto de socorro por la violencia machista
Imagen de archivo de dos Mossos d'Esquadra. Europa Press

Los Mossos d'Esquadra están sufriendo una profunda restructuración que afecta a sus cargos más importantes. El cese de Josep Lluís Trapero, amigo del independentismo primero, su enemigo tiempo después tras el juicio del 1-O, inició una caída en cadena de las personas de confianza del exmajor. Los nuevos cargos, todos ellos designados desde la Consejería de Interior por Joan Ignasi Elena, han sido señalados por tener un cariz político, algo que el conseller se ha encargado de negar. En el cuerpo no hay dudas: "La política ha entrado de pleno en Mossos. Es el reflejo del contexto político".

Las alarmas saltaron dentro del propio cuerpo con la degradación del intendente Toni Rodríguez a comisario en Rubí. "Produce hastío", afirman desde Mossos. Para los agentes, este es un caso especialmente sensible, ya que este exalto rango del cuerpo policial se encargó de investigar a varios políticos, entre ellos a Miquel Buch, exconsejero de interior hasta finales de 2020. En el cuerpo se habla de purga, tal y cómo contamos en Vozpópuli, un término que ya se ha comenzado a escuchar en el interior del Parlamento Catalán.

"Lo que está pasando es muy grave y todo apunta a una purga política en Interior", fueron las palabras de Salvador Illa tras el cese de Trapero y la llegada de Josep María Estela al cargo de major de los Mossos d'Esquadra. Porque él se ha encargado de disparar fuera de la élite policial a todos los agentes que apuntaba el organismo ahora liderado por Joan Ignasi Elena.

En el cuerpo policial siempre ha habido cambios, "es algo ordinario", pero la sensación que existe es que "hacerlo así y con estas connotaciones - investigaciones a políticos que quedan en el aire- es algo peligroso"

El cese de Rodríguez no es un caso aislado. Carles Anfruns, considerado una de las personas de confianza del exmajor, también ha bajado de rango en esta 'caza de brujas' que está llevando a cabo la consellería de Interior: de dirigir la Comisaría Superior de Coordinación Territorial a la Sala Central de Comandancia. Miquel Esquius, destituido por Buch y restituido tiempo después como miembro de la dirección operativa de Mossos, dirigirá la zona Metropolitana Sud. Otra degradación a un hombre de confianza de Trapero.

También ha habido otros cambios de peso. El intendente Vicenç Lleonart ahora es jefe de la zona de Tarragona, el intendente Joan Carles de la Monja lidera el área de las Terres de l'Ebre, la intendenta Silvia Catà ha sido degradada a subjefa de la región Metropolitana de Barcelona y la intendenta Montse Estruch ahora será subjefa en la Metropolitana Nord.

"Con cada cambio político hay uno en la policía y el principal perjudicado es el ciudadano", afirman desde Mossos. En el cuerpo policial siempre ha habido cambios, "es algo ordinario", nos dicen, pero la sensación que existe es que hacerlo así y con estas connotaciones - investigaciones a políticos que quedan en el aire- es algo peligroso.

"Les intentaron echar", pero la investigación, al desarrollarse por orden de un juez, no permitió que sucediera. "Que un policía recurra a un amparo judicial es algo que no se ha visto nunca", señalan fuentes del cuerpo.

Argumentan en el cuerpo que los ceses y suspensiones deberían ocurrir en caso de que un agente o alto mando realizase mal sus funciones, pero creen que no es así: "Si les han quitado es por algo que poco tiene que ver con hacer bien su trabajo".

En algunos sectores del cuerpo creen que se ha sentado un precedente a la hora de tomar represalias políticas, ya que a Rodríguez le intentaron coaccionar para que cesase sus investigaciones, cuentan desde Mossos. Él y un subinspector acabaron pidiendo amparo judicial, ya que también "les intentaron echar", pero la investigación, al desarrollarse por orden de un juez, cargo de mayor jerarquía, no permitía que esto se llevase a cabo. "Que un policía recurra a un amparo judicial es algo que no se ha visto nunca", señalan fuentes del cuerpo.

El organigrama variará aún más dentro de dos meses debido a la convocatoria de comisarios, acto que también tendrá un cariz político por ser cargos "designados por el Conseller de Interior"

Precisamente la Consellería de Interior, con el escándalo que ha surgido en los últimos días, ha ofrecido a Trapero un cargo como analista, aunque sin ningún policía bajo su mando. Arrinconarlo de esta manera supone perder capacidad operativa y hace daño a la policía, afirman fuentes del cuerpo.

La nueva cúpula de Mossos, a medida

Con la salida de Trapero y la llegada de Estella, también se han producido cambios en el organigrama ejecutivo de Mossos d'Esquadra. Como número dos, encontramos a Eduard Sallent. Fuentes de Mossos relatan a Vozpópuli que el comisario ha hecho una carrera meteórica desde el punto de vista técnico pero no operativo, un perfil que sí tenían Trapero o Ferrán López. La imagen que ofrece es que su perfil es maá político que operativo porque sus funciones se han desarrollado cerca del Govern. Junto a ellos, están la intendenta Rosa Bosch y la inspectora Montserrat Escudé.

El organigrama variará aún más dentro de dos meses debido a la convocatoria de comisarios, acto que también tendrá un cariz político, según fuentes de Mossos d'Esquadra. Estos cargos "son designados prácticamente por el Conseller de Interior", por lo que serán afines a su argumento político. Desde la Consellería ya se está allanando el terreno: "Ya se está empleando el argumento de 'rejuvenecer el cuerpo'".

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.