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El exnúmero dos de Laya dice que la ministra le pidió discreción con la entrada de Ghali

Camilo Villarino explica ante el juez que lo gestionó por instrucción de la exministra de Exteriores y que actuó con sigilo porque terceros países no estaban al tanto del asunto

Brahim Ghali utilizó dos identidades falsas en sus primeras 10 horas en España
El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en una foto de archivo EFE

Camilo Villarino, jefe de gabinete de Arancha González Laya, ha indicado ante el magistrado que investiga la entrada y salida de Brahim Ghali en España que gestionó la llegada a España del líder del Frente Polisario siguiendo las instrucciones de la exministra de Asuntos Exteriores, la cual le pidió discreción en relación a este asunto. Villarino, que estaba citado como imputado en el marco de esta causa que se sigue en los juzgado de instrucción número 7 de Zaragoza, ha precisado que el líder saharaui viajaba con pasaporte diplomático argelino.

El que fuera mano derecha de la exministra de Exteriores solo ha respondido a las preguntas del magistrado, de la Fiscalía y su defensa, que ejerce la Abogacía General del Estado. Según confirman a Vozpópuli fuentes presentes en el interrogatorio, Villarino ha defendido que actuó cumpliendo órdenes de la exministra, la cual le insistió en que era un asunto delicado en tanto no estaban informados del mismo terceros países. Se trata de la primera declaración como imputado en este procedimiento abierto por presunto delito de falsedad documental en relación al líder Polisario.

El magistrado acordó su imputación el pasado verano tras constatar que fue él quien dio órdenes directas a la base militar de Zaragoza de cómo se tenía que producir el aterrizaje de la aeronave que provenía de Argelia. Los testigos consultados hasta el momento hicieron hincapié en que Ghali y su acompañante no pasaron por el control de aduanas ni de pasaporte porque así lo ordenaron desde Exteriores. El Gobierno, por su parte, siempre negó irregularidad alguna y dijo que el líder Polisario viajaba con su propia documentación.

Ahora Villarino ha arrojado más luz en relación a este asunto que provocó una crisis diplomática con Marruecos sin precedentes. Según ha indicado, la entonces ministra le trasladó que iba a venir Brahim Ghali y que tenía que actuar con sigilo. Así, ha dicho que se gestionó todo de forma rápida y se acodó que el avión procedente de Argelia aterrizara en la base aérea de Zaragoza porque permite el acceso de personal diplomático. En relación a por qué se evitó que pasara por el control de aduanas ha explicado que no era un trámite necesario al viajar ya con pasaporte diplomático argelino.

Del mismo modo, Villarino ha relatado que desconocía el ingreso de Ghali en el Hospital de Logroño bajo la identidad falsa de Mohammed Benbatouche. Cuando tuvo conocimiento de ello por la prensa pidió su pasaporte y le enviaron una copia de este documento falso. Para entonces la Policía ya había acreditado en un oficio remitido a la Audiencia Nacional que Ghali ingresó en el Hospital de Logroño la noche del 18 de abril acompañado de su médico y bajo esa identidad falsa.

Además de Villarino ha declarado ante el juez el teniente general Francisco Javier Fernández Sánchez. El entonces General Segundo Jefe del Estado Mayor del Aire, que fue quien recibió las órdenes de Exterior, ha comparecido en calidad de testigo para precisar que él siguió las instrucciones que le llegaron desde el Ejecutivo y que nunca las puso en duda. Según precisó, se le trasladó que iba a aterrizar un avión argelino con personal diplomático argelino en su interior sin más detalles al respecto.

"Ha sido todo discreto"

De este modo tanto Villarino como el teniente general (que acaba de ser nombrado como representante militar español ante la ONU y la UE) se pronuncian en relación a las comunicaciones mantenidas entonces con motivo del aterrizaje de Ghali en Zaragoza. El magistrado las requirió tras constatar que no había quedado constancia en ningún expediente administrativo de las órdenes dadas por Exterior y que Ghali entró en España sin pasar por los controles de aduanas.

Los mensajes en cuestión comenzaron a mediodía de ese 18 abril y en ellos el entonces jefe de gabinete de Laya daba las instrucciones relativas al aterrizaje en la base militar de Zaragoza del avión procedente de Argel. Villarino le trasladó además que el líder del Frente Polisario (que permaneció en España hasta su salida en la madrugada del 2 de junio) viajaba con pasaporte diplomático argelino y que le acompañaba su hijo. De él dijo que tenía “algún tipo de permiso de residencia en España” aunque eso “no era un problema” y tampoco responsabilidad del Ejército del Aire.

“Quien lo tiene que saber ya lo sabe”, le expuso al teniente general. Éste le respondió, una vez la aeronave salía de vuelta a Argel, que “todo” había sido “discreto” menos la tripulación argelina. El contacto prosiguió en abril cuando ya era público que Ghali estaba en España. Al respecto, Villarino le remitió una noticia relativa a la identidad ficticia con la que el activista saharaui ingresó en el hospital y, adjunto, este mensaje: "En Exteriores no citaremos a Defensa. Un abrazo".

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