Sánchez pide el voto frente a la "agenda oculta" de Bildu y Feijóo evoca la "libertad" defendida por el PP vasco

Alea iacta est. La suerte está echada. La campaña en el País Vasco ha finalizado y ya sólo queda que alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos acudan a las urnas este domingo. Se acabó el tiempo para convencer al 20% de indecisos que apuntaban las encuestas. Bilbao y Vitoria han sido los escenarios elegidos por los principales partidos para poner el broche final a dos semanas recorriendo Euskadi. PNV, EH Bildu, PSE, Elkarrekin Podemos y Sumar, ausente la líder de la formación, Yolanda Díaz, han elegido el primer escenario; PP y Vox, la capital alavesa. Toda una declaración de intenciones.

Es ahí donde el partido de Santiago Abascal aspira a revalidar su único escaño en el Parlamento vasco, el de Amaia Martínez. Y es ahí donde el PP de Javier de Andrés confía en subir "hasta los cinco escaños", aseguran fuentes populares vascas, desde los tres actuales. Pero, sobre todo, es ahí donde jeltzales y abertzales se disputarán una carrera electoral ajustadísima.

"El PSOE de Sánchez lleva años blanqueando a Bildu, diciendo que son progresistas. Este PSOE que dice que es fantástico que Bildu esté en las instituciones y que con sus pactos mejoran la vida de los ciudadanos, es sorprendente. El problema es que los de Bildu no han cambiado, pero el PSOE sí", ha lanzado Alberto Núñez Feijóo desde el Polideportivo de Sansomendi, engalanado para la ocasión con mesas a modo de cóctel, dibujando una estampa de acto político tradicional, como americano, tan alejado del extendido patio de butacas atiborrado de banderías.

El líder del PP ha hecho antología de todos los mensajes confeccionados por el PP para esta campaña y los ha puesto encima de la mesa en un esmerado discurso, mucho más largo que el pronunciado minutos antes por Pedro Sánchez a 68 kilómetros. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha arropado a Eneko Andueza, candidato del PSE el 21-A, por tercera y última vez en campaña.

Y lo ha hecho más en clave nacional que vasca, sacando pecho de su gestión al frente del Ejecutivo y levantando mensajes a favor del reconocimiento del Estado palestino o la reforma laboral. Sánchez, minutos antes, pidió el voto para Andueza frente a la "resignación" que encarnaría el proyecto del PNV y la "agenda oculta" de EH Bildu. Un extremo novedoso, habida cuenta de la complicidad con los abertzales en Madrid, donde son socios preferentes y estables del Ejecutivo de coalición que lidera.

Es por ello que el líder del PP ha incidido en el "fariseísmo" y el "cinismo" del PSOE. Los populares describen una relación ciclotímica de socialistas y abertzales en función de un sólo parámetro: que estén o no imbuidos en un ciclo electoral. "Durante la legislatura pactan con Bildu y durante las elecciones les critican", ha resumido la relación entre ambas fuerzas políticas. Frente a esa opción, el líder del PP ha defendido a su formación como "el único partido que está en las elecciones y no se disfraza de nada". 

"El PSOE de Sánchez lleva años blanqueando a Bildu, diciendo que son progresistas. Ahora resulta que el progreso consiste en ser de HB, de Sortu o de Bildu. ¿Ese es el progreso para el PSOE? Si algunos socialistas levantaran la cabeza, se avergonzarían del partido de Sánchez y todo lo que ha hecho en Euskadi todos estos años", ha ahondado Feijóo en un mensaje sacado con mayor intensidad que nunca en los últimos compases de la campaña.

"Queremos que los socialistas que se alegraron de que hubiera un lehendakari socialista gracias al PP voten al PP", ha interpelado directamente Feijóo a sus votantes. En la misma línea que esta misma mañana había hecho desde Bilbao, hablando directamente a los 130.000 vascos que lo votaron el 23-J. "Quiero pedirle el voto a todos los que han votado al PSE porque se sienten engañados y estafados, a todos los que han votado al PNV y no son separatistas y a todos aquellos que no aceptan que la referencia democrática y moral del País Vasco sea Bildu".

Feijóo, además, evocó el pasado de resistencia del PP vasco frente a ETA y lo definió como "el partido más honorable de España". "Y el partido que más ha colaborado con la libertad de Euskadi. Gracias a que resististeis, estamos hoy aquí", ha agradecido, alcanzando el cénit emocional de la campaña. "Esta es la segunda campaña a las elecciones vascas en que los compañeros del PP no necesitan escoltas", recordó esta mañana.

Pradales: "Bogar todos a una"

Una fibra que ha intentado tocar el candidato peneuvista, Imanol Pradales, durante su cierre de campaña en el Arenal bilbaíno. Los motivos son muy distintos: si el PP significa resistencia en el País Vasco, el PNV es sinónimo de hegemonía en Euskadi y dominio sobre Ajuria Enea, tan sólo interrumpido por los cuatro años de Patxi López (2011-2015), esos a los que ha apelado Feijóo pero no Sánchez este viernes.

Pradales ha llamado a los suyos a "bogar todos a una" para "no ir para atrás", estableciendo este momento como "el de la verdad" en Euskadi.

En la trinchera opuesta, EH Bildu, una formación al alza tras el "blanqueamiento" -según coinciden todas las fuerzas opositoras en el Congreso- llevado a cabo por Sánchez. El candidato abertzale, Pello Otxandiano, ha contado con la presencia en su mitin final de campaña del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y con el líder de su partido, Arnaldo Otegi. "Llamo a apoyar la lista que puede ser hegemónica en estas elecciones y fortalecer la izquierda independentista", ha contrapuesto Otegi al PNV. "No les pido el voto a EH Bildu, sino a la vieja nación vasca para que sea posible la suma entre abertzales", ha lanzado en clave nacionalista.