La posición de Pedro Sánchez con Estados Unidos se ve amenazada por un doble dilema: por un lado, tratar de encarrilar las relaciones con un Donald Trump que exigirá a España -como principal aval en sus relaciones bilaterales- que multiplique su presupuesto armamentístico con el objetivo de reforzar las capacidades de la OTAN; por otro, el órdago de Carles Puigdemont, que anticipa un año más sin Presupuestos Generales… y la imposibilidad de incrementar las partidas de Defensa que exigen desde la Casa Blanca. Un desafío a dos bandas abocado al fracaso.
Fuentes diplomáticas consultadas por Vozpópuli insisten en la rotundidad del mensaje de Donald Trump. El recién investido presidente de Estados Unidos lo tiene claro con Europa: quiere que el Viejo Continente refuerce sus capacidades militares para dejar atrás su dependencia respecto a Estados Unidos, en un escenario cada vez más convulso y ante los desafíos que plantean la Rusia de Vladimir Putin y la China de Xi Jinping.
Como contó Vozpópuli, España destinó en el año 2023 el 1,29% de su PIB al sector de la Defensa. Cifras muy superiores a las de años anteriores y en la senda de alcanzar el 2% comprometido con la OTAN de cara a 2029. Pero el esfuerzo parece ser insuficiente. Así lo trasladan tanto Estados Unidos como la OTAN. Donald Trump llegó a hablar del 5% -inalcanzable para muchos aliados- y advirtió: si no hay un incremento notable, Washington podría abandonar la organización.
"Aprender ruso"
Más moderado fue Mark Rutte, secretario general de la Alianza Atlántica, en sus últimas estimaciones: 3,6% o 3,7%, con ligeras variaciones en función de los gastos de innovación o los programas armamentísticos conjuntos. Y lanzó un aviso a navegantes. De no cumplirse, sólo quedaban dos opciones, “aprender ruso” o “marcharse a Nueva Zelanda”.
Pero España no aspira, ni de lejos, a llegar a esas estimaciones. “Tenemos un objetivo marcado entre todos que es el 2% de gasto en la OTAN. Nuestro compromiso es alcanzarlo en 2029”, insistió el ministro de Exteriores, José Manuel Albares este jueves, en una entrevista en Onda Cero. “Somos diez países por debajo del 2%”, argumentó, sin hacer ninguna referencia a las nuevas posiciones planteadas por Mark Rutte y Donald Trump.
Pero Albares también destacó la necesidad de sacar adelante unos nuevos Presupuestos Generales del Estado: “Es bueno para todos”; pero no “todos” lo ven fácil. La aritmética parlamentaria obliga a negociar a varias bandas, incluyendo todos los partidos de izquierda, independentistas y separatistas; los que sacaron adelante la legislatura en favor de Pedro Sánchez. Y es aquí donde surgen las discrepancias.
Los Presupuestos
Desde PNV ya dejaron entrever la dificultad de sacar adelante unas nuevas cuentas. Y ahora es Carles Puigdemont el que lanza su órdago, tras la reciente suspensión de las relaciones entre Junts y PSOE, y las posiciones enquistadas respecto a la cuestión de confianza a Pedro Sánchez. “Hasta que no se resuelva la crisis de la moción, no podemos seguir negociando con alguien que no tiene nuestra confianza”, afirmó el expresidente catalán, huido de la Justicia tras su reaparición en el corazón de Barcelona, burlando todo perímetro de seguridad de los Mossos d’Esquadra.
A partir de aquí se derrumba el castillo de naipes. Con el cierre en banda de Puigdemont no dan los números para sacar adelante unos nuevos Presupuestos. Sin nuevos Presupuestos, será difícil incrementar la partida de Defensa para 2025. Sin ese incremento, el horizonte del 2% en 2029 se antoja más complicado. Y eso, en caso de que tanto Trump como la OTAN diesen por bueno el listón del 2%, extremo complicado a partir de las últimas estimaciones.
Un choque económico que llegan en un momento delicado para las relaciones entre Estados Unidos y España. A pesar de los lazos estrechos que definen las conversaciones bilaterales, las posiciones de Donald Trump y Pedro Sánchez no pueden ser más divergentes. El presidente español utiliza la expresión “tecnocasta de Silicon Valley” para definir al nuevo equipo de la Casa Blanca: “Está tratando de usar su poder omnímodo sobre las redes sociales para controlar el debate público”.
Erosionadas las relaciones políticas y advertido el choque económico a partir de la inversión militar, José Manuel Albares, jefe de la diplomacia española, apela a las relaciones históricas con Estados Unidas: “El presidente Sánchez tuvo hace poco una conversación telefónica con Donald Trump y hablaron de manera cordial como dos países que son aliados […]. Estados Unidos es el aliado natural de Europa y es mutuamente beneficioso para ambos”.
esnalar
21/01/2025 11:03
Prométele algo, Pedro, dile que tienes de rebaja algo que no quieran los catalanes, los vascos, algo que no quieran tus mercenarios. Por ejemplo, regalale el Valle de los Caídos y el Ferrol del Caudillo, que Franco se puede enfadar, pero no podría darle las bofetadas que te va a dar este señor en cuanto termine de tomar el café.