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España

La amnistía abre la puerta a las candidaturas de Puigdemont y Junqueras a un año de las catalanas

El texto no solo permite al expresidente catalán eludir el banquillo y volver sin ser detenido, sino que también facilita su retorno a primera línea política. En el caso del líder de ERC se busca anular su inhabilitación vigente hasta 2031

Lo de Carmen Calvo sobre la amnistía en Cataluña
Oriol Junqueras y Carles Puigdemont. Europa Press

La ley de amnistía no solo borra cualquier delito cometido por los líderes del procés, sino que abre la puerta al retorno a primera línea política de Carles Puigdemont y de Oriol Junqueras. Cuando entre en vigor la norma, el líder de Junts y de ERC activarán la cuenta atrás para volver a presentarse a las elecciones con el foco puesto en los comicios europeos del próximo año y las catalanas, que a más tardar se tendrían que celebrar a comienzos de 2025.

Fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli explican que la proposición de ley que registró el PSOE en solitario es inequívoca y está redactada de forma tal que no haya escollos para que vuelvan a presentar sus candidaturas. Cuestión diferente es el ambiente político en el que lo harán y el clima de tensión que se vive entre ambas formaciones separatistas precisamente desde el estallido del procés en octubre de 2017.

En el caso de Oriol Junqueras, la ley le libra de la inhabilitación que tenía pendiente de cumplir; único obstáculo para volver a ejercer cargo público. Conviene recordar que el Tribunal Supremo le condenó en octubre de 2019 a 13 años de cárcel y otros 13 de inhabilitación por los delitos de sedición en concurso medial con un delito de malversación de fondos públicos agravado.

La inhabilitación de Junqueras

El Ejecutivo de Pedro Sánchez le indultó junto con los otros ocho condenados a penas de cárcel en el Supremo. Con todo, la medida de gracia fue parcial en tanto los informes del tribunal sentenciador y de la Fiscalía fueron rotundamente contrarios a indultarle, entre otros motivos, por no haberse arrepentido de la gravedad de los hechos. Así pues, el indulto se tradujo en su salida de prisión, pero le imposibilitó volver a política al menos hasta 2031.

La ley de amnistía, que se ha firmado en contraprestación a la investidura de Pedro Sánchez, le borra esta última condición del Supremo. Aunque el texto no incluye nombres porque la propia ley lo entendería como un indulto general (prohibidos expresamente en la Constitución), los artículos están redactados para sortear las circunstancias específicas de los líderes del procés.

En su caso, el artículo relativo al procedimiento penal detalla que la concesión de un indulto total o parcial con anterioridad a la entrada en vigor de la ley no impedirá la revisión de una sentencia firme. De esta forma se abre la puerta a tumbar las inhabilitaciones para que Junqueras pueda volver a la contienda electoral en un momento en que la formación que lidera acusa una sangría de votos tal que le ha llevado a caer hasta tercera fuerza política en Cataluña.

Puigdemont, libre y a política

Con todo, si hay uno de los centenares de independentistas beneficiados con la ley ese, es Carles Puigdemont. El líder de Junts abandonó España en el maletero de un coche en 2017 para sortear la investigación penal que arrancaba por el procés y, seis años después, podrá volver libre sin haberse sentado en el banquillo de los acusados.

Pese a su fuga, el Tribunal Supremo continuó investigándole por su responsabilidad directa en el 1-O y en la declaración unilateral de independencia. El magistrado Pablo Llarena le procesó junto con sus exconsejeros también fugados por delito de sedición y malversación, pero tuvo que reescribir su acusación cuando el Gobierno borró la sedición del Código Penal.

El cambio penológico le benefició en parte, pero no todo lo que se pretendía. Llarena eliminó la sedición y la modificó por desobediencia, pero le mantuvo la malversación agravada, por lo que la reforma de esta última impulsada por el Ejecutivo no surtió efecto.

Ahora, con la amnistía, el líder de Junts puede volver a España sin pisar el banquillo y sin ser detenido. La ley es muy clara en cuanto a que "decaen las órdenes de detención" tanto nacionales como internacionales, de ahí que cuando entre en vigor la norma, Puigdemont puede retornar sin temor a ser arrestado. El fin del caso del procés implicará que el contador de antecedentes penales por estos hechos quedará a cero y, por tanto, puede preparar su camino para los próximos comicios europeos o catalanes.

Los plazos de la amnistía

La principal duda reside ahora en los plazos. Tal y como informó Vozpópuli, el Tribunal Constitucional no espera tener la ley en la mesa hasta la primavera del año que viene. Así pues, aunque el texto se tramite por la vía de urgencia, el proceso es largo. Máxime después de que el Partido Popular haya modificado el reglamento del Senado, donde tiene mayoría absoluta, para retrasar el trámite de la norma a su paso por la cámara baja.

Además, los movimientos de los tribunales también pueden frenar su aplicación real. Consciente de ello, el PSOE determinó en la ley que los tribunales tienen un plazo máximo de dos meses desde su entrada en vigor, para aplicarla. Las fuentes consultadas por este medio avisan de que es muy fácil que se exceda este tiempo.

Para empezar, se prevé que el Tribunal Supremo plantee una cuestión de inconstitucionalidad ante el TC. Se trata de un trámite que no suspende la aplicación de la norma en las causas del procés, pero sí la paraliza en aquellas en las que se plante la cuestión, puesto que los magistrados aguardarán a que el TC resuelva si la ley vulnera o no los principios recogidos en la Constitución.

En paralelo, también se puede plantear una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), lo que igualmente paralizaría su tramitación. Con todo, las causas afectadas por la amnistía (diez años de procés, el 1-O en Cataluña, la causa por terrorismo contra Tsunami y CDR o la condena de Miquel Buch, entre muchas otras) tienen visos de acabar en archivo y conclusión de sumario.

La primera que se ha visto afectada de manera directa por la amnistía ha sido la que se sigue en el Tribunal de Cuentas por el desvío de fondos públicos con el 1-O. La consejera accedió a celebrar el juicio previsto para este pasado viernes, en el que Artur Mas, Puigdemont y Junqueras, entre otros, afrontan una petición de más de 5 millones de euros. No obstante, ahora va a estudiar si suspende el procedimiento en su conjunto, como piden los demandados. De acceder a ello, no se llegará a la sentencia.

Estos trámites discurrirán en paralelo a la preparación de elecciones al Parlamento Europeo, en el marco de las cuales resultó electo Puigdemont en la última legislatura. De hecho, el TJUE todavía tiene pendiente pronunciar la última palabra sobre la retirada de la inmunidad como parlamentario. El líder de Junts podría entonces optar por volver a presentarse a las europeas y seguir ejerciendo como parlamentario.

Ahora bien, el foco está puesto en las próximas elecciones en Cataluña, las cuales se tendrían que celebrar a más tardar a comienzos de 2025, si bien el fantasma de un adelanto electoral propiciaría un nuevo volantazo en la esfera política catalana.

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