Economía

El Gobierno pretende frenar los planes de Oughourlian en Indra a través de Telefónica

El armenio ve en la compañía de Defensa un gran potencial para invertir con Amber Capital

  • Joseph Oughourlian, dueño de Amber Capital.

Joseph Oughourlian y Pedro Sánchez no atraviesan su mejor momento en lo personal. Lo que hace un tiempo era una relación cercana y de ayuda mutua, ahora es tensión y distanciamiento.

El empresario tiene un plan para sus negocios en España. No es otro que intentar crecer en Indra, del que ya tiene una participación y que el propio Ejecutivo le abrió la puerta del accionariado. El empresario armenio, dueño de Prisa, ve en la empresa tecnológica y de Defensa una gran oportunidad para ganar peso en las inversiones en el Ibex 35 comprando más acciones de la cotizada. Más aún cuando los sectores anteriormente mencionados se antojan indispensables en el tejido empresarial por su importancia estratégica a nivel geopolítico. 

Con el 7% de la compañía, Amber Capital lleva unos meses ejerciendo presión al consejo de administración para que la empresa se parta en Minsait y Defensa, y así dar entrada de manera separada a nuevos socios. De hecho, la anunciada venta de la división tecnológica (Minsait) prometida por el Gobierno es una petición del armenio, si bien la Sepi está retrasando esta idea. 

Fuentes del mercado apuntan a este periódico que el vehículo inversor de Oughourlian lleva estudiando desde meses atrás la posibilidad de aumentar su participación en Indra a través de nuevas compras de acciones, que le permitirían tener mayor peso dentro del capital social de Indra. Una idea que, por el contrario, Moncloa no ve con buenos ojos. 

La Sepi es el mayor accionista de Indra, con una participación que ronda el 28%. Esta posición le hace tener bajo control la empresa tecnológica y de Defensa, si bien los planes del empresario armenio han provocado que el Gobierno esté en guardia en todo lo relacionado con los movimientos accionariales en la cotizada del Ibex 35.

Telefónica para frenar a Oughourlian

Con Oughourlian intentando alargar los tentáculos en Indra, el Ejecutivo puede aprovechar el terremoto de Telefónica para frenar a Oughourlian. Fuentes del sector explican a este periódico que, con la llegada de Marc Murtra a la operadora, la hipotética fusión entre Indra y la teleco está más cerca que nunca.

¿Y cómo afectaría a Oughourlian? Tener mucho menos poder. Los informantes remarcan que con la unión de Telefónica e Indra, el capital social de Joseph Oughourlian “quedaría completamente anulado al diluirse su participación”. Las mismas fuentes narran que, al crear un gigante tecnológico y de las telecomunicaciones, tendría un “peso nulo en el accionariado”, limitando “por completo” sus planes dentro de la empresa especializada en Defensa. 

El dueño de Amber Capital entiende que su ciclo en Prisa ya está cumplido, más aún cuando sus retornos han sido nulos por culpa de la crisis financiera que atraviesa el grupo mediático. Más aún cuando es conocedor de que Moncloa lo quiere fuera del grupo editor de El País o Cadena Ser, tal y como ya adelantó este periódico. A finales del año pasado, el consejo de administración maniobró para que dejara de ser consejero delegado, pero Oughourlian pidió su total indemnización para abandonar su cargo, algo que fue inasumible para la endeble posición económica del conglomerado. 

Moncloa y el empresario armenio también mantienen una dura pugna por la creación de un nuevo canal de televisión que tendría hueco en la TDT. El Ejecutivo entiende que Prisa ha de lanzar un dial con una clara tendencia progresista. La llegada de Óscar López al Ministerio de Transformación Digital aceleró los planes y se prevé que en las próximas semanas se anuncie la licitación. El sector asume que las condiciones estarán diseñadas para que sea Prisa la que se lleve el gato al agua. 

Pero las dudas de Oughourlian por el alto coste que supondría un nuevo canal de televisión han avivado las llamas del fuego entre Gobierno y Amber Capital. No obstante, el PSOE ejerce presión desde dentro de Prisa, a través de Miguel Contreras.

Escribano, el escudo del Ejecutivo

Con este panorama, Sánchez ha estrechado lazos con Escribano, la empresa que ha crecido exponencialmente  durante los últimos trimestres gracias a su posición en el sector de Defensa.

Escribano ha triplicado ingresos durante los últimos años, al calor de los contratos públicos. Su irrupción en el tablero de la defensa en España, en el que no había participado nunca, sucede en 2019, cuando obtiene una adjudicación de la Armada española para realizar torretas remotas, por 6 millones de euros. Ahora, se ha convertido en un socio de referencia para Defensa y para el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Escribano ha aumentado su participación en la empresa tecnológica Indra hasta alcanzar el 14,3% respecto al 8% previo. Con todo, la Sepi sigue siendo el accionista mayoritario con un 25,159% del capital.

Las buenas relaciones se escenificaron con el nombramiento de Ángel Escribano como nuevo presidente de Indra tras la salida de Marc Murtra a Telefónica. De acuerdo a las fuentes cercanas a la operadora consultadas por este periódico, José María Álvarez-Pallete fue consciente de los deseos del Ejecutivo de Pedro Sánchez para que Telefónica asumiera el control de Minsait desde el pasado verano. La posibilidad de que saliera adelante se llegó a debatir en el comité ejecutivo, que también lideraba el ya ex presidente de la operadora.

No obstante, como indican los informantes, José María Álvarez-Pallete no quería adentrarse en la compra de dicha parte de Indra puesto que no se encontraba en una “posición financiera favorable” en esos momentos. 

Recordemos que José María Álvarez-Pallete siempre ha sido un gran defensor de reducir la deuda de la operadora, uno de los grandes problemas de la compañía desde que asumiera su mandato puesto que sus vencimientos con proveedores ascendían hasta los 56.000 millones de euros hace 8 años.

Pallete ha ido eliminando ese lastre, pero durante 2024 no ha podido rebajar dicha deuda y, a falta de que se conozcan los resultados del último trimestre del año, será mayor que la de 2023. Por ese motivo, el dirigente decidió hacer caso omiso al Gobierno y no entrar en la compra de Minsait, que hubiera puesto una nueva losa en las cuentas financieras de Telefónica.

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