Ansiedad en el estómago: síntomas, causas y tratamiento

La ansiedad estomacal es un problema que afecta a muchas personas y que puede surgir a cualquier edad. Se trata de una sensación que puede ir desde sentir vacío en el estómago a tener acidez o náuseas e incluso diarreas ante una situación que puede provocarnos cierto estrés puntual. Lo primero que debemos hacer para saber si estamos ante una situación de ansiedad estomacal es descartar un problema gastrointestinal. 

A partir de ahí, debemos centrarnos en observar nuestras emociones, ya que son ellas las que podrían estar afectando a nuestro aparato digestivo. Algunas situaciones estresantes pueden provocar esas sensaciones de malestar estomacal, ya que la conexión entre el cerebro y el aparato digestivo es muy intensa. El tracto gastrointestinal es muy sensible a las emociones como la ira, la ansiedad, la tristeza o la alegría, entre otras, y esas emociones son capaces de desencadenar una serie de síntomas que darán la sensación de estar enfermo.

El estrés puede producir un desequilibrio en la flora intestinal y esto se puede traducir en ansiedad estomacal, una sensación de vacío y nervios que afecta al aparato digestivo y que supone diferentes síntomas que pueden ser muy molestos.

Causas de la ansiedad estomacal

El dolor estomacal por ansiedad puede estar provocado por diferentes causas. Según explican desde Buencoco, “el tracto gastrointestinal cuenta con su propio sistema nervioso, llamado sistema nervioso entérico. Las terminaciones nerviosas del estómago están estrechamente asociadas a las hormonas del estrés liberadas por el cerebro y que son parte de la respuesta de huida o lucha. Cuando este mecanismo se activa, las hormonas del estrés le indican al estómago que disminuya su velocidad para que los músculos y pulmones puedan bombear más sangre”. 

Cuando se descarta que pueda haber un problema físico o enfermedad que esté provocando esos síntomas, el estrés y la ansiedad suelen ser los causantes de esas sensaciones que pueden ir del ardor de estómago a pinchazos o una distensión abdominal. Esas sensaciones pueden ser ocasionadas por muchos factores, pero entre los más comunes pueden ser eventos excepcionales, como la cercanía de un examen o una entrevista de trabajo importante, hasta miedos más profundos como un miedo a ser juzgado o rechazado al hablar en público o presentarse a un examen oral. 

La ansiedad estomacal puede tener que ver también con la inseguridad, con algunas fobias o el miedo a lo desconocido o a perder el control ante una situación novedosa y también con la hipocondría. “Las personas con ansiedad generalizada están constantemente preocupadas por todo cuanto ocurre a su alrededor y experimentan altos niveles de ansiedad crónica y malestar”, dicen los expertos de la plataforma de psicología online. 

Puede haber causas relacionadas con problemas laborales o familiares, con rupturas sentimentales o matrimoniales, un duelo por un ser querido o incluso con el síndrome del burnout o estar quemado en el trabajo, que suele ser una fuente importante de estrés. 

Síntomas de la ansiedad estomacal

-Dolor abdominal. Puede manifestarse como un malestar, dolor agudo o sensación de opresión en el abdomen.

-Náuseas. La sensación de malestar estomacal puede ir acompañada de náuseas, e incluso, en algunos casos, vómitos.

-Problemas gastrointestinales. Pueden incluir gases, diarrea o estreñimiento, ya que la ansiedad puede afectar la función normal del sistema digestivo.

-Sensación de mariposas en el estómago. Algunas personas describen la ansiedad como una sensación de "mariposas en el estómago", que puede ir acompañada de nerviosismo y agitación. Puede haber también una sensación de cosquilleo, hormigueo o presión en el estómago.

-Aumento de la acidez estomacal. La ansiedad puede contribuir a un aumento en la producción de ácido gástrico, lo que podría causar acidez estomacal y ardor.

-Sudores nocturnos y al intentar conciliar el sueño. La ansiedad de este tipo no solo provoca problemas en el estómago sino que puede producir insomnio, problemas para conciliar el sueño o dificultad para volver a quedarse dormido después de despertarse entre la noche. 

Cómo reducir la ansiedad estomacal

Si esta ansiedad estomacal se produce ante un evento puntual, no debería preocuparnos en exceso, pero si se da de forma constante, sí que deberíamos acudir a un especialista que nos de las pautas necesarias para tratarla y que no condicione nuestra vida. ¿Cómo podemos, de manera general, calmar esa ansiedad?

-Técnicas de relajación. Practicar unos minutos de meditación al día puede ayudarnos a que nuestra mente se relaje y pueda afrontar los retos diarios con mayor seguridad y tranquilidad. Existen muchas técnicas de relajación para poner en práctica en momentos puntuales, como para una examen o una entrevista de trabajo, que tienen que ver con el trabajo de la relajación muscular progresiva. Si te pasa a menudo, además de consultar a un profesional, puedes practicar mindfulness o yoga para ayudarte a liberar cuerpo y mente del estrés.

-La importancia de la respiración. La respiración diafragmática nos ayuda a regular el funcionamiento del sistema nervioso, mientras regula el sistema gastrointestinal. Este tipo de respiración relajante usa el diafragma. El diafragma es el músculo que se encuentra debajo de las costillas y encima del estómago. Con este tipo de respiración, el diafragma ocasiona que el estómago, en vez del pecho, suba y baje. 

-Mímate. Llevar un estilo de vida saludable ayuda y mucho a controlar nuestra ansiedad estomacal. Practicar ejercicio varias veces por semana y llevar una alimentación saludable nos ayudará a sentirnos mejor y a tener más energía, así como a liberar tensiones en el caso del ejercicio físico.

Seguir una dieta adecuada es fundamental para mejorar los ciclos del sueño, pero también para reducir la inflamación estomacal y hasta para controlar la presión sanguínea. Mantener unos hábitos de sueño concretos y alimentación también van unidos y ambos tienen mucho que ver con la ansiedad en el estómago. Dormir bien, seguir una rutina al acostarnos y mantener unos horarios a la hora de comer e irnos a la cama, es una de las claves para sentirnos mejor cada mañana.

-Acudir a un psicólogo. Es fundamental saber pedir ayuda cuando lo necesitamos y cuanto antes lo hagamos, mejor. Como explican desde Buencoco, “el enfoque psicológico no busca aliviar los síntomas de la ansiedad estomacal (dolor, náuseas, etcétera); sino que te ofrece las herramientas necesarias para ganar confianza en ti mismo, trabajar la baja autoestima y encontrar la raíz del problema. A través de la terapia se enseña a manejar las interacciones entre los sentimientos, pensamientos y el comportamiento”.