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Probamos dos híbridos enchufables ‘made in Spain’: Leon eHybrid y Captur E-Tech

Palencia y Barcelona fabrican para Renault y Seat la nueva generación de berlinas híbridas enchufables. Un Mégane y un León que se suben al carro de la electrificación.

Tanto Seat como Renault peoducen en sus fabricas españolas las versiones híbridas enchufables de León y Mégane.

Entre el coche de combustión tradicional y el eléctrico que marca el futuro aparece la tecnología híbrida enchufable que, poco a poco, gana relevancia sobre todo a medida que las capacidades de las baterías aumentan para proporcionar cada vez más autonomía en modo eléctrico. No son todavía versiones precisamente baratas o accesibles, pero bien utilizadas logran ofrecer en el día a día una economía de consumo muy ajustada.

Porque si puedes cargar sus baterías a diario -los puntos de recarga sí son en estos momentos fácilmente accesibles por las ayudas al desarrollo del coche eléctrico- te permiten con ciertas garantías y una conducción eficiente puedes cubrir a diario en el entorno urbano entre 50 y 60 kilómetros. Lo probamos en dos nuevos modelos que, además, se fabrican en España, en las factorías de Seat en Martorell y en la de Renault en Villamuriel de Cerrato.

Ambos, además, coinciden en contar con variantes no sólo de cinco puertas, sino prácticos familiares con acabados deportivos -FR en el León, RS Line en el Mégane- por lo que ofrecen un amplio espectro de utilización.

Seat León eHybrid

El eHybrid llega hasta los 60 km en modo eléctrico

El León e-Hybrid es el primer híbrido enchufable de la marca española, un compacto en carrocería de cinco puertas y familiar que desarrolla 204 CV de potencia y homologa una de las más amplias autonomías eléctricas de segmento, 64 kilómetros. El sistema híbrido del e-Hybrid está compuesto por dos motores, uno de gasolina 1.4 TSI de 150 CV y otro eléctrico de 116 CV. El motor eléctrico se alimenta de una batería de iones de litio de 13,2 kWh de capacidad que requiere para su recarga completa en un enchufe doméstico convencional de 2,3 kW algo menos de seis horas. Si podemos cargar a 3,6 kW, el tiempo se reduce a poco más de tres horas y media. Seat ofrece de forma gratuita –excepto los gastos de instalación– un cargador de pared tipo Wallbox al comprar el León e-Hybrid.

La batería está situada bajo la banqueta trasera desplazando el depósito de gasolina bajo el maletero que ve reducida su capacidad de 45 a 40 litros y pierde  150 litros de volumen de maletero que pasa de 620 a 470 litros. En el habitáculo no hay cambios, y sigue destacando por la buena amplitud de las plazas traseras.

Una vez en marcha, el conductor puede elegir entre dos modos de gestión del sistema de propulsión: HYBRID (modo híbrido) y e-MODE (modo eléctrico). Arranca por defecto en modo eléctrico siempre que haya carga en la batería, de lo contrario lo hace en HYBRID. En e-MODE, el motor eléctrico empuja con fuerza y mueve al León con agilidad, resultando especialmente agradable en ciudad, donde es fácil llegar a superar los 50 kilómetros en modo cero emisiones con una conducción eficiente pero sin exageraciones.

En carretera puede moverse hasta una velocidad máxima en modo eléctrico de 140 km/h. Resulta muy cómodo, silencioso y rápido. A velocidades de 110-120 km/h sin bruscas aceleraciones puedes recorrer algo más de 40 kilómetros y, una vez agotada, el sistema híbrido ofrece un consumo muy ajustado para las buenas prestaciones que desarrolla. Con los dos motores empujando a fondo, el e-Hybrid empuja con mucha contundencia, permite moverse a muy alto ritmo entre curvas acompañado de un bastidor muy eficaz por tacto y precisión de la dirección y unas suspensiones que aguantan firme los rápidos apoyos en curva.

Si en ciudad los consumos a baja velocidad funcionando ambos motores –eléctrico y de gasolina– a la vez puedes mantenerlos por debajo de los 6 l/100 km, en carretera a ritmo más o menos vivo, buscando mantener velocidades entre 130 y 140 km/h, apenas sobrepasan esa cifra.

En este modo HYBRID, en conducción normal sin buscar las máximas prestaciones, el sistema gestiona la intervención de los motores de la manera que considera más eficiente. Dentro de este modo, el conductor puede activar dos opciones: mantenimiento de la batería y recarga de la batería. Con la primera opción, se le pide al sistema que mantenga la carga de la batería a un determinado nivel por si prevemos que más adelante necesitaremos hacer más kilómetros en modo eléctrico. Con la opción de recarga de la batería, el sistema carga la batería hasta el nivel indicado utilizando el motor de combustión.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN León ST 1.4 e-Hybrid FR; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + eléctrico de 102 CV; CILINDRADA 1.395 cm3; BATERÍA 13,0 kWh; POTENCIA CONJUNTA 204 CV; PAR MÁXIMO 350 Nm; VELOCIDAD MÁXIMA 220 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 7,7 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 544 km; DIMENSIONES 4.642 / 1.799 / 1.456 mm; NEUMÁTICOS 225/45 R 17; PESO EN VACÍO 1.658 kg; MALETERO 470 l; PRECIO 35.300 €

Renault Mégane E-Tech

La autonomía en modo eléctrico llega a unos 50 km

La versión híbrida enchufable del Mégane se produce como el resto de la gama en la planta de Palencia y cuenta con un sistema compuesto por un motor de gasolina atmosférico de 1,6 litros de cilindrada y 91 CV, dos eléctricos, uno de 49 y otro de 22 CV, y una batería de 9,8 kWh de capacidad. Para recargarla cuenta con dos opciones, 5 horas si la potencia es de 2,4 kW y 3 horas si es de 3,7 kW, que es la potencia máxima que admite por lo cual vale en una toma doméstica convencional.

La batería pesa 115 kilos y por ello Renault ha introducido modificaciones para mejorar su respuesta dinámica debido al mayor peso, como cambiar la suspensión trasera de eje de torsión por una más elaborada de tipo multibrazo. La potencia máxima que desarrolla es de  160 CV, con una autonomía eléctrica de 50 kilómetros. Tiene un funcionamiento que destaca principalmente por su suavidad y silencio antes más que por unas prestaciones especialmente brillantes. El consumo de batería en modo eléctrico es razonablemente bajo, y permite en ciudad acercarse a los 50 kilómetros con cierta eficiencia en la conducción, algo menos que el Leon eHybrid.

La caja de cambios, o el sistema híbrido en sí, tiene un funcionamiento un tanto peculiar, pues para engranar las marchas de manera suave, los motores eléctricos son los encargados de igualar la velocidad de giro del cigüeñal del motor y la de los ejes de la propia caja. Debido a ello, siempre se pone en marcha a través del motor eléctrico. El conductor puede elegir dos niveles de retención a través del selector de marchas: en la posición normal, D, la retención es suave; en la posición B, es más intensa y se encienden las luces de freno.

La conducción difiere poco de la de otros híbridos enchufables y resulta agradable por lo suave y silencioso mientras conducimos a ritmos más o menos estables. Porque si aceleras a fondo aumenta mucho el ruido del motor y los procesos de frenar y acelerar de forma muy continua penaliza la suavidad de conducción y se notan levemente las transiciones de marchas con un ligero tirón.

En recorrido extraurbano con una conducción tranquila el gasto medio de batería marcaba 14,8 kWh para un total de autonomía cercana a los 50 kilómetros. Como en casi todos los híbridos enchufables, tiene varios modos de gestión de la energía: Pure, Sport y MySense. El primero sirve para circular utilizando únicamente en motor eléctrico siempre y cuando la batería tenga carga, el segundo orientado a ofrecer las máximas prestaciones y, el tercero, utiliza uno, dos o los tres motores en función de la demanda de potencia o de las condiciones de circulación.

Adicionalmente hay una función denominada «E-Save» que sirve para mantener la carga de la batería entre el 40 y el 50%, suficiente para recorrer entre 20 y 25 kilómetros en modo eléctrico. Si se pulsa el botón cuando la carga está por encima de ese nivel, el sistema deja de gastar batería al llegar ahí. Si se pulsa cuando está por debajo de esa carga, el motor de gasolina carga la batería y reserva la carga para cuando el conductor decida hacer uso eléctrico.

El maletero también pierde capacidad respecto a un Megane ST térmico y tiene 389 litros de capacidad, 132 litros menos debido al espacio que ocupan la batería y el hueco dedicado a los cables de carga. No es un volumen amplio para un familiar, pero permite aprovechar fácilmente el espacio disponible. Lo que no cambia son las buenas dotes dinámicas en cuando a confort general pues las suspensiones se han adaptado al sobrepeso, y la sensación de seguridad y eficacia al volante se mantiene y se desenvuelve en carretera con soltura y eficacia. No es tan directo y preciso como el León eHybrid, pero en largas distancias el confort general es muy destacable.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Mégane ST E-Tech RS Line; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + 2 eléctricos de 67 y 34 CV; CILINDRADA 1.598 cm3; BATERÍA 9,8 kWh; POTENCIA CONJUNTA 160 CV; PAR MÁXIMO - ; VELOCIDAD MÁXIMA 183 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,8 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 544 km; DIMENSIONES 4.626 / 1.814 / 1.457 mm; NEUMÁTICOS 205/50 R 17; PESO EN VACÍO 1.678 kg; MALETERO 389 l; PRECIO 34.220 €

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