El director artístico del Teatro Real no pierde oportunidad para criticar a la institución que representa. Hace una semanas lo hizo por el presupuesto. Ahora por sus espectadores, a los que no sólo tacha de conversadores, sino que los compara con los aristócratas que abucheaban a Mozart cuando algo les disgustaba. Como guinda, afirma que la cultura española tiene gusto de "nuevos ricos".