¿Qué tienen en común Joachim Löw, el entrenador de la selección alemana de fútbol, el ministro de Hacienda germano, Wolfgang Schäuble, y las desaparecidas y brillantes plumas de la historia de la literatura que son Thomas Mann (1875-1929) y Hans Fallada (1893-1947)? Todos han gozado -y alguno todavía lo hace entre celebridades teutonas- de la isla de Sylt. Autoproclamada ‘Reina del Mar del Norte’, a la más grande de las islas Frisias se la compara con Saint-Tropez, el exclusivo retiro de la Costa Azul célebre por aglutinar a los miembros de la jet set gala.