Hace apenas unos días, Esteban González Pons, vicesecretario general y eurodiputado del PP, tras ser preguntado por la posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo dialogara y negociara con Junts su posible investidura, afirmó que el partido de Puigdemont "es un partido cuya tradición y legalidad no están en duda". Tras estas declaraciones y que se abriera semejante posibilidad, el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, que pisa la calle, sabe de lo que habla y es un político con principios, escribía en respuesta al eurodiputado que "se avecinan movimientos (y fotos) que van a destruir la reputación de quien los impulse. Porque no hay nada más valioso que ser coherente con tu pasado, tus principios y tus opiniones". Y a los pocos días, ya menos sutil, añadía que "Junts es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a hablar. Que alguien me diga qué hay que hablar con ellos…".
No solo no está mal sino que es muy conveniente y políticamente muy sano que haya voces divergentes en los partidos en relación a los temas de los que se discuta, sus propias estrategias, sus ideas o sus programas. De hecho, su actual monolitismo, La ausencia de debate interno y el seguidismo ciego a sus líderes es uno de los grandes males de nuestro tiempo y consecuencia de que a los partidos políticos se les vea hoy más como sectas que como organizaciones democráticas. Pero las declaraciones de González Pons no son tanto el reflejo de la libertad de pensamiento que existe en el PP sino más bien de la empanada mental que afecta a su formación política y que le impide hacer la oposición precisa a Pedro Sánchez como condición necesaria para convertirse en alternativa de gobierno. Esa empanada mental de la que hablo es "estar dormido o confuso, es decir, no tener las ideas claras". O, teniéndolas, no saber cómo defenderlas.
En España, el diálogo con los nacionalistas y los independentistas está sobrevalorado; tanto es así, que es la causa principal de los males que padecemos
La base de la democracia es dialogar y negociar con el resto de los partidos políticos, incluidos los minoritarios, pero en España el problema no es que se dialogue demasiado poco con los partidos que tienen en su frontispicio la desintegración de España sino que se dialoga, se negocia y se cede ante ellos. Y valen los tres verbos. En España, el diálogo con los nacionalistas y los independentistas está sobrevalorado; tanto es así, que es la causa principal de los males que padecemos. El problema no es que no se atiendan sus reivindicaciones sino que se atiendan, que todo se les conceda y que se haga depender de ellos la gobernabilidad de España. Si hay un problema de diálogo en España es el que afecta a los principales partidos, esto es, al PP y al PSOE, pero no por no dialogar con las minorías sino por no dialogar y acordar entre ellos por el bien de todos, y para evitar entregar la llave de los gobiernos a los extremos. En este punto, el PSOE es el principal responsable, que ha asumido las tesis podemitas y parte de las ideas de los nacionalistas.
Una cosa es aceptar genéricamente el diálogo democrático entre distintos y otra que pretendas ser investido presidente del Gobierno de España con quienes quieren romperla. Una cosa es presentar tu candidatura a la presidencia del Gobierno de España porque has sido el partido más votado y te servirá al menos para presentar tu alternativa política (cosa que no hiciste en campaña), y otra dialogar o afirmar que se está dispuesto a dialogar con quienes te niegan el pan y la sal, vulneraron la legalidad para constituir un Estado propio y robaron dinero de todos para intentar alcanzar ilegalmente sus objetivos particulares. E insisten en que volverán a hacerlo. Dialogar o afirmar que se está dispuesto a dialogar con Junts es mucho peor que una torpeza. Es simplemente un disparate. Es no haber entendido nada. Y es asemejarse a Pedro Sánchez.
El problema es que al dialogar o pretender dialogar con quienes no aceptan las reglas del juego y las leyes del Estado para lograr la investidura es legitimarlos, mina tu credibilidad
Tras el escándalo de las declaraciones de González Pons, Núñez Feijóo descartó exclusivamente a EH Bildu de su ronda de contactos e insistió en la idea de que hablará con todos los partidos "que quieran hablar" pero que "no admitirá chantajes". El problema es que al dialogar o pretender dialogar con quienes no aceptan las reglas del juego y las leyes del Estado para lograr la investidura es legitimarlos, mina tu credibilidad y debilita tu alternativa. Es, de facto, aceptar su chantaje.
La condición necesaria para tener éxito en política y, en este caso, ganar al PSOE de Pedro Sánchez, es disponer de un proyecto alternativo, ser creíble y defenderlo sin complejos. El PP tiene dos problemas que le impiden gobernar España: por un lado, el PSOE, como principal rival político; por otro lado, Vox, como escisión en su derecha que le resta votos, posibles aliados y autonomía. Pero el principal problema es él mismo, porque no sé si está dormido, pero lo que es seguro es que no tiene las ideas claras.
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Brillante artículo; felicidades.
Magnífico artículo. Estoy tremendamente decepcionado de Feijóo después de haberle votado, ya que atenazado por sus complejos perdió una elecciones que tenía ganadas. Ha perdido el norte.
La próxima vez vote a un partido de derechas
Esperanzado 2023 ¿no se lo advirtio la ultraderecha antes del 23J? Ay...derechita cobarde...
PP = PsP = Partido sin Principios.
Es lo que hay, así que, enhorabuena por caerse del guindo, aunque sea tarde, Sr. Maneiro.
VOX no es un problema para el PP, es la disparatada conducta del PP con respecto a VOX, su único aliado. Sin una campaña intentando descalificar a VOX y exigiendo el voto útil, la jorobaron, porque tendría que haber considerado al Psoe y sus huestes antiespañoles, su enemigo, y no lo hizo. VOX no llegará a gobernar nunca, pero será el Pepito Grillo que le exija al PP dejarse de complejos y estar buscando siempre el permiso de aquellos que nunca le votarán para cada cosa que haga. El PP necesita a VOX y no debe hacerle la contra. La prueba, todas las comunidades y ayuntamientos en que gobiernan juntos. Y la prueba de su utilidad, ayer mismo en Baleares, retirar la absurda ley de Francina Armengol, los médicos y enfermeras tienen que conocer el catalán, no tiene pies ni cabeza, y ha empobrecido la sanidad en Baleares. También la retirada de subvenciones que gracias a VOX se ha hecho en Castilla y León, y habrá que hacer en el resto de España.
Nunca diga nunca gobernará. Pepito Grillo le puede dar sorpresas. El futuro es siempre incierto estimada opinante. Un afectuoso saludo.
De acuerdo con Pontevedresa y con la matización de Dantes. Vox es muy difícil que gobierne siendo el partido mayoritario, salvo situación extrema (por ejemplo, nuevo intento separatista con violencia), pero lo hará probablemente con el PP, si este es capaz alguna vez de quitarse la empanada mental que dice el articulista Gorka Maneiro, aunque me temo que sin Ayuso al frente eso va a ser casi imposible. Con asesores como González Pons seguimos en lo de siempre.
Feijóo ha dicho que excluye a Bildu de la negociación... El mismo hecho de tener que aclarar que Bildu no formará parte de su ronda de negociación es lamentable. Ahora está dispuesto a dialogar con un partido que convocó unas elecciones ILEGALES.
Pero podemos irnos más allá. Tampoco Aznar tuvo inconveniente en pactar con el PNV, cuyo uno de sus dirigentes, un tal Arzalluz, llamaba a los etarras "nuestros chicos".
Vox es, hasta cierto punto, una escisión del PP. Les recuerdo que Abascal fue del PP. Y si muchos del PP se han ido a VOX es porque estaban hasta la coronilla de ver este tipo de comportamientos.
Es más de lo mismo, de lo que hemos padecido durante 40 años. El PP jamás ha dado la talla. JAMÁS. Y tan responsable de la situación en la que estamos como el PSOE. Éste por acción, aquél por omisión.
Yo, de lo que no tengo ninguna duda, es de que Abascal jamás se hubiera reunido con Bildu, ni con Junts, ni con ERC, ni con BNG, ni con PNV. Y no hubiera hecho ninguna falta que saliera a aclararlo. Sé que no lo hará. LO SÉ.
Este es principalmente el problema de España. Tenemos partidos que tienen principios y sabemos cómo van a actuar. Sabemos qué va a hacer o va a decir Bildu o ERC, cuyos principios son deleznables.
Ahora bien, nunca sabemos lo que harán PSOE o PP. No tiene principios, ni ética ni moral. Son sólo estrategia. Puro electoralismo. Y cuando te gobiernan sin principios durante 40 años, tu país se convierte en un vertedero.
El PP tiene una empanada mental que le dura 40 años. Y el señor Manero también, se acaba de dar cuenta.
Gran comentario
Miente más que escribe, Sr. Maneiro. Vox, ni es escisión de la Pp, y si es el unico partido de derechas democrática de España, porque su Pp hace tiempo que paso el Rubicon, y es izquierda. Y no, no son problemas nada mas que para aquellos traidores que han vendido España, al globalismo como es su traidor PP, pq los reetrata! Y su Pp todo, tiene las ideas muy claras, que las únicas ideas que tiene, son las de su amos globalistas extranjeros, que quieren destruir España como Nación, asi que son tan traidores como la Psoeta. Y la unica idea central de su Pp es los negocietes de la Pp, y sus traseros! Y el verdadero problema es la Pp para España, porque forman parte del problema, Y NO DE LA SOLUCIÓN, SR. MANEIRO, QUE USTEDES SON TAN PROBLEMA PARA ESPAÑA COMO LA PSOETA, Y LOS QUE DE VERDAD IMPIDENQUE ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES TENGAMOS DEFENSA, ANTE LA TIRANIA SOCIOMUNISTA Y GLOBALISTA, QUE NOS QUIEREN EXTERMINADOS O ESCLAVOS, Y DESAPARECIDOS COMO NACIÓN DE CIUDADANOS LIBRES Y CON DERECHOS!!
Veo que el señor Maneiro es otro de los que está "viendo la luz" de lo que realmente es el PP.
El PP tiene proyecto, gobernar, y tiene principios, a cualquier precio.
Lo lleva haciendo desde Aznar (y sus famosos pactos con Pujol, sí, el líder del "clan Pujol"), lo siguió haciendo con Rajoy y su cuponazo (del que tanto sabrá el señor Maneiro) y lo piensa pergreñar con Feijoo.
No sé a qué tanto escándalo, el PP de Feijoo es el PP de toda la vida, otra cosa es que haya millones de españoles, como Maneiro, que no quieran verlo a pesar de llevar años mostrandolo.
Impecable, señor Maneiro. Mis respetos.
Escueta y clarividente reflexión sobre el actual PP. Enhorabuena Sr. Maneiro.