Ya nadie niega el volantazo. Emmanuel Macron proclamó que "Francia no puede acoger toda la miseria del mundo", dando la razón a las tesis clásicas del lepenismo. Olaf Scholz, canciller alemán, pidió en Der Spiegel deportar "a gran escala", mientras por la izquierda crece la carismática Sarah Wagenknetch con un discurso de defensa del trabajador nacional. Recordemos que Ángela Merkel ya sentenció en 2010 que el multiculturalismo "es un fracaso total". Hoy un programa político de control migratorio no impide llegar a presidir un país europeo, como ha demostrado Giorgia Meloni.
¿Cuándo comenzó esto? Hace justo diez años tuvimos el episodio más llamativo, cuando la prestigiosa cadena pública británica BBC -progresista y militante de la diversidad- propuso una encuesta con la siguiente pregunta: "¿Está funcionando el multiculturalismo?".El resultado habla claro: los "noes" alcanzaron el 95%. Durante algo menos de medio siglo, el paradigma del mal había sido el discurso 'Ríos de sangre' (1968) del diputado conservador Enoch Powell, que se pasó con el tono melodramático pero acertó en gran parte de la profecía, cimentada en su vasta cultura e instinto político. En un excelente artículo, Javier Bilbao le define como la Casandra del multiculturalismo, aquel personaje de la mitología griega que anticipa la verdad sin que nadie la crea.
Multiculturalismo de coche carbonizado
A estas alturas, no queda nadie que dude de que el gran fracaso de la república francesa son las banlieues islamizadas, auténticos guetos fuera de la vida cotidiana de Francia. La frustración social acumulada durante décadas se convierte en violencia con gran facilidad, además de manera creciente.
En último estallido, junio de 2023, se registraron 90 detenidos, 2000 vehículos incendiados y 77 locales de policía atacados. Y nadie parece tener solución, ni siquiera una mala o arriesgada.
El director de cine Bertrand Tavernier recordó a la izquierda que son los barrios más pobres quienes necesitan mayor protección policial
Cuando alguien explica esto en cualquier bar, los parroquianos lo comprenden, aunque este discurso es motivo de linchamiento en casi todos los medios de comunicación. En realidad, señalar el problema no es una cuestión de racismo sino de arraigo: los migrantes no son tratados como iguales en Francia y tampoco mantienen vínculos con sus países de origen, quedando atrapados en una especie de purgatorio socio-existencial. En España (empezando por Cataluña) va a acelerarse el proceso: veremos sufrir a los políticos que siguen en su burbuja (casi todo el progresismo) y crecer a quienes miren de frente el problema (como hizo Xavier Albiol en Badalona).
Ya lo avisó en 2005 el director de cine Bertrand Tavernier, poco sospechoso de filofascismo. "Desde que empezó el jaleo, Sarkozy no hace más que proclamar la 'tolerancia cero'. ¡Pero si los alcaldes de suburbios tan problemáticos como La Courneuve, Clichy o Montreuil llevan tres años protestando porque les quitan dotaciones policiales! O sea: la derecha dice que la prioridad es la seguridad, pero cada vez hay menos medios para garantizarla, porque hay menos patrullas y también menos comisarías", explicó en El Mundo. Cuanto más pobre es un barrio, más protección policial necesita.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Migrantes, migrantes ¡vaya palabrejo se han inventado los progres! Y yo que cada vez que la leo o escucho me da por pensar en alguna palmípeda de la Laguna de Fuentepiedra (Málaga).
Europa se suicida pero antes habrá violencia y caos. Nuestros descendientes nos maldecirán
El multiculturalismo es una forma de hacer frente al problema de la migración, y el gran trastorno que genera en Europa es por el islam, de manera que surgen todas las simplificaciones xenófobas más ineptas. Fíjense en el islam, ¿cuántos gobiernos de países de mayoría musulmana se han puesto de parte de Hamás? Pues ninguno importante, los que lo han hecho son gobiernos europeos (el español) o americanos. Muy curioso: parece que el comunismo fuera un compañero menos molesto que el islam, y eso por burda xenofobia:
La inmigración es un problema, pero no el gran problema. En Egipto hay más población que en Argelia, Marruecos, Libia, Túnez, Mauritania, Mali y Níger juntos, y no es que se vean muchos egipcios en Europa. Y lo mismo se podría decir de Turquía. El peso demográfico europeo es tan débil que es cuestión de tiempo que el conjunto musulmán de Oriente Próximo cuente más que la UE, aun en economía y productividad, por no hablar del Indopacífico.
Es decir, la invasión musulmana es sólo un aspecto de la decadencia de Europa, verificada hace muchas décadas. Antes de 1914 una cuarta parte de la población del mundo era europea y eran los europeos los que se iban a África. Sin la terrible destrucción de esa Gran Guerra es probable que África fuera rica y que en ella convivieran los colonizadores europeos y los nativos africanos, que se habían ahorrado unas cuantas hambrunas y regímenes criminales.
El multiculturalismo expresa los intereses de los políticos socialistas, que como señores feudales encuentran el nuevo caladero de votos en gente ajena a los países en los que habita, colonos que ve a los blandos y adocenados anfitriones como nativos absurdos y degenerados, obsesionados por cambiarse de sexo o por salvar los ríos del daño que les hace la gente.
Aprovecho que los albañiles van a tomar el bocadillo para comentar esto.
Para simplificar: el progresismo es la ideología dominante en Occidente. En parte es mala conciencia por el colonialismo y en parte es una compensación al marxismo, dado su fracaso social, político y económico.
El progresismo domina ideológicamente. Aplicando los consejos de Gramsci ha invadido la cultura, la universidad, los medios, etc. Crea buena conciencia porque maneja grandes palabras: justicia, igualdad, progreso, libertad, contra el racismo y la xenofobia, por los pueblos oprimidos, etc. Pero todo lo sectario e implacable que es internamente (fijarse, por ej. en las izquierdas españolas) es ingenuo, bobo y buenista cuando se refiere a lo no occidental. El culpable de todo es Occidente, el varón blanco occidental y heterosexual. En cambio es bueno el indigenismo, el Islam, el negro, la inmigración es enriquecimiento, hay que integrar todo lo que venga, no hay que cerrar las puertas, todos somos iguales, etc .
El progresismo, por ejemplo, coloniza toda la Criminología. Por eso muchos ciudadanos no entienden que los delincuentes estén normalmente libres, que los castigos suelan ser ridículos y a que a los extranjeros no se les expulse, sean ilegales o cometan delitos.
En Europa, cuando el problema se hace agudo, algunos votantes ingenuos reaccionan y dan mayorías a partidos conservadores, pero ya empieza a ser tarde, porque los porcentajes inmigratorios empiezan a ser intimidantes.
Y luego está el Islam, con el que el progresismo colabora al demonizar la "demonización" del Islam.
Cada musulmán es como es, los hay de todas clases, como en todas partes, pero importar Islam es suicida, pues se trata de una ideología totalitaria contraria a nuestros valores y con preceptos de dominar el mundo.
Aprovecho que los albañiles van a tomar el bocadillo para comentar esto.
Para simplificar: el progresismo es la ideología dominante en Occidente. En parte es mala conciencia por el colonialismo y en parte es una compensación al marxismo, dado su fracaso social, político y económico.
El progresismo domina ideológicamente. Aplicando los consejos de Gramsci ha invadido la cultura, la universidad, los medios, etc. Crea buena conciencia porque maneja grandes palabras: justicia, igualdad, progreso, libertad, contra el racismo y la xenofobia, por los pueblos oprimidos, etc. Pero todo lo sectario e implacable que es internamente (fijarse, por ej. en las izquierdas españolas) es ingenuo, bobo .
Nos engañaron nuevamente, es lo que la Izquierda hace, engañar. El multiculturalismo es, que todos van al cole, todos trabajan, todos respetan y participan de las tradiciones del país de acogida, todos van al futbol, todos de vacaciones, todos, todos........y el día festivo unos van a la iglesia y otros a la Mezquita.
Lo que hemos estado admitiendo es una INVASIÓN. Zonas completas de las ciudades. Cuando se habla del "Califato de Birminghan" es por alguna razón.