Quantcast

Internacional

Análisis: ¿Puede pasarle lo mismo a Vox que a sus socios de Polonia?

Los especialistas consideran que los partidos de derecha de corte antieuropeo tienen muchos visos de seguir creciendo en Europa por el abrazo de la población afectada por la crisis económica de 2018 a posiciones antiglobalistas y antiaperturistas

Santiago Abascal y el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki / Vanesa Nérida.

Vox espera con paciencia que su momento llegue en España, de la misma forma que le llegó a Giorgia Meloni en Italia. Muchos escépticos lo veían imposible, pero la líder de la formación de extrema derecha, Hermanos de Italia, lleva ya un año y un mes al frente de la Presidencia del tercer país con más PIB de la Unión Europea. En el seno del partido de Santiago Abascal creen que su hora llegará tarde o temprano, principalmente gracias al rechazo a la inmigración y al globalismo. Sin embargo, los resultados en las elecciones parlamentarias de Polonia han sido un mazazo para los intereses de las formaciones de esta esfera política. El partido Ley y Justicia (PIS), socio de Vox, ganó las elecciones, pero ha perdido casi medio millón de votos y no cuenta con suficientes apoyos en el Parlamento para gobernar. Vox, por su parte, perdió 19 escaños y 700.000 votos el 23 de julio. ¿Hay un cambio de tendencia en el avance -hasta ahora imparable- de la extrema derecha en Europa? ¿El destino de Vox es Italia o Polonia?

Los especialistas en política internacional consultados por Vozpópuli consideran que el tropiezo de la extrema derecha en Polonia no es significativo en términos generales, y que los partidos de derecha de corte antieuropeo tienen muchos visos de seguir creciendo en Europa en los próximos años. José Ignacio Torreblanca, director del European Council on Foreign Relations (ECFR), explica que "la tendencia a la derecha está bien establecida en toda Europa. Hay casos como el de Polonia en que la oposición puede ponerse de acuerdo, como ha ocurrido bajo el liderazgo de Donald Tusk (Coalición Cívica), que va a pactar con Tercera Vía y Nueva Izquierda. Pero no se puede obviar que el número de gobiernos progresistas es muy reducido y se teme que los liberales viren a su derecha, y no a su izquierda, como fuente de reemplazo. En Italia, las derechas se han unido, pese a luchar separadas durante años".

La buena salud de la extrema derecha

En palabras de este especialista, "no hay un núcleo europeísta grande, ni tampoco progresista" y "las próximas elecciones van a ir bastante por ahí. Tanto Alternativa para Alemania como el partido de Le Pen van a estar en el Parlamento Europeo el próximo año con números importantes. Puede ser más o menos fuerte la tendencia hacia la derecha, pero lo que está claro es que no hay una tendencia a la izquierda".

El director del ECFR considera que detrás de la buena salud de la que gozan estas formaciones se encuentran los "coletazos de la crisis de 2008". El efecto de la crisis ha sido la "desintegración de los países tradicionales. Se ha producido una reacción antiinmigración que sienta las bases en motivos materiales. Las clases desfavorecidas se han rebelado contra los partidos aperturistas y globalistas, y acusan a la izquierda de ser responsable, precisamente, de estas políticas. España es un poco la excepción, el único país junto con Alemania que mantiene el centroizquierda y el centroderecha de toda la vida".

Andrea Betti, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas, coincide en que no se puede extrapolar lo ocurrido en Polonia a un cambio de tendencia generalizado en Europa.

"El resultado de las elecciones en Polonia abre potenciales nuevos escenarios, pero al mismo tiempo creo que no hay que exagerar. En otros gobiernos en Europa las fuerzas más radicales, más euroescépticas, siguen firmemente en el poder, como por ejemplo en Italia o Hungría. Pero incluso en algunos países del norte de Europa hay visiones euroescépticas o que quieren poner freno a más integración europea. En Francia o en Alemania también hay fuerzas euroescépticas y podrían obtener muy buenos resultados en las próximas elecciones nacionales según los sondeos", señala.

Por tanto, ninguno cree que la extrema derecha vaya a perder fuelle en Europa por lo sucedido en Polonia. Ahora bien, ¿se librará Vox del destino de Polonia? ¿O triunfará como Giorgia Meloni? Bajo el punto de vista de Torreblanca, Vox lo tiene complicado: "Con sistemas como el español generas absorciones o no llegas al poder. En España, Vox está en caída como demuestran las elecciones del 23-J, y nuestro sistema penaliza que haya muchos partidos. El sistema electoral tiene una influencia capital, porque tiende a la fragmentación o a la fusión de las corrientes políticas". Nuevas encuestas apuntan a que el partido de Abascal sigue perdiendo apoyos en las urnas, aunque en la formación siempre se han mostrado confiados de su situación.

Los motivos de lo ocurrido en Polonia

Para Betti, no obstante, lo ocurrido en Polonia es una "oportunidad". "El hecho de que la coalición que más probabilidad tiene de formar gobierno sea una coalición europeísta liderada por un ex presidente del Consejo Europeo, Tusk, es una buena noticia para aquellos que quieren avanzar en la integración de la UE". De hecho, Tusk ha prometido que una de las primeras cosas que hará en el Ejecutivo será viajar a Bruselas para "descongelar de inmediato los fondos del plan de recuperación de la Unión Europea".

Polonia es uno de los pocos países de la UE que no ha recibido ni un euro de este fondo y esto, bajo el punto de vista de Betti, "es algo que seguramente haya pasado factura a la coalición derechista que está en el gobierno". La UE congeló estos fondos por un procedimiento de la Comisión Europea contra del Gobierno del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, socio de Santiago Abascal. El Ejecutivo de Morawiecki ha sido acusado de amenazar la independencia del poder judicial a través de una reforma que otorgaría más poderes al Gobierno en el nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo. También ha influido en la decisión europea su trato a la independencia de los medios de comunicación y otra serie de cuestiones.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • M
    Mari loli

    1.La diferencia respecto a 2019 según los datos publicados en El País es de 623235 votos.
    2.El resultado por comunidades según los datos publicados en El País:
    BAJA RESPECTO AL 10N2019, PERO SUBE RESPECTO A 28M2023:
    Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Ceuta, Melilla, C.Valenciana, Extremadura, La Rioja, Asturias, Murcia, Galicia, Castilla La mancha
    BAJA RESPECTO AL 10N2019 Y RESPECTO AL 28M2023: Castilla y León
    SUBE RESPECTO AL 10N2019 Y AL 28M2023: Cataluña, Madrid
    IGUAL RESULTADO RESPECTO AL 10N2019: Navarra, Islas Baleares, País Vasco, Cantabria
    Saque Ud. sus propias conclusiones.

  • S
    Sor citroen

    "Extrema derecha" dice. Pues si un partido conservador en lo moral y liberal en lo económico es "extremo", no sé dónde van a posicionar a Falange española...

  • D
    DDT

    Al paso que va el PSOE y el PP, normal que crezca Vox, llegará un momento en que se dispare

  • F
    frasquitoelloco

    No sé de qué palo irá realmente Vox, pero la Meloni es del Aspen Institute, un chiringuito globalista de m. Así que apañados van los italianos si se creen que ella va a hacer algo.

  • J
    JohnGalt

    ¿Para cuando los periodistas "independientes" se referirán a Sumar, a Podemos y al PSOE de Sánchez como "extrema izquierda" cada vez que los mencionen?

    • F
      frasquitoelloco

      Extrema izquierda globalista, para ser exactos. Y Sumar es eso, un negocio creado para "sumar" votos al PSOE. De ahí el nombre.

  • H
    Hermes

    Borja Negrete adopta el lenguaje de la izquierda y no duda en denominar a VOX como "extrema derecha". VOX puede ser un partido muy conservador y está claro que a Negrete no le gusta. Pero todas sus propuestas encajan en la constitución. ¿Es eso extremo?
    El señor Negrete es víctima de la ventana de Overton, sin darse cuenta de que ver al contrario como extremo siempre es cuestión de perspectiva. Desde luego, Negrete está lejos de las tesis de VOX, pero ¿y si el que está en el extremo es él?