El PSOE cede al "miedo" de los barones a las autonómicas y se pone duro con la ocupación

La alarma desatada en el PSOE por el devenir electoral en las elecciones autonómicas y municipales del año que viene sigue amplificándose. Según ha sabido Vozpópuli, los socialistas cedieron este miércoles a la presión de algunos de sus barones, como el castellanomanchego Emiliano García Page, y se pusieron duros con la ocupación de vivienda en un intento de calmar el anhelo de alcaldes y presidentes autonómicos.

El portavoz en la Cámara Baja, Patxi López, anunció dos enmiendas a la Ley de Eficiencia Organizativa que persigue garantizar el desalojo en un plazo de 48 horas ante un allanamiento. Todo un giro hacia la derecha, según los socios de Unidas Podemos, que echa por tierra cualquier atisbo de acuerdo para desatascar cuanto antes la ley de vivienda, parada en un cajón del Congreso. Lo cierto es que, según las fuentes consultadas, tras estas enmiendas está el afán de contentar a aquellos alcaldes y presidentes que tienen un problema con la ocupación y que en mayo se someten al test de las urnas.

Castilla-La Mancha es el principal exponente. El presidente Page, crítico con la estrategia de su partido, lleva tiempo pidiendo tocar la ley para solucionar el problema. Y el PSOE respondió. La idea es que ya no sea necesario que un tribunal popular juzgue los casos de allanamiento, de manera que sea un juez quien se encargue del asunto para agilizar el proceso. Y también que, en caso de allanamiento, se de un plazo de 48 horas al juez tras la denuncia para que quienes han ocupado la vivienda presenten algún documento que acredite o bien la titularidad o bien una relación comercial con ella. Si eso no ocurre, la salida estará garantizada.

Estamos defendiendo el derecho de la gente a tener su vivienda

"Esto da respuesta a una cuestión que nos estaba planteando mucha gente, ayuntamietnos, alcaldes... y no tiene nada que ver con los desahucios. Esto es solo para el allanamiento y la ocupación ilegal", zanjó López, quien aclaró que el PSOE llevaba tiempo estudiando esta medida. El portavoz en el Congreso también dejó claro que la presentación de estas dos enmiendas no estaba pactada con los socios de Unidas Podemos.

El PSOE evitó entrar a valorar en qué lugar dejaría estas dos enmiendas a las personas vulnerables que se ven obligadas a allanar viviendas para encontrar un techo en el que resguardarse: "Estamos defendiendo el derecho de la gente a tener su vivienda. Buscaremos, cuando esté la ley de vivienda, soluciones habitacionales para esta gente", espetó López cuando se le preguntó por el asunto.

El enfado monumental de Podemos no tardó en aparecer en el Congreso. El morado Rafael Mayoral cargó con fuerza contra sus socios: "Veo a Patxi López descentrado. Es muy importante que cuando vaya a hacer unas declaraciones reflexione y se dé cuenta de que en estos momentos la gente tiene un problema con las subidas abusivas de alquiler y que la gente tiene un problema con las subidas que están teniendo las cuotas de las hipotecas. Y en este momento lo que hace falta cuanto antes es frenar la subida del precio de la vivienda y evidentemente no asumir la agenda de la derecha". Mayoral lanzó el órdago de la ley de vivienda, parada por la pretensión morada de que la ley permita controlar el precio del alquiler que ofrecen los pequeños tenedores de vivienda en aquellas zonas tensionadas.

El "miedo" en el PSOE

El contexto político es adverso para los planes electorales de Ferraz. Y en el PSOE, las fuentes consultadas advierten de que hay muchos alcaldes y presidentes autonómicos nerviosos. No obstante, la dirección no cree que la marca esté en horas bajas. Tampoco maneja proyecciones electorales adversas en los territorios de los barones díscolos (Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Aragón), quienes quieren revalidar sus Ejecutivos. Incluso en Madrid no dan tan mal al candidato, Juan Lobato.

Eso sí, en privado, algunos destacados socialistas no dudan en reconocer que en el partido hay "miedo" por los comicios que vienen porque la crisis económica, agravada por la guerra en Ucrania y el alza de los precios de la energía, puede ser la tumba de muchos alcaldes y presidentes autonómicos que se someterán en menos de un año al test de las urnas. "La situación es complicada. El contexto económico no es bueno y gobernar así es complicado. De eso no cabe duda", concede un destacado dirigente socialista.

La inminencia de la elecciones ha abierto la carrera del 'sálvase quien pueda', como reconocen destacados socialistas en privado. La marca del partido está sufriendo, según se desprende de las encuestas, por mucho que en público los portavoces digan lo contrario. El PP de Alberto Núñez Feijóo sigue primero en la mayoría de sondeos de opinión. La desaceleración económica, potenciada por la elevada inflación sigue siendo el veneno que mes a mes mata la expectativa del PSOE de mantenerse en Moncloa otros cuatro años.

El lío de los impuestos

En verdad, el PSOE ve cómo algunos de sus barones comienzan a abrazar una bajada del IRPF, todo un órdago al mensaje que el Gobierno lleva varias semanas lanzando sobre la importancia de los tributos para armar un estado del bienestar fuerte que garantice la justicia social. Primero fue el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, quien abrió este martes la veda de una bajada. Y su homólogo aragonés, Javier Lambán, coqueteó con sumarse si le dejan los partidos con los que gobierna.

Pero el Gobierno, consciente de que está perdiendo la batalla ideológica sobre los impuestos con el PP, se abre ya a una rebaja selectiva de tributos para rentas medias y bajas tras el giro impositivo del presidente valenciano, Ximo Puig, quien como ya contó este diario trató sus planes con el propio Sánchez. Esa es una de las rebajas selectivas de impuestos que puede presentar Hacienda en el paquete fiscal que prevé anunciar este jueves o el próximo martes. Aunque Unidas Podemos sigue presionando al PSOE para arrancarle todas las concesiones posibles no solo en el paquete fiscal, sino con los presupuestos del año que viene.