Sectores del PSOE ya piensan en Eduardo Madina para una etapa sin Pedro Sánchez

En el PSOE se ve próxima una etapa sin Pedro Sánchez a los mandos de Ferraz. Pese a que el presidente del Gobierno y secretario general socialista pelea para revalidar Moncloa cuatro años más, según ha sabido este diario algunos sectores del partido piensan ya en Eduardo Madina como revulsivo para liderarlo. Una fuente muy cercana a él le sitúa en esa quiniela e insinúa interés por su parte aunque el propio exdiputado vasco cierra la puerta a un regreso a la primera línea en conversación con Vozpópuli: "Es todo mentira. No voy a volver a la política nunca", zanja no sin cierto hartazgo.

Otra fuente que conoce a la perfección las interioridades del PSOE tampoco descarta esa vuelta de quien fue el rival de Sánchez en las primarias socialistas de 2014 en las que también concurrió José Antonio Pérez Tapias: "Tampoco será de extrañar que ande conversando", arguye. Lo mismo apunta otra persona que promovió a Madina dentro de Ferraz: "Me parece normal que se considere su nombre [dentro del partido], hay pocos de su nivel". Pero esta misma fuente enfría la posibilidad de su regreso: "Diría que no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra". Y aventura el devenir del PSOE cuando el presidente se aparte: "Primero habrá una gestora de transición, con gente como Page, y después se saltará a otra generación".

No obstante, tocará esperar el desarrollo de este año electoral. En verdad, Sánchez, que rehizo Ferraz el pasado verano tras frenar la tentativa de Adriana Lastra para liderar el partido, se ha quedado esta semana sin uno de los últimos leales que le auparon a la secretaría general, el diputado vasco Odón Elorza. Es cierto que Sánchez controla el PSOE con puño de hierro y lo recosió en el último congreso federal tras la guerra del 1 de octubre de 2016. Tampoco hay corrientes contestatarias al rumbo del partido decretado por el secretario general salvo el ruido de los barones críticos. Pero el PSOE, como comentan las fuentes consultadas, no es patrimonio de ningún líder y se ha sobrepuesto en sus 140 años a las caídas de todos sus capitanes. También lo hará a la de Sánchez.

Los espíritus al mando

Es importante reseñar que Sánchez se apoya ahora en rostros que quisieron defenestrarle. Pero todo, como explica a este diario una fuente que estuvo en el núcleo duro del presidente, se explica por obediencia al poder. Ese es el motivo por el que ahora figuras como Patxi López o Pìlar Alegría, portavoces del grupo parlamentario en el Congreso y del partido, respectivamente y otrora rivales del presidenta, están a su entera disposición.

En el PSOE causó sorpresa el terremoto que Sánchez provocó en verano. Una fuente que conoce muy bien todos los entresijos de Ferraz no duda en calificar de "llamativo" el hecho de que el líder del partido recurriera a muertos del aparato socialista que quisieron enterrarle aunque finalmente le dejaran con vida para que resucitara. Lo cierto es que el actual cuartel general del Ferraz es el último cartucho político del presidente y es con el que está afrontando el ciclo electoral que se abierto este año.

Moncloa también es escenario de otro enfrentamiento entre dos pesos pesados, empeñados en replicar los vicios que terminaron con la exvicepresidenta Carmen Calvo y con el exjefe de gabiente de Sánchez, Iván Redondo. Como ya contó este diario, Óscar López, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, chocan por sus papeles en el Gobierno. Ambos se entrometen en las decisiones del otro. Y, de fondo, hay una disputa de poder.

Los roces de las manos derechas

Lo cierto es que ambos se consideran la mano derecha de Sánchez justo cuando estos sectores del PSOE ya piensan en el momento en el que el presidente del Gobierno esté nocaut. Y en esas, pese al convencimiento de gran parte del partido de que el recambio debería ser una mujer, tanto López como Bolaños se miran al espejo y se preguntan cómo les sentaría el poder ahora que viven en Moncloa.

Es más, algunas fuentes apuntan que de los dos, es Bolaños quien se considera más sucesor de Sánchez. Y todo porque, dicen, está absorbiendo rápidamente todo el poder que le ha dado el presidente del Gobierno. Estas fuentes vienen a decir que es lógico que alguien que gestiona el engranaje del Ejecutivo se imagine al frente de él. O, al menos, con más poder. Y esa fue la perdición de Redondo. Sánchez tiene esperando a medio partido.

No obstante, la actual mano derecha del presidente en Ferraz, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general María Jesús Montero, desata pasiones en amplios cuadros del socialismo. Es más, se la ve como continuadora del legado de Sánchez en caso de que el presidente termine fuera. Montero, andaluza, conoce perfectamente la política, el partido y el Gobierno. Y se la percibe como un "volcán" capaz de plantar cara a un Gobierno de PP y Vox. Eso sí, en el PSOE ya hay una nueva generación preparada en la que hay figuras, como la de Andrea Fernández, que comienzan a despuntar. El tiempo dirá.