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Política

Podemos cae con fuerza en el 'superdomingo' y se aleja la coalición con Sánchez

Pablo Iglesias.

Podemos pierde votos prácticamente en todos los territorios y grandes ciudades con respecto a 2015 y también con las últimas elecciones generales. Los alcaldes autodenominados del cambio dejan el gobierno en Madrid, Zaragoza, Santiago de Compostela y La Coruña. El único dato positivo son las cuatro regiones (La Rioja, Baleares, Asturias y Aragón) donde los diputados de Podemos son clave para que el PSOE obtenga la presidencia.

En las europeas, Unidas Podemos (coalición de IU y Podemos) pierde 800.000 votos con respecto a 2014, cuando el partido de Iglesias irrumpió en política. Son cinco europarlamentarios menos que hace cinco años: de 11 a los 6 de ahora. "Hubiéramos querido un resultado mejor", ha reconocido la candidata María Eugenia Rodríguez-Palop. Aunque ha añadido: "Somos la única fuerza que puede significar o suponer un dique de contención a la política de ajustes neoliberales". 

A nivel regional, la caída de Podemos es aún mayor. En Castilla-La Mancha y Cantabria los morados se quedan sin representantes, cuando hace cuatro años lograron respectivamente dos y tres diputados autonómicos. En la Comunidad de Madrid el partido morado se queda al borde de no tener diputados en la Asamblea regional. Mientras que los ayuntamientos del cambio quedan casi borrados del mapa.

Carmena pierde la alcaldía

En la capital, la lista alternativa a Manuela Carmena, Madrid en Pie, respaldada por Pablo Iglesias en los últimos días de campaña no ha logrado entrar en el pleno del Consistorio. Y el PP recupera el Consistorio capitalino después de cuatro efímeros años de gobierno de Carmena, quien, según ha prometido, dejará la política.

En Zaragoza, la división interna entre Podemos y Zaragoza en Comú dejan a los morados sin alcalde. En esa ciudad también el bastón de mando vuelve en las manos del PP, puesto que la suma con el PSOE no es suficiente para gobernar. Podemos también pierde La Coruña y Santiago de Compostela, mientras que en Barcelona la regidora Ada Colau pierde un concejal con respecto a 2015 y tendrá difícil revalidar el gobierno local tras quedar después de ERC.

Solo en Cádiz, el alcalde José María González Kichi se mantiene al mando del Consistorio. Pero su éxito es agridulce para Iglesias, ya que el andaluz se desmarcó abiertamente del secretario general en la campaña electoral. Podemos Andalucía, de hecho, es contrario a que Podemos entre en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Balance negativo

El balance es por lo tanto extremadamente negativo. Más allá de la caída en las europeas, los morados se dejan mucho poder territorial con respecto a hace cuatro años. Y también pierden más votos en proporción que en las generales del 28 de abril.

Para Iglesias será difícil esta vez decir que ha salvado los muebles, aunque es cierto que podrá presentarse ante Sánchez llevando en la mochila acuerdos en cinco comunidades para pedirle a cambio su ingreso en el Ejecutivo. Entre ellas, destacan Baleares y Aragón. Pero sus peticiones deberán inevitablemente reducirse con respecto a las expectativas que aguardaban hace tan solo pocos días, con el peligro a que se esfume su sueño de llegar al Consejo de Ministros. 

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