Sin leche ni frescos para los ancianos: la huelga de transportistas azota a las residencias

El desabastecimiento no está afectando únicamente al sector comercial. Las personas mayores están sufriendo las consecuencias de un conflicto que les queda muy lejos. Esta semana, el Grupo Social Lares, un grupo al que pertenecen 17 asociaciones autonómicas que aglutinan 1.050 centros y servicios en toda España, denunció la situación que se está viviendo en los centros de mayores por el desabastecimiento y solicitó públicamente a las administraciones que proporcionasen los servicios mínimos para garantizar el suministro en las residencias.

Según el propio organismo, esta huelga de transportes, que sigue sin resolverse, ha "discriminado" a estas personas, ya que dependen de los menús que elaboran a diario en los centros. De hecho, Sandra Cuesta, directora del Hospital Asilo de Luarca, contó en Telecinco que algunos centros solo tienen asegurada la comida de una semana. En el comunicado, consultado por Vozpópuli, explican que “la situación es insostenible": "Solo tenemos el suministro de producto fresco asegurado para una semana más”, denuncian las diferentes Asociaciones que forman parte del Grupo Social Lares. La alerta principal se encuentra en Asturias, Cantabria y Galicia.

Jesús Cubero, secretario general de la Asociación Estatal de Servicios Residenciales de la Tercera Edad (AESTE) confirma esta información a este periódico: "De momento sólo se están produciendo problemas de suministro en las zonas más rurales y con los centros más pequeños de nuestro país. Principalmente nos han notificado problemas de suministro de algunos alimentos básicos en Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, donde la huelga se ha seguido con mayor incidencia, y donde el trazado de las carreteras permite un bloqueo con mayor facilidad".

La asociación Lares ha explicado que en algunos centros perjudicados los propios trabajadores se están encargando de comprar aquellos productos que no llegan por vía tradicional. Según la información que lanzan las asociaciones, los productos que más faltan, desde la semana pasada, "son las frutas, las verduras y la leche", alimentos básicos para la salud, especialmente para la de los mayores. Cubero añade otros productos a la lista: carne, harina y pasta. Eso sí, por ahora no han notado problemas en el abastecimiento de medicamentos, ya que trabajan siempre con previsión en todos y cada uno de los centros y cuentan con un stock de seguridad.

El hecho de que tengan que acudir los propios trabajadores a comprar los productos tiene una doble penalización. Primero, a las residencias, que deben pagar un mayor precio por los mismos productos; segundo, el producto que compran deja de estar disponible lo que pone en riesgo, a su vez, "el abastecimiento de las familias”.

Preocupación en las residencias de mayores

La gran preocupación de las residencias es si a corto plazo no se llega a un acuerdo entre transportistas y el Gobierno, porque podría agravar la situación. Desde AESTE explican que en los centros más grandes y profesionalizados, que cuentan con centrales de compras, no se están produciendo de momento situaciones de falta de abastecimiento al haber realizado compras previas en el inicio de la huelga. "Nos preocupa, no obstante, que no se alcance un acuerdo por parte del Gobierno y si la situación no se arregla este fin de semana, comenzaremos a afrontar serios problemas de cara a la semana que viene", señala Cubero.

Además, la situación puede verse todavía más agravada tras el anuncio de varias empresas, sobre todo del sector lácteo, de paralizar su producción ante la imposibilidad de almacenar más stock de un producto totalmente perecedero.

Por todo ello, han notificado a las Comunidades Autónomas, y al Gobierno esta situación para que se les considere servicios esenciales, para que "se garantice nuestro aprovisionamiento de suministros, alimentos y productos de higiene de primera necesidad, atendiendo al colectivo en situación de fragilidad al que cuidamos", denuncian en AESTE. Además, han solicitado a las administraciones que aseguren unos servicios mínimos que garanticen el abastecimiento de todos estos centros y, por ende, la elaboración de los menús para las personas mayores.

También les preocupa la subida de precios, provocada no solo por la huelga de transportes, sino por el precio de los carburantes, la energía, la falta de suministros (cartón, embalajes, palés…).