Pedro Sánchez presumió que en 2025, la renta per cápita de los españoles es el doble que en 1975, época en la que gobernaba el dictador Francisco Franco -de 15.000 a 31.000, "más del doble"-, un dato casi correcto según los cálculos de la Cámara de Comercio de España -sitúa la renta per cápita en 1.010,50 euros, que serían 14.094,34 actuales- o del Banco Mundial -3.111 euros, unos 18.184 euros actuales-. Pero el comentario, más que una crítica, bien pudo ser un boicot a su propio discurso.
"Nadie viniendo de tan atrás ha llegado tan lejos y en tan poco tiempo como la España democrática", afirmó el presidente. Pero en realidad, nuestro país ha seguido una tendencia al alza muy similar a la de países de su entorno económico, como Portugal, Estonia o República Checa, por lo que no se produjo un cambio radical en términos monetarios con la llegada de la democracia. De hecho, Irlanda, que lejos de aplicar recetas socialistas apostó por un modelo de bajos impuestos, ha conseguido doblar la renta per cápita española. A esto hacían referencia numerosos economistas como Juan Ramón Rallo, quien criticaba que Sánchez sacase pecho "de haber duplicado la renta per capita en 50 años partiendo de niveles relativamente bajos".
De hecho, en la actualidad, pese al crecimiento de la renta per cápita, a los españoles les cuesta mucho más esfuerzo adquirir las dos compras más importantes de cualquier familia que antes: el coche y la casa. Esto se debe a que en cincuenta años, los sueldos (un 573%) han subido menos que el precio de la vivienda (621%), a lo que se suma un aumento gradual desde entonces en la presión fiscal. En 2024, esta cerró en el 33,9% frente al 17,9% que había entonces. Ese dinero que deja de estar en el bolsillo de los españoles para dirigirse a las arcas de la hacienda pública sirve para complicar todavía más el mercado de la vivienda, que es muy diferente al que había en 1975.
Aunque hace cincuenta años no había un mercado hipotecario como tal y pedir un préstamo era un auténtico suicidio financiero -los tipos de interés se situaban entre un 16% y un 18%-, el alto porcentaje de viviendas protegidas, que entonces era alrededor de un 50% de lo que se construía, permitía a los españoles con menos poder adquisitvo tener un hogar en propiedad. De ahí que poseer un piso fuera más fácil frente a un 2024 que, aunque tiene tipos de interés mucho más bajos, el porcentaje de vivienda pública se encuentra por los suelos: el Gobierno solo ha levantado 244 pisos a lo largo de 2024 en un parque de viviendas con un desequilibrio entre oferta y demanda. Hoy es un 2,5% del total del parque de viviendas.
Por eso, un auxiliar de caja de 22 años o menos podía cobrar por convenio 8.161 pesetas - unas 115.000 pesetas al año en 14 pagas, según el archivo del BOE- y tener la posibilidad de, con mucho esfuerzo y ahorro, comprarse un piso, ya que estos, en algunas zonas de Madrid, no superaban el millón de pesetas. Hoy, un trabajador de, por ejemplo, Inditex -cuyo salario son 18.000 euros para los trabajadores menos experimentados- no se plantea la adquisición de una vivienda aunque haya dos sueldos en casa, ya que barrios humildes como Vallecas o Villaverde es difícil encontrar pisos que multipliquen por diez su salario bruto y la presión fiscal es muy superior.
Algo parecido ocurre con los coches, aunque la situación se ha vuelto especialmente disparatada en la última década: modelos como el Dacia Sandero, el Skoda Fabia, el Volkswagen Golf o el Renault Megane, modelos superventas de nuestro país, han aumentado su precio en un 50% en apenas una década. Por lo tanto, esa duplicación de la renta per cápita, que antes permitía a los españoles acceder a coches nuevos con cierta facilidad, ahora ha dejado de ser así. De hecho, a los españoles de hoy, con un mercado laboral más cualificado, comprar un coche les cuesta el mismo esfuerzo.
Un Seat 127 costaba 130.000 pesetas, un año y tres meses de sueldo bruto de un auxiliar de caja. Un Seat Ibiza, el heredero natural de aquel coche, parte de los 16.500 euros, un precio por debajo del sueldo bruto anual de un trabajador de una tienda de moda. Pero la presión fiscal de entonces y de ahora -recordemos que la diferencia es de casi 20 puntos-, hace que, en términos netos, el esfuerzo para comprar un automóvil sea muy similar que entonces. Por lo tanto, en este aspecto, el progreso no ha terminado de llegar a la vida de los españoles.
Endika
20/01/2025 14:28
Comparación Franco / Sánchez años 1975 / 2024 - Deuda Pública: 7% / 130%. Paro juvenil: 3% / 30%. Casa pagada: 7 años / 40 años. IRPF 0% - hasta 54%. Ahora Irlanda / Sánchez: año 1990 Irlanda 26674 $ / España 40.223 $ Año 2024 Irlanda 110.000 & España 40.000 $. Receta de Irlanda menos impuestos más actividad, con esa receta (similar a la de Ayuso) estaríamos en 112.000 &. Comparen quien lo hizo bien y quien no.