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España

Defensa alerta de la "agresividad" de Rusia y del auge chino frente a democracias occidentales

El editorial de la revista editada por el departamento que dirige Margarita Robles apunta a ambos países como los principales desafíos a los que se enfrenta la OTAN, que celebrará su cumbre de 2022 en Madrid

Militar español en su despliegue en Letonia, en la frontera con Rusia
Militar español en su despliegue en Letonia, en la frontera con Rusia EMAD

Se puede decir más alto pero difícilmente más claro. El “auge militar” y la “expansión nuclear” de China, así como la “política agresiva” de Rusia, son las “principales amenazas” frente a las democracias occidentales. Esas son las consideraciones que el Ministerio de Defensa recoge en su Revista Española de Defensa, publicación oficial del departamento que dirige Margarita Robles, en el editorial incluido en su último número. Definiciones sin ambages para abordar el futuro geoestratégico de la OTAN y la cumbre que la Alianza celebrará en Madrid en 2022.

Tanto la información principal como el editorial de la Revista Española de Defensa se centran en su edición de julio/agosto en el anuncio de Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, de celebrar la próxima gran reunión en España. El encuentro coincidirá con el cuadragésimo aniversario de la adhesión de nuestro país en la Alianza, destaca la publicación; pero el departamento dirigido por Margarita Robles incide en otros hitos relacionados con la cumbre.

“No será una reunión más de la OTAN”, destaca el editorial de la revista. Entre otros, porque se abordarán las líneas maestras que seguirá la Alianza en su estrategia para la próxima década y se elegirá un nuevo secretario general en sustitución de Jens Stoltenberg, en el cargo desde 2014. Todo ello ante un panorama cargado de desafíos y amenazas.

Reflexiones sobre China y Rusia

Es en este punto donde el Ministerio de Defensa apunta a actores con nombres concretos: Rusia y China. De Moscú destaca su “política agresiva”, mientras que de Pekín incide en su “auge militar” y “expansión nuclear”. Ambos elementos configuran las “principales amenazas que se ciernen actualmente sobre las democracias liberales occidentales”, desglosa la publicación.

No son numerosos los casos en los que el Ministerio de Defensa arremete contra la actuación de un país concreto, aunque Margarita Robles sí ha levantado la voz en episodios puntuales que, de un modo u otro, afectaban a España. En agosto de 2019 calificó al ministro del Interior italiano Matteo Salvini de “vergüenza para la humanidad” y le culpó del cierre de la Operación Sophia, misión que la Unión Europea tenía desplegada en el Mediterráneo para luchar contra las mafias ilegales.

Las consideraciones sobre China y Rusia sí que son habituales en el ámbito OTAN. La Alianza Atlántica aprobó un comunicado en su última cumbre en el que citaba en 61 ocasiones a Rusia, que encabeza la lista de amenazas contra la organización y sus miembros.

“Si bien la OTAN mantiene sus compromisos internacionales, Rusia continúa violando los valores, principios, confianza y compromisos descritos en los documentos que sustentan la relación OTAN-Rusia”. Y añadía en el documento: “Continuaremos respondiendo al deterioro del entorno de seguridad mejorando nuestra postura de disuasión y defensa, incluso mediante una presencia avanzada en la parte oriental de la Alianza”.

Despliegue español en la frontera rusa

Esa presencia avanzada se traduce en una serie de despliegues de los que España forma parte, no exentos de incidentes puntuales con las fuerzas rusas. Pedro Sánchez fue testigo directo de uno de esos episodios en Lituania, al presenciar el despliegue inmediato de los Eurofighter del Ejército del Aire español desde la base de Šiauliai por la presencia de aeronaves rusas que incumplían la normativa de vuelo internacional.

Asimismo, el Ejército de Tierra mantiene un contingente superior a 300 efectivos en Letonia que, con sus carros de combate, participan en la misión de la OTAN para vigilar la frontera de los países bálticos con Rusia. Y la Armada Española se integra en diversas operaciones de vigilancia que la Alianza lleva a cabo en el Mediterráneo, donde Moscú también proyecta sus intereses.

Pero España pretende que la mirada de la OTAN también abarque el flanco sur. En concreto, hacia el Sahel africano. El yihadismo ha convertido la región en su principal área física de operaciones. Las inestabilidades y la fragilidad de las estructuras de Estado convierten este escenario en un polvorín cada vez más real y menos potencial.

Madrid será la oportunidad que los países mediterráneos de Europa contagien a la OTAN de su preocupación por el flanco sur, más allá de las tradicionales “amenazas” que proceden desde Rusia y China.

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