Publicado: 06/08/2016 04:00
El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, compareció ante los agentes para responder de la relación de la entidad que presidía con Luis Pineda, presidente de Ausbanc, encarcelado desde el pasado 18 de abril junto a Miguel Bernad, secretario general del sindicato Manos Limpias, por extorsionar a bancos y empresas. Blesa sostiene en su declaración que cuando llegó a la presidencia de la caja en 1996 sabía que la entidad y Ausbanc tenían un contrato publicitario y que Luis Pineda se había puesto en comunicación con su director de Comunicación, Juan Astorqui, para conocer si iban a renovar el mismo.
Pineda ofreció a la Caja la posibilidad de que le pasara información de todos los productos financieros que fuese sacando al mercado para que Ausbanc le diese en sus publicaciones un certificado de calidad que los avalase ante eventuales clientes. Astorqui y Pineda mantuvieron varias reuniones en las que el primero le informó de que no iban a renovar el contrato por el precio y porque no tenía interés para la caja
Uno de los bancos alertó al presidente de Ausbanc de que varias entidades estaban conspirando contra él
“A partir de dicho hecho comenzaron las presiones de Luis Pineda a través de su revista, Mercado de Dinero (…) que me dedicó un número especial y forró los quioscos de Madrid con un cartel muy grande con mi foto y alguna lindeza sobre mi persona –manifestó Blesa a los agentes de la UDEF-. Cada negativa de la Caja iba seguida de una de sus andanadas. En una ocasión pidió verme a través de mi secretaria y del señor Astorqui, pero siempre le dije que no. Un día coincidí con él a la salida del Club Financiero Génova y me dijo: “¿Cuándo nos vamos a sentar para tomar café y arreglar lo nuestro”.
Como consecuencia de todo ello, Blesa relata que su director de Comunicación se reunió en varias ocasiones con sus homólogos del Banco de Santander, La Caixa, Banco Popular y BBVA “para lograr un acuerdo y frenar a Luis Pineda, pero nunca hubo un acuerdo, si bien los únicos que estábamos a favor éramos Caja Madrid y BBVA, pero no los demás. Es más, me consta, según me dijo el señor Astorqui, que alguno de los asistentes llamó a Luis Pineda para decirle que en cierto modo trataban de conspirar contra él”.
El acta declaración de Blesa sostiene que se enteró por la prensa de que a su salida de la presidencia de la Caja, cargo en el que le sustituyó Rodrigo Rato, la entidad firmó un contrato de 600.000 euros con Ausbanc, “pasando a ser desde ese momento una entidad fantástica”.
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