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Economía

El Santander aparca su plan de sacar a Merlin del Ibex

Los planes de Botín abrieron heridas dentro de la mayor inmobiliaria española. El banco pretendía sacarla de bolsa y traspasarla a una entidad gestora o fondo bajo su control para anotarse mayores márgenes

A la izquierda, el CEO de Merlin Ismael Clemente, y en el centro, el presidente del Consejo y representante del Santander, Javier García-Carranza.
A la izquierda, el CEO de Merlin Ismael Clemente, y en el centro, el representante del Santander, Javier García-Carranza.

El Banco Santander aparca sus planes para Merlin Properties. La entidad cántabra ha asumido la dificultad de avanzar en el que fuera su objetivo para la socimi: sacarla de bolsa y traspasarla a una entidad gestora o fondo bajo su control que le permitiría anotarse mayores márgenes, reseñan fuentes del mercado.

La crisis de gobernanza de la mayor inmobiliaria española, saldada oficialmente esta semana, tuvo su detonante en las profundas diferencias entre el primer accionista de la compañía (22%) y su equipo directivo con el consejero delegado Ismael Clemente a la cabeza. 

Javier García-Carranza, representante del Santander en la socimi desde el 2017, llegó a sugerir una OPA de exclusión de bolsa de la compañía que acabaría con la inmobiliaria en una entidad bajo control del banco. Clemente y su equipo, fundadores de Merlin, se opusieron en rotundo a formar parte del plan, lo que desató una profunda guerra interna.

A principios de 2021 salió de la compañía el director de inversiones del equipo fundador, David Brush -oficialmente, por jubilarse- y en diciembre del pasado año, un García-Carranza con más atribuciones acabó proponiendo el cese del consejero delegado.

El Santander no consiguió el respaldo suficiente ni para avanzar en su plan ni para forzar el cese de Clemente: el grueso de los minoritarios y accionistas relevantes como el exdueño de los casinos Cirsa Manuel Lao nunca dejaron de confiar en el consejero delegado y su equipo. La inmobiliaria llegó a depreciarse más de un 6% en bolsa cuando trascendió el interés de su primer accionista de cesar el CEO.

Las presiones desde 2020 del Santander

Sin embargo, el banco sí ha logrado progresivamente movilizar a los accionistas en favor de las que fueron sus líneas rojas desde el principio de su embestida.

La exigencia de una política más agresiva de dividendos se vería saldada por el reparto ya este año de los extraordinarios derivados de la operación de venta de las oficinas que Merlin alquilaba a BBVA. El propio consejero delegado ha avanzado que se hará todo lo posible para abonarlo entre julio y septiembre de este año. Santander opta a más de 120 millones de euros este 2022, por los 50 millones que recibiría por la vía ordinaria.

En 2022 también se introducido cambios en la remuneración del equipo gestor que se han ido profundizando desde el 2020

En 2022 también se han introducido cambios en la remuneración del equipo gestor.  El 90% del capital ha respaldado el nuevo sistema de remuneraciones frente al 40% de rechazo que llegó a suscitar el modelo prepandemia. Ya en 2020 se rebajaron los umbrales máximos de las remuneraciones variables. En 2022 se han alterado los baremos de los planes de incentivos. 

La remuneración variable a corto plazo estará más vinculada a objetivos financieros en materia de dividendos, la evolución de la acción, los ingresos por rentas, el nivel de endeudamiento y operaciones corporativas. Por su parte, los incentivos a largo plazo estarán marcados en mayor medida que hasta ahora por la dinámica de las acciones. Además, se han delimitado en un máximo de un millón de euros las remuneraciones extraordinarias por operaciones corporativas.

El futuro de Merlin

Así las cosas, Clemente y su equipo tendrán un nuevo mandato de dos años al frente de Merlin. En ese período deberían empezar a funcionar los centros de datos, la apuesta estratégica de la compañía para la próxima década.

Entre junio y septiembre de este año se esperan novedades sobre el arbitraje que enfrenta a Merlin con el BBVA por el reparto accionarial en Distrito Castellana Norte, la promotora de la antigua ‘Operación Chamartín’ que es en sí el otro gran proyecto de futuro para la inmobiliaria.

La socimi, que obtuvo rentas brutas de 505 millones en 2021, capitaliza actualmente en bolsa 4.625 millones de euros, frente a los 11.200 millones que tiene en activos. 

Desde hace tiempo se especula sobre una posible rotación socios en Merlin en favor de un gran fondo de inversión internacional. En 2020 trascendieron negociaciones entre los accionistas de la compañía y el fondo canadiense Brookfield que han encallado.

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