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Economía

Campaña de rebajas: el comercio descarta grandes descuentos por el impacto de los altos sobrecostes

En un informe de la Confederación Española de Comercio los propios comerciantes aseguran que para esta campaña de rebajas no habrá grandes chollos por la presión de la inflación

Varias personas salen de las tiendas con bolsas, durante las rebajas, en el centro de Madrid
Varias personas salen de las tiendas con bolsas, durante las rebajas, en el centro de Madrid Europa Press

Aviso para los compradores habituales de las rebajas: este año no habrá grandes 'chollos'. Así lo anuncian los mismos comerciantes, que aseguran que la inflación no lo va a permitir. En un informe sobre las perspectivas de la campaña de rebajas tras la navidad, la Confederación Española de Comercio (CEC), que representa a los propios trabajadores del sector de toda España, reconoce que este año "se descarta que se vayan a producir grandes descuentos para esta campaña, debido a los altos sobrecostes que han estrechado en gran medida los márgenes".

Este aviso de los propios trabajadores se trata de un reflejo más de cómo la inflación está ahogando a prácticamente todos los sectores de la sociedad, con precios altísimos y sueldos que no suben en la misma medida: si ofrecen grandes descuentos, no les sale rentable por ningún lado.

Pese a ello, los comerciantes esperan para la campaña de rebajas un aumento del 5% respecto al año anterior, y no precisamente por un aumento de las ventas, sino por la subida de precios. Se sumaría en cualquier caso a una campaña de Navidad "relativamente positiva", con un ligero aumento de las ventas respecto a 2022, sobre todo en los comercios dedicados al equipamiento personal.

¿Cómo serán las rebajas este invierno de 2024? Los propios comerciantes, muy a su pesar, consideran que serán breves, con las ventas concentradas en las dos primeras semanas, siguiendo la tendencia de los últimos años.

La CEC pone especial atención a la situación del comercio de proximidad, que al no contar con las ventajas competitivas de las grandes compañías, viven con mucho más apuro económico esta crisis inflacionista. Los datos no son buenos. "El comercio de proximidad prevé que el gasto medio por cliente se sitúe en torno a los 80€, una cifra en la que se ve reflejado no tanto el previsible aumento de las ventas sino el de los precios como efecto de la inflación", se lee en el citado informe. Por ello, desde CEC animan expresamente a los consumidores a apostar por el comercio de proximidad, "una opción sostenible, humana y cercana".

La desigualdad de las rebajas

Aparte de la crítica situación financiera a la que los comerciantes tienen (y van a tener) que hacer frente, hay otro punto sobre las rebajas que preocupa a la CEC: la desigualdad y la injusticia que se genera en torno a ellas.

Por un lado, porque pierden impacto progresivamente, al "haberse convertido en un período de descuentos más en la espiral de promociones que se encadenan a lo largo del año"; es decir, las rebajas han perdido con los años su valor, al no producirse una verdadera caída de los precios.

Y, por otro lado, por la trampa y la presión de las grandes marcas y multinacionales. Tradicionalmente, el pistoletazo de salida ha sido el 7 de enero, tras el día de Reyes. Sin embargo, "debido a la desregulación de estas en 2012, son muchas las grandes marcas y cadenas que cuelgan sus carteles de descuentos incluso antes
de que finalizase el año".

Los grandes perjudicados de esta tendencia a adelantar las rebajas, aparte de que las desvirtualiza porque pierden su sentido, perjudica principalmente a los pequeños y medianos comerciantes. Para poder competir con esas grandes superficies que adelantan las bajadas de precios, las pymes no tienen otra opción que sumarse a las ofertas y anticipar la campaña, a fin de "no perder ventas los primeros días", pese a que "el 90% de los autónomos y pymes del comercio esperarían a la finalización de la campaña de Navidad para iniciar la de rebajas".

En este sentido, la CEC insiste en la necesidad de defender la rentabilidad de los negocios, "con la vuelta a una regulación que garantice que los comercios puedan vender con unos márgenes justos durante un periodo de tiempo limitado y suficiente".

Por otro lado, bajo el punto de vista de los representantes de los trabajadores del sector, esta laxitud perjudica de igual modo a las personas consumidoras "ya que la especulación que se produce con las fechas y los precios genera confusión y desapego en los clientes que no saben cuándo pueden obtener el mejor precio por el producto".

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