La crisis del aceite se agrava: las exportaciones caen un 5,5% y la marca blanca sigue disparando los precios

La crisis por los precios del aceite de oliva está sumida en un suma y sigue. Una escalada que no frenará en los próximos meses, tal y como apuntan fuentes del sector. Estos días han salido nuevos datos que, lejos de relajar la situación, hacen que las alarmas sigan sonando.

Por un lado, las exportaciones de aceite en 2023 han sufrido una destacada caída con respecto a 2022; a la vez, un informe ha desvelado que los precios de las botellas de aceite de un litro de marca blanca han subido en cinco meses un 7%; y por otro lado, un estudio reciente ha revelado que las perspectivas para los próximos meses no son, ni de lejos, positivas. Además, una comparativa de precios ha revelado que comprar aceite español fuera de España todavía sigue siendo más barato que hacerlo aquí.

El primer síntoma negativo de las últimas semanas llegaba de la mano del propio ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En el avance del Informe anual de Comercio Exterior agroalimentario y pesquero revelan que las exportaciones de aceite de oliva han caído este año un 5,5%, desde el punto de vista económico, y un 14,2% en cantidad, pese a que España sea país productor y exportador tradicional de aceite. Cabe destacar que en 2023 se exportaron en total 2.460 mil toneladas de aceite, por un valor de 6.881 millones de euros.

Las ventas en el exterior de aceite de oliva han caído precisamente en un año en el que las exportaciones han llegado a superar por primera vez los 70.431 millones de euros, un 3% más que en 2022. Además, es el único grupo de productos que se recogen en el avance que ha caído en exportaciones.

Las marcas blancas suben los precios del aceite

La segunda alerta, que va en consonancia con la situación de los últimos meses, es la de los precios de las botellas de aceite. La práctica totalidad de los grandes super han subido los precios en su marca blanca un 7% en apenas cinco meses, hasta rozar ya los 10 euros.

Así queda evidenciado en un nuevo estudio de FITstore.es, en el que señalan que las botellas de aceite de un litro de la marca blanca de Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona han subido hasta los 9,90 euros, todas ellas por igual. Esto se replica en todas las modalidades de envase, como ha podido confirmar Vozpópuli comparando el mismo tipo de producto en los distintos super en sus páginas webs. Estos datos quedan a su vez confirmados por los estudios sobre precios realizados por FACUA.

Además, desde la citada empresa de ecommerce de fit-food saludable cuentan que es todavía un hecho preocupante que el aceite español se venda más barato en el extranjero que en España. Luis Cañada, fundador de FITstore, pone el ejemplo de Portugal, donde una botella de aceite de un litro de marca blanca y de origen español allí cuesta 8,8 euros (a 16 de marzo de 2024) y ese producto con las mismas características cuesta aquí 9,89, un 12% más caro. "No es normal que un alimento esencial sea más caro en el país productor que en el país importador. Esto es la especulación que estamos sufriendo en España", denuncia Cañada.

Bajo su punto de vista esta desproporción puede explicarse por dos motivos: posibles pactos anteriores en los que se firmara un precio base para los siguientes años; o que el producto original sea de cosechas anteriores que abaraten el precio final, tal y como explica en conversaciones con este periódico.

Por último, las perspectivas de futuro no son especialmente positivas, según un informe de Solunion España sobre el sector oleícola español. En él, María Ángeles Piñero, coordinadora de analistas de la zona sur de la compañía, aseguraba que "con las recientes lluvias en Andalucía, los expertos estiman que la campaña 2024/2025 pueda llegar a ser similar a la actual. El entorno de precios podrá variar en función de las lluvias estimadas a partir de marzo/abril".

"Hasta entonces, el alza en precios se mantiene sin perspectivas de cambio. Si las lluvias finalmente llegaran, habría una relajación de precios a partir de mayo/junio por temor de los agricultores a una mayor producción y consecuente bajada de precios y valor de existencias", concluye la experta. Así, la crisis del aceite no solo no mejora, sino que se recrudece por estos nuevos datos que hacen que las alarmas del sector sigan más activas que nunca.