La calle de los bares de moda de Madrid se rinde a las criptomonedas

Varios restaurantes del centro de Madrid, concretamente de la elitista zona de Ponzano -conocida por sus locales de restauración-, comienzan desde este jueves a permitir el pago con criptomonedas a sus clientes.

Un piloto que se lanza ahora en bares y restaurantes de Ponzano, referencia de la gastronomía madrileña, con locales como Tabula 51 (Grupo Florynata), Volapié Ponzano (Grupo Foodbox), Volapié Castellana (Grupo Foodbox), La Sociedad (Grupo Florynata), The Circle Food, Cervecería Lola, La Malcriada (Grupo LALALA) o Etiqueta Negra. Cada local creará su propia criptomoneda y aceptará pagos con ella. Se trata de una figura del mundo del blockchain que permitirá a quienes visiten los locales tener ventajas cuando consuman.

A través de una aplicación desarrollada por la empresa 2gether, cada establecimiento puede recibir pagos en criptomonedas y, al mismo tiempo, reintegrar en la cuenta del usuario tokens para que pueda almacenarlos y tener consumiciones gratuitas en futuras visitas.

Es algo similar a las clásicas tarjetas físicas de fidelización pero en formato digital. ""Foodcoin es la primera economía tokenizada que se lanza al mercado, nace con el objetivo de ayudar a uno de los sectores más tocados por la pandemia, permitiendo a los hosteleros incentivar a sus consumidores con su propio token para que vuelvan, compartiendo el valor que tiene para ellos", explica Ramón Ferraz, CEO de 2gether.

Ferraz añade que "el establecimiento puede decidir, por ejemplo, adjudicar más tokens a quienes consuman en las horas valle, y menos en las horas pico, de esta forma, se estimula que el local cuente con más gente en aquellos momentos del día o de la semana en que desciende el consumo".

Está previsto que a partir de septiembre una decena más de establecimientos se sumen a la iniciativa, que se irá ampliando paulatinamente. 2gether reconoce conversaciones con diversos establecimientos de la capital y quiere llevar este modelo de negocio de pago con criptomonedas y tokenización a otros sectores de actividad.

Los tokens no son exactamente criptomonedas

En realidad un token no es exactamente una criptodivisa, está ligado a ellas a través de la tecnología blockchain y otorga poder a los usuarios de una plataforma o servicio. Desde BBVA lo definen como "una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, al tiempo que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas”.

Se trata de una apuesta cada vez más extendida. No hablamos solo de empresas que se financian a través de las llamadas ICO (Initial Coin Offering), que permiten a quienes participan en esas 'rondas de financiación' recibir tokens que otorgan beneficios cuando el proyecto que se financia sea real. Hoteles de la capital ya trabajan en la misma linea que los establecimientos de restauración referidos anteriormente, tal y como avanzó Vozpópuli. Trabajan para crear su propia criptomoneda y generar beneficios entre los usuarios.

El objetivo de la plataforma 2gether es precisamente llevar este modelo de tokenización a empresas sin conocimientos sobre blockchain, hasta ahora una tecnología utilizada por grandes corporaciones u otras más pequeñas pero con un alto conocimiento tecnológico.

Un modelo que puede aportar muchas ventajas para todas las partes. Pongamos un ejemplo real. Un cliente de uno de los restaurantes de Ponzano contrata un menú degustación por el que paga 50 euros. Por motivos extraordinarios, no puede disfrutar finalmente de esa comida. En un establecimiento sin tokenizar, si no se realiza la cancelación de la comida, el cliente podría perder el dinero si ha pagado por adelantado -pensemos en un menú cerrado-.

La tokenización permite crear mercados secundarios. El cliente que, a priori, haya perdido esa comida de puede introducirla en una red con un pequeño descuento de 5 euros. Otros usuarios que participen con sus tokens en dicha red pueden acceder a ese menú por 45 euros. Todos contentos. El usuario inicial lo estará porque no pierde 50 euros, el nuevo cliente porque compra ese menú degustación a 45 euros -con 5 euros de descuento- y el establecimiento porque ha facturado un total de 95 euros por una sola comida.