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Economía

Ayuso ya tiene su propia criptomoneda: 47.000 millones de 'Ayusocoins' se ponen en circulación

La criptodivisa ha sido desarrollada en la red Ethereum, que permite realizar contratos inteligentes

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso ya tiene su propia criptomoneda. Bautizada como 'Ayusocoin', ha sido creada por un ingeniero experto en tecnología y Big Data, quien la ha construido en la plataforma Ethereum, que permite, entre otras cosas, hacer contratos inteligentes (smart contracts).

Íñigo González, el padre de la criatura, la creó casi de forma accidental mientras desarrollaba un token. Necesitaba conocer el funcionamiento de las criptomonedas y pensó que la mejor manera de conocerlo era desarrollar una desde cero. Lo que podría haber sido una anécdota se convirtió en una obsesión, y quiso dar un paso más allá.

En total, ha lanzado 47.000 millones de 'Ayusocoins', a razón de 1.000 por cada ciudadano español. En principio, cualquier persona que desee acceder a las monedas virtuales puede hacerlo, pero no podrá tener en su poder más de 10.000 unidades. De momento son gratis y se pueden a adquirir desde https://ayusocoin.com/

González ha pasado tres meses desarrollando la criptomoneda, cuyo fin no es económico, si no formativo. "Los 'Ayusocoins' no buscan en principio que se especule con ellos. Por eso he puesto un máximo de 10.000 unidades por persona. Su demanda es la misma que el colectivo de profesionales y amantes del mundo 'cripto'. Lo único que pretendo con esto es que los políticos comprendan cómo funciona el mundo 'cripto', que no se vea como algo complejo o fraudulento, sino como lo que realmente es: tecnología", explica a Vozpópuli.

Los 'Ayusocoins' son gratuitos pero no se puede tener más de 10.000 unidades. Con ello, su creador pretende evitar la especulación con la criptomoneda

"Al programar la criptomoneda he intentado que cualquiera pueda ver de forma sencilla, y sin saber de tecnología, cómo es una criptomoneda por dentro. El desconocimiento es el gran enemigo de las monedas virtuales. Las criptomonedas son interesantes realmente por las aplicaciones que pueden desarrollarse en torno a ellas. Para darle otra dimensión al proyecto empecé a pensar que lo interesante sería ponerle el nombre de un político, y como Ayuso es un personaje controvertido, muy polarizado, aposté por ella", explica.

Íñigo pretende que no se impongan regulaciones restrictivas en torno al mundo 'cripto'. "Al final llega un asesor con poco conocimiento de cómo funciona esta tecnología y convence a quien corresponde para que se regule de forma muy severa. Esto supone que muchos proyectos interesantes no puedan ver la luz", asegura.

Pone como ejemplo de esto a Europa. "En Europa primero se regula todo al máximo y luego se da luz verde al desarrollo. El resultado es que no hay creación en el viejo continente. Hoy en día, Singapur, China o Estados Unidos, los países que más avanzan en el mundo 'cripto', y los que tienen una regulación laxa, son los que más desarrollan en el mundo 'cripto'", apunta González.

Las criptomonedas son programas informáticos

Todo lo que hay detrás de las monedas virtuales son programas que realizan acciones concretas para mover el 'dinero' de un sitio a otro. Algoritmos que dan sentido a cada unidad de una criptomoneda. "La gente piensa que las 'cripto' son monedas que van de un sitio a otro, cuando realmente son pequeñitos programas que se mueven de un sitio a otro; programas que son ejecutados por los mineros", explica su creador.

Los mineros son aquellas personas que certifican cada transacción que se realiza con una criptomoneda. Obtienen una recompensa por cada transacción que certifican. Esa es la razón de ser de su existencia. Para esta labor cuentan con ordenadores especialmente preparados para ejecutar cálculos complejos y a gran escala.

En ocasiones, los mineros se unen en las llamadas granjas. Ponen en común todo su poder computacional para obtener más beneficios, mientras se reparten el botín obtenido. El precio de la luz es uno de los enemigos de los mineros. El consumo eléctrico de estos equipos es muy alto, por lo que buscan países con precios más económicos.

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