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Economía

Los ingresos minoristas de MásMóvil se resienten en el último trimestre de 2022

La compañía experimentó una caída del 4% en el tramo final del año por el efecto de la crisis energética. En el conjunto de 2022, presentaron un crecimiento del 10%

Orange prevé controlar MásMóvil aunque al principio la gestión será al 50%
Fachada de la sede de la marca de servicio de telecomunicaciones MásMóvil. Europa Press.

MásMóvil ha visto caer sus ingresos minoristas un 4% en el último trimestre de 2022, según la información facilitada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Es un dato aún más negativo si se tiene en cuenta que en el cuarto trimestre de 2022 los ingresos por servicios minoristas de los grandes operadores crecieron un 1,2%, hasta los 6.213 millones de euros, en comparación con las cifras cosechadas en el mismo periodo del año anterior. Desde la compañía amarilla explican, no obstante, que este descenso viene derivado de la crisis energética -MásMóvil ofrece tarifas de energía-, y recuerdan que en el año al completo los ingresos minoristas suben un 13%.

Telefónica y Orange vieron estabilizada la facturación minorista, si bien no sucedió lo mismo con Vodafone. El operador rojo es el que más ha sufrido, primero por MásMóvil y en los últimos tiempos por la rumana Digi Mobil. La competitividad es tan alta que la compañía de origen inglés ha perdido un 10% de los ingresos minoristas, siempre según la CNMC.

En el caso de MásMóvil, su estrategia ha sido siempre la de hacer crecer la base clientelar con una agresiva política de precios. El objetivo es que la empresa fuera atractiva para que se consumase una operación de fusión como la que hace unos meses logró cerrar con Orange. Parte del descenso en los ingresos viene derivado precisamente de la fijación a la baja de los precios. No obstante, el fuelle financiero que aportan los fondos Cinven, Providence y KKR, accionistas mayoritarios de la compañía dirigida por Meinrad Spenger, hace que el hecho de que la facturación caiga no haya sido nunca un problema.

Además de crecer de forma orgánica -se considera así el crecimiento derivado directamente del negocio-, la empresa de telecomunicaciones lleva años haciéndolo también de forma inorgánica -vía adquisiciones-. Ha comprado en el pasado operadores como Yoigo, Pepephone, Llamaya o Lebara, y más recientemente Euskaltel. Los clientes de estas marcas han pasado a engordar la bolsa de usuarios de MásMóvil, que cuenta ya con 15,3 millones de líneas de fijo y móvil en España, pero han dejado un rastro en forma de deuda con la que ahora tendrá que lidiar Orange.

La deuda de MásMóvil y de la entidad fusionada

MásMóvil tiene unos compromisos financieros de unos 6.500 millones de euros derivados principalmente de la inyección de capital de los citados fondos Cinven, Providence y KKR, que desde hace años han apoyado las decisiones que Spenger, que ha apostado por comprar empresas del sector para hacer de MásMóvil una empresa con 15,3 millones de usuarios.

Hay otro paquete de deuda de 6.282 millones de euros que proviene de un préstamo solicitado y concedido por varias entidades bancarias a Orange y MásMóvil. El objetivo del mismo es realizar el correspondiente pago a los accionistas cuando la fusión sea una realidad.

En la actualidad la operación se encuentra en los despachos del regulador de la competencia europeo. De hecho, hace solo unos días Bruselas anunció el inicio de una investigación exhaustiva para determinar si la fusión entre Orange y MásMóvil vulnerar la competencia en el sector de las telecomunicaciones español. La unión de ambas entidades alumbraría el segundo operador por volumen de clientes.

El hecho de que España sea el mercado con más operadores móviles y, por tanto, mayor competencia en el sector, hace pensar que la operación llegará a buen puerto sin problemas. Las previsiones apuntan a que antes de finales de año el acuerdo será una realidad

Fuentes cercanas a la operación aseguran que es una decisión hasta cierto punto normal en un proceso de este tipo, en el que se consolida el mercado. "Es habitual que se estudie a fondo cómo puede afectar a la competencia la fusión de dos grandes compañías del sector de las telecomunicaciones", explican fuentes del sector a Vozpópuli.

Otras fuentes aseguran que el hecho de que España sea uno de los mercados con más operadores móviles y, por tanto, más competencia en el sector, hace pensar que la operación llegará a buen puerto. Las previsiones apuntan a que antes de finales de año la fusión será una realidad preparada para dar el salto comercial.

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