Economía

La inacción del Gobierno eleva a 1.640 millones los daños del campo valenciano tras la DANA

El campo valenciano denuncia que las ayudas de las administraciones "son insuficientes" y que si no se actúa en los próximos meses, se perderá toda la campaña

  • Un campo de naranjos anegado por las lluvias torrenciales en Valencia -

El campo valenciano ha sufrido el peor año de su historia. 2024 se tiñó de negro aquel 29 de octubre, cuando la DANA lo arrasó todo. Tras varias semanas de desconcierto, los daños se han podido empezar a cuantificar. Según los cálculos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) la DANA disparó los daños en el campo valenciano a los 1.640 millones de euros y arrasó más de 50.000 hectáreas en Valencia y Castellón. Y según han deslizado desde la asociación, los perjuicios se han elevado más de lo necesario por la inacción del Gobierno, que no ha llevado a cabo las medidas adecuadas a tiempo. 

"Las medidas de apoyo aprobadas por las administraciones resultan insuficientes, dejan fuera a muchos agricultores afectados y están tardando demasiado tiempo en llegar; no en vano hay miles de campos que 78 días después se encuentran exactamente igual", explican desde AVA-ASAJA en este sentido. Según han dejado caer, si las ayudas hubieran sido suficientes y hubieran llegado a tiempo, parte del daño se podría haber solventado y la cifra podría haber sido menor. Pero no ha sido así; y no tienen buenas sensaciones de cara a las próximas semanas. "Todo lo que no se haga en dos meses, probablemente suponga la pérdida de producción de la próxima campaña", denuncian. Que se pierda la cosecha por culpa de la inacción administrativa es un golpe que la agricultura valenciana no puede permitirse. 

A finales de noviembre, poco menos de un mes tras la DANA, el sector agrícola de la zona ya había avisado de que las ayudas no estaban llegando como tenían que llegar. Según denunció la citada asociación "los pagos directos de 5.000 euros dejarán fuera a más del 80% de los agricultores y ganaderos damnificados, porque los requisitos establecidos en la normativa estatal excluyen a los productores a tiempo parcial y a los jubilados, que representan a la mayoría del sector agrario valenciano". 

Por otro lado, la organización también lamenta que las ayudas de minimis que iban a destinarse a aquellas explotaciones agrarias que hubieran sufrido unas pérdidas superiores al 40% respecto a los ingresos medios de los últimos años tendrán un límite máximo de 25.000 euros (sumando, en su caso, la ayuda directa de 5.000 euros), "una cantidad que generalmente resultará insuficiente para compensar los daños reales". Además, explican que el Gobierno también contempla ayudas de hasta 150.000 euros para las empresas afectadas por la DANA, pero en aquellas con un volumen de ingresos menor de 2 millones de euros, "y la inmensa mayoría de las empresas agrarias la cuantía no excede de 20.000 euros". Por lo tanto, la tardanza en actuar y la ineficacia de las ayudas ha generado que las pérdidas agrarias sean todavía mayores. 

Daños en el campo valenciano en 2024

El 2024 ha sido, en palabras de los agricultores valencianos, un año "vapuleado por la devastación de la DANA, pero también por la sequía, las plagas y enfermedades, los altos costes de producción, la competencia desleal de las importaciones, la fauna salvaje y los robos". En total, según sus cálculos, el campo de la comunidad ha sufrido unas pérdidas récord de 1.870 millones de euros que aceleran el abandono de campos y granjas.

El daño principal han sido, evidentemente las adversidades climáticas, que en total generaron esa citada cifra de los 1.640 millones de pérdidas. Primero fueron la falta de lluvias, ya que ha sido el segundo año hidrológico más seco de los últimos tiempos: las cosechas de secano se vieron gravemente afectadas, se elevaron los costes de electricidad para regar y por tratamientos para combatir las plagas favorecidas por las altas temperaturas; se multiplicaron los costes de los ganaderos para suministrar alimentación y agua e, incluso, muchos de ellos se vieron en la obligación de sacrificar decenas de vacas. Después llegó la DANA, que lo arrasó todo. 

Pero no ha sido el único golpe para el campo valenciano este año. Según han denunciado desde AVA-ASAJA, también han sufrido la falta de soluciones eficaces, la introducción de nuevas plagas procedentes de países terceros y la mayor persistencia de las mismas a causa del cambio climático. Todo ello, según sus cálculos, ha provocado unas pérdidas de 80 millones a los productores. Además, consideran que los precios en origen se situaron en muchos cultivos por debajo de los costes de producción, elevando las pérdidas por problemas de comercialización a 70 millones.

Otros problemas de gravedad fueron los daños ocasionados por la fauna salvaje y los robos, que provocaron al sector agrario un agujero económico de 50 y 30 millones, respectivamente. Como evidencia de la crisis de rentabilidad, en 2024 la Comunitat Valenciana dejó de cultivar 2.770 hectáreas y batió su propio récord histórico con 176.446 hectáreas abandonadas.

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