El desagradable incidente del rey Felipe en Formigal: el conflicto de sus escoltas en un restaurante

El rey Felipe ha vuelto a disfrutar de uno de sus planes favoritos. El pasado viernes 15 de marzo, el monarca llegaba por sorpresa a Formigal para pasar un fin de semana esquiando junto a sus amigos. Un viaje de carácter privado al que la reina Letizia no se apuntó, y que ha coincidido con la visita del rey Juan Carlos a Sanxenxo para participar en el campeonato de regatas.

Como ya ocurriera el pasado mes de febrero, cuando el rey Felipe disfrutó del esquí en Baqueira, este viaje nos ha dejado las imágenes del monarca deslizándose por las pistas, y también un buen número de anécdotas, no todas buenas. Y es que, tal y como han asegurado diferentes fuentes, los escoltas del Rey protagonizaron un desagradable incidente en uno de los restaurantes que visitaron.

Los escoltas del rey Felipe protagonizan un desagradable incidente en un restaurante de Formigal

El rey Felipe llegó el viernes por la noche a Formigal, donde se alojó en el hotel Aragón Hills, un establecimiento situado en el centro de la urbanización de la estación de esquí. Acompañado por sus amigos, Pablo López-Quesada y Beltrán Gómez-Acebo, el monarca salió a cenar a Casa Martón, un asador situado en Sallent de Gállego, donde, sentados en un discreto reservado, degustaron productos de la zona y de un buen chuletón, el plato estrella del restaurante.

Al día siguiente, el rey Felipe subió a la estación para disfrutar de su deporte favorito, y lo hizo en compañía de sus amigos y de Antonio Gericó, presidente ejecutivo de Aramón, y haciendo la fila para montar en el telesilla, como el resto de deportistas.

Tras una mañana de deporte, el grupo hizo un descanso para comer en el mejor restaurante de la estación, La Glera, un local situado a 2.000 metros de altitud y ubicado en una pequeña cabaña con capacidad para tan solo 18 personas. Un exclusivo local al que solo se puede acceder por ski-ratrack (máquina pisapistas) y previa reserva.

Y allí fue donde, tal y como han relatado varios testigos presenciales a ‘Informalia’, se produjo una desagradable e incómoda situación entre los comensales y los escoltas del rey Felipe. Al parecer, la seguridad del monarca informó a los clientes de que no podían hacer fotos. Algo que, al parecer, advirtieron de no muy buenas formas.

“Si sacáis el móvil os largáis del restaurante” dijeron. Un aviso que no gustó a los comensales allí presentes, que explicaron al citado portal: “La verdad es que fueron bastante desagradables”.

Eso sí, a pesar de las cuestionadas formas de los escoltas que incomodó a los allí presentes, los testigos señalan que el rey Felipe sí fue muy agradable con todos. “Él incluso nos saludó cordialmente y nos dijo ‘que aproveche”. “Después estuvo charlando y riéndose como cualquier otro grupo” señalan.

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Tal y como recuerda el portal, esta no es la primera vez que se cuestiona la actitud de los escoltas que acompañan al rey Felipe en sus salidas. El pasado mes de febrero, durante el viaje que el monarca realizó a Baqueira, la conducta de la seguridad del Rey ya fue criticada, aunque en esta ocasión por los paparazzis.

Y es que, además de haber protagonizado varios encontronazos en el pasado con los fotógrafos que siguen el día a día de los Reyes, los escoltas tratarían de dificultar el trabajo de estos. Así lo señalaron varios profesionales, que aseguran que, desde hace tiempo, se les intenta impedir conseguir imágenes en exclusiva del rey Felipe. Algo que conseguirían avisando a sus propios fotógrafos, de la Agencia EFE en el caso del viaje a Baqueira, para devaluar el valor de su trabajo.

Ajeno a la polémica de sus escoltas, el rey Felipe continúo con su fin de semana de esquí. Así, tras disfrutar de una cena en M The Club, uno de los locales de moda en Formigal con música en directo, el monarca y sus amigos aprovecharon para esquiar durante la jornada del domingo, antes de poner rumbo de regreso a Madrid.