Plogging: el ejercicio que te ayuda a adelgazar… y cuidar el medio ambiente

El plogging está revolucionando el mundo del deporte, ya que une la práctica de ejercicio físico y la salud con el cuidado del medio ambiente. Esta disciplina une deporte al aire libre con la recogida de residuos ya sea en un parque, una playa o un bosque. Y aunque quizá no hayas oído hablar del plogging, debes saber que ya hay más de 20.000 personas que lo practican a diario y que hasta en cien países ya es una práctica habitual salir a correr y recoger al mismo tiempo la basura que se encuentran a su paso. 

Este tipo de ejercicio físico combina deportes como el senderismo, el running, el kayak, el buceo, el paddle surf, el snorkel, el trail, la bici, el esquí o el parkour con el cuidado del medio ambiente y de las zonas más cercanas a nuestra rutina de entrenamiento diaria. Se trata de aprovechar cualquier momento en el que se haga una actividad física al aire libre para recoger posibles desperdicios o plásticos que pueda haber en la montaña, la playa o en la misma ciudad. 

El origen del plogging, un movimiento que ya es global, lo encontramos en Suecia. Como explican en la web Plogging Revolution, “la palabra proviene de la unión de la inglesa ‘jogging’ (ejercicio físico que consiste en correr una distancia larga a un ritmo moderado y constante, solo o en grupo) y de la expresión sueca ‘plocka upp’ (que se traduce como ‘recoger’)”. Los que la practican se hacen llamar floggers. 

La disciplina surgió como una actividad organizada en Estocolmo y terminó extendiéndose a otros países a partir del año 2018. Su creador fue el sueco Erik Ahlström, que al mudarse a la capital sueca en 2016 desde su pueblo comenzó a incluir en su rutina deportiva la recogida de todo tipo de basura que encontraba tirada a su paso y que además de ensuciar la ciudad perjudicaba al medio ambiente. Poco a poco, el atleta fue difundiendo esta actividad a otras ciudades suecas y gracias a las redes sociales ha ido extendiéndose a todo el mundo y ya hay comunidades en países como Reino Unido o México. 

En España, en los eventos organizados de plogging han participado unas 9.000 personas y se han recuperado más de 25.000 kilos de residuos en 11 ciudades españolas. El interés por la vida sana y la ecología contribuyen sin duda a que esta moda se vaya extendiendo y haga que los que lo practican se sientan dentro de una comunidad con los mismos valores e intereses, tales como el compañerismo, el esfuerzo y el compromiso con el cuidado del medio ambiente.

Beneficios del plogging

Como decíamos, cualquier deporte al aire libre puede usarse para practicar plogging, pero el más habitual es el running. No hace falta ser un atleta profesional para hacerlo y si eres un corredor amateur puedes también recoger los residuos. Pero si te gusta correr, lograrás perder peso y mantenerte en buena forma por más tiempo. Además, es un buen ejercicio para trabajar la intensidad y además realizarás unas cuantas sentadillas (hazla siempre de forma correcta para no lesionarte la zona lumbar) cada vez que te agachas a recoger algún tipo de residuo o plástico. 

Con esto, trabajarás la zona de las piernas, el glúteo y el core. Por supuesto, durante la actividad física puedes introducir otras rutinas de ejercicios que complementen la carrera, así como estiramientos al acabar y un calentamiento antes de comenzar.

Y si ese beneficio físico lo notarás en tu cuerpo, debemos añadir el beneficio extra con el que ayudas a cuidar el medio ambiente. El hecho de recoger residuos a tu paso puede parecer algo insignificante pero no lo es para nada. Piensa que si todo el mundo lo hiciera, nuestras playas, mares, bosques, ríos y ciudades estarían mucho más limpios y libres de contaminación que perjudique tanto a la flora como a la fauna que los habitan. 

“Teniendo en cuenta que en España unos cuatro millones de personas practican senderismo de forma regular y un 33 por ciento de la población sale a correr más de tres días por semana, aprovechar esas salidas para practicar el plogging durante el recorrido podría significar un cambio radical en el estado de nuestro entorno en muy poco tiempo”, añaden en la web donde dan a conocer a algunos de sus embajadores en nuestro país. Entre otros, se encuentran el runner Cristóbal Redondo, la atleta paralímpica Nuria López Fernández o varios entrenadores personales.

Cómo practicar plogging 

Para empezar a practicar plogging tan solo necesitas ropa deportiva, unas buenas zapatillas… y una bolsa de basura que puedes atar a la cintura. Es recomendable llevar unos guantes de plástico por seguridad (para no cortarte o pincharte con algún objeto como botellas o plásticos) e higiene. Una vez que hayas terminado tu sesión de entrenamiento, tira cada residuo al contenedor adecuado, ya sean plásticos, botellas, trozos de tela, papel o cartón, pilas, cigarrillos… Si vas a hacerlo practicando algún deporte acuático, lleva una red anudada a la cintura que pueda filtrar el agua para que no te pese. 

En la web de Plogga, página creada por el fundador de este movimiento, explican además que lo ideal es practicar esta actividad en grupo, ya que es más divertido y os podéis ‘picar’ para ver quién recoge más residuos, y que se puede combinar con otros ejercicios físicos para mejorar la movilidad en la cadera, los tobillos y los aductores. Para evitar posibles contracturas, aconsejan ir cambiando de lado el peso de la bolsa y recomiendan mejorar el rendimiento cardiovascular con carreras de menos de 10 kilómetros a las que puedas añadir ejercicios más intensos como saltos o cambios de ritmo. Otros deportes ideales para practicarlo son el senderismo o el ciclismo.

Durante el entrenamiento lleva una botella con agua para estar bien hidratado. Piensa que además el ejercicio es al aire libre y puede que haga calor, así que es fundamental mantenerte hidratado durante el tiempo que dure la sesión. Cuando termines la sesión, recupera lo que tu organismo haya ‘gastado’ con proteína e hidratos de carbono, agua y minerales como el magnesio o el zinc para favorecer el balance hídrico que necesitas a la hora reponer fuerzas tras el ejercicio.