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Ejercicio

Dolor de hombro: síntomas, tratamiento y cómo prevenir una luxación

La luxación de hombro es más común de lo que podemos pensar y de hecho supone el 45 por ciento de todas las lesiones articulares

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Dolor de hombro: síntomas, tratamiento y cómo prevenir una luxación. Pixabay

Una luxación de hombro puede traernos muchos problemas de salud y es más común de lo que un principio podemos pensar y no hace falta ser deportista profesional para que se produzca y con cierta frecuencia. El hombro tiene unas características específicas que lo convierten en la articulación que con mayor frecuencia se luxa, suponiendo hasta un 45 por ciento de todas las lesiones articulares. La luxación de una articulación se produce al sobrecargar los ligamentos, que son bandas de tejido conjuntivo fibroso muy sólido y elástico que unen los huesos en una articulación. 

El hombro es la articulación más flexible y con mayor movilidad del cuerpo humano. Es esta capacidad de movimiento la que lo hace más propenso a sufrir las potenciales lesiones que puedan acontecer. Una luxación de hombro se produce cuando la cabeza del húmero se sale de su sitio (del glenoides), lo que comúnmente se denomina ‘salirse el hombro’. Además, hay otras lesiones muy frecuentes que afectan a la articulación en el hombro y que se ven incrementadas, por ejemplo, por traumatismos directos en deportes como el tenis. Otros problemas menores en los hombros, como músculos doloridos y dolores en general, son también muy habituales. 

Cuando ocurre en jóvenes de menos de 20 años las probabilidades de que se produzca una segunda luxación son superiores al 80 por ciento, porcentaje que disminuye con la edad, siendo inferior a un 20 por ciento en pacientes mayores de 40 años, según datos de Top Doctors. Tras una primera luxación traumática del hombro, aproximadamente un 60 por ciento de los casos presentará un segundo episodio en los siguientes dos años.

Las luxaciones generalmente son causadas por algunos factores de riesgo como las caídas fortuitas, los accidentes de tráfico o la práctica de deportes de contacto o de alto impacto. Pero además existen otras causas que pueden ocasionar problemas en los hombros como el factor hereditario, que hace que se nazca con ligamentos más propensos a las lesiones, o el desgaste provocado por el proceso natural de envejecimiento.

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Una luxación de hombro puede volver a repetirse en varias ocasiones.Pixabay

Tipos de luxación

La luxación más común es la dubcoracoidea, que sucede cuando la cabeza del húmero se sitúa por debajo de la apófisis coracoides de la escápula. Las causas más frecuentes son caídas sobre la mano o sobre el codo cuando está extendido. La luxación subglenoidea o luxación extracoracoidea suele producirse cuando se produce un caída y el brazo está en una posición de rotación interna forzada, por lo que no es muy común. Y la luxación subclavicular o intracoracoidea, que se produce cuando la cabeza del húmero se coloca sobre las costillas y se da cuando hay una caída en flexión y rotación interna.

En un mismo paciente la inestabilidad del hombro puede ser unidireccional, en este caso el hombro tiende a luxarse en una única dirección, pero también se puede producir de forma bidireccional o multidireccional, en cualquier dirección. A veces la luxación puede ser atraumática, es decir, que sucede cuando en un gesto cotidiano se desencadena la luxación. Se suele dar en pacientes jóvenes y con mayor frecuencia en mujeres.

Síntomas de una luxación

Generalmente, el dolor es el síntoma más claro cuando tenemos una luxación de hombro. De hecho, es una lesión bastante dolorosa y puede hacer que se dificulte además el movimiento del brazo. También se puede presentar hinchazón y moretones en el hombro o cierto entumecimiento, hormigueo o debilidad en el brazo, la mano o los dedos de la mano.

Cómo aliviar los síntomas

La luxación de hombro requiere de atención médica inmediata, por parte del traumatólogo, que hará un análisis para diagnosticar el tipo de lesión que hay. Lo habitual es hacer una radiografía y una tomografía (TC) para poder observar bien la lesión. El especialista analizará además la inestabilidad del hombro.

Para reducir la hinchazón que pueda haberse producido, se recomienda (solo antes de haber ido al médico especialista tras el golpe o caída) poner una bolsa de hielo en la zona y no mover el hombro, además de mantener el brazo ceca del cuerpo y quitarse anillos o cualquier cosa que pueda hacer que empeoren los síntomas. Para el dolor, lo habitual es que el médico recomiende ibuprofeno o Naproxeno (ambos con prescripción médica).

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Recuperarse de una luxación suele suponer de cuatro a seis semanas.Pixabay

Tratamiento para la luxación

El traumatólogo o fisioterapeuta deberá dar al paciente atención inmediata para colocar la cabeza del húmero en su lugar a través de maniobras mecánicas muy precisas que solo podrán hacer estos especialistas. En algunas ocasiones, la colocación del hombro se lleva a cabo en un quirófano y con anestesia para evitar el dolor al paciente. Luego se inmovilizará el hombro y se harán revisiones para evaluar las posibles lesiones que podrían haberse producido en otros ligamentos. 

Si esta lesión se produce con frecuencia, a veces se puede optar por una cirugía con artroscopia, una intervención poco invasiva, para reparar la lesión de los ligamentos. Tras la operación se deberá hacer rehabilitación durante un tiempo para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura. Una potenciación muscular específica de los rotadores cortos y una educación postural y gestual, ayudan a mejorar la inestabilidad de esa zona. De manera general, tras una intervención de este tipo se suelen necesitar de cuatro a seis semanas para la recuperación y se podrá retomar una actividad deportiva de nivel medio a los dos meses y medio y para un nivel competitivo, a los cuatro meses.

A partir de ahí, existen unas recomendaciones y medidas preventivas que se pueden tomar para protegerse, como ser cuidadosos para evitar situaciones de riesgo que puedan provocar caídas; realizar actividad física regular para aumentar la fuerza y la flexibilidad de las articulaciones y el consumo de complementos alimenticios a base de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Según Gonzalo Peñaranda, CEO de AORA Health, “nuestros estudios clínicos han comparado AORA Articular con un antiinflamatorio de acción rápida como el Naproxeno y mejoró la rigidez dos días antes que el Naproxeno y produjo una mejoría del malestar articular a los cinco días del inicio del tratamiento y una mejoría en la función articular a los siete días”.

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