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El teléfono que ayuda a tener mejores viajes psicodélicos

La empresa Fireside ofrece asesoría ante la despenalización creciente en EE.UU

Lámina de dosis de LSD
Lámina de dosis de LSD

¿Está usted ciego de psilocibina y todos sus amigos se han dormido o han vuelto a casa? ¿Sus dos caniches le parecen mamuts y es incapaz de dejar de pensar en los patrones matemáticos que le gritan las estanterías y armarios? ¿Siente que está a punto de salir del bucle pero a la vez intuye que lleva pensando lo mismo desde hace siete horas? Estamos de suerte porque la compañía estadounidense Fireside Project tiene la solución: un teléfono para asesorarle en tan delicada situación. Se llama Psychedelic Trip Support Line y el número es 62-FIRESIDE (623-473-7433).

La idea la tuvo el exabogado Joshua White en las primeras semanas del confinamiento, cuando algunos pensaron en que las drogas podían suponer un alivio para el aislamiento y la ansiedad. La línea la atienden voluntarios formados y también asesoran a personas sobrias que cuidan de otras durante los viajes psicodélicos. Esta iniciativa llega en un momento ideal, ya que Estados Unidos vive una oleada despenalizadora: ya no solo hablamos de la marihuana, sino también de las setas y el MDMA en muchos estados. Los hippies izquierdistas y libertarios de derecha coinciden en que las drogas son un derecho, no un peligro. Alianzas más extrañas se han visto.

Situaciones psicodélicas

La revista Rolling Stone, vieja biblia de los años de la contracultura, ha dedicado un amplio reportaje a este fenómeno. “Cada vez más gente está descubriendo las drogas psicodélicas”, explica la doctora Katrina Michelle, antigua directora de la Asociación Multidisciplinar para los Estudios Psicodélicos, hoy asesora del proyecto Fireside. “Muchos han escuchado en las noticias que las sustancias psicodélicas tienen propiedades curativas”, añade. El problema es que las noticias no detallan los posibles efectos adversos y mucha gente se encuentra con problemas que no esperaba. Se trata de proporcionar información completa que luego circule por grupos de interesados.

Muchas veces se trata de hacer comprender a la persona que todo lo que está viviendo lo ha creado su cabeza y que por tanto su cabeza también lo puede parar”, dice una asesora

En mitad de un mal viaje de drogas, intenso y tortuoso, el simple hecho de encontrar un voz tranquila al otro lado del teléfono puede ser el principio de la solución. Sobre todo, si sabes que esa voz pertenece a un experto o experta en los problemas que estás atravesando. Gestos tan sencillos como tumbarse en el suelo o echarse una manta por encima pueden servir para detener la espiral obsesiva de una experiencia psicodélica desagradable. “Muchas veces se trata de hacer comprender a la persona que todo lo que está viviendo lo ha creado su cabeza y que por tanto su cabeza también lo puede parar”, explica Ángela Carter, una de las asesoras.

El pasado mes de marzo, 31 personas fueron habilitadas como asesores de la línea telefónica de Fireside, tras un cursillo de 36 horas lectivas. El programa incluía meditación y ejercicios relajantes, ya que transmitir calma es crucial para poder ayudar a personas con problemas psicodélicos. Los cursillos se impartían a través de Zoom, ya que los asesores viven en unos muy distintos del país y no era aconsejable viajar en tiempos de coronavirus. El director de la línea teléfónica, Adam Rubin, tiene una trayectoria de años ayudando a psiconautas en apuros durante los días del festival Burning Man en el desierto de Nevada. El emprendizaje en el sector de los estupefacientes puede dar muchas alegrías.

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