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Opinión

Los tratados son para las ocasiones

España depende de Francia en su objetivo de ser ‘el país más verde de Europa’
El presidente de Francia, Emmanuel Macron y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Europa Press

La ocasión más reciente ha sido la de los asaltos y bloqueos estos días a los camiones españoles en ruta por Francia. Recapitulemos: 

1.- Era el 19 de enero de 2023, se celebraba en Barcelona la XXVII cumbre Hipano-Francesa con el presidente de la República, Emanuel Macron, de una parte, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la otra. También se dejó ver el president de la Generalitat, Pere Aragonès, el cual, según decían las agencias de prensa, después de saludar a su llegada a quienes encabezaban las delegaciones y de tantear la posibilidad de arrogarse un ambiguo papel de anfitrión, prefirió optar por descararse y abandonar el lugar antes de que sonaran los himnos y fueran revistadas las tropas que rendían honores. Daba la impresión de que le faltara ambiente. Percibió que Els segadors quedaba fuera de la banda sonora y que los mossos d’esquadra tampoco figuraban entre las unidades uniformadas. Así que, en respuesta a semejante provocación, emprendió la retirada en un vehículo a motor sin que apenas alcanzara a oír los gritos e improperios que proferían los indepes, debidamente encuadrados, que cumplían con su deber de apreteu, apreteu.

2.- Del esplendor de la jornada cumbre daba cuenta puntual, ese mismo día, la Newsletter de La Moncloa abriendo con un expresivo titular a toda página en los siguientes términos: “Sánchez y Macron firman un Tratado de Amistad y Cooperación que refuerza el vínculo entre España y Francia”. La nota ponderaba que se trataba del primer Tratado de estas características firmado entre ambos países; que se convertía así en una hoja de ruta que venía a institucionalizar tanto la celebración anual de cumbres bilaterales como la participación recíproca en consejos de ministros. Subrayaba también la Newsletter que el Tratado permitirá agilizar las consultas entre ambos países a todos los niveles y fomentará la creación de foros de coordinación bilateral, como es el caso del Consejo franco-español de Defensa y Seguridad. Los entonces llamados palmeros de la Moncloa, que años después figuraron en la adoración nocturna, se apresuraron a resaltar que su importancia superaba a la del Tratado del Elíseo que selló la reconciliación franco alemana y dio origen al eje básico de la Unión Europea.

Tanta intimidad infrecuente

3.- Buena prueba era que, entre los mecanismos ideados para profundizar y estructurar sus estrechas relaciones, el apartado 4 del artículo 2 prevé que “un miembro del Gobierno de una de las Partes participará en el Consejo de Ministros de la otra Parte, al menos una vez cada tres meses y por rotación”. Tanta intimidad, se insistía, solo figuraba en tratados acordados por Francia con Alemania y con Italia, aunque el que se estaba firmando en Barcelona se consideraba aún más ambicioso. Cuestión distinta es que siga bloqueada la opción de Canfranc y que el MidCat haya sido enterrado en favor del H2Med que nunca llevará gas, ni siquiera en una primera fase. Así que la nueva conexión energética entre España y Francia no servirá para aliviar la actual crisis de suministro debida al corte del gas ruso derivado de la guerra de Ucrania, ni hará competencia a la energía producida por las centrales nucleares francesas.

Así, cumplido un año y un mes de la firma del Tratado en Barcelona, aún el Consejo de Ministros sigue sin acodar su envío al Congreso de los Diputados

4.- La sorpresa cunde cuando, después de una semana de indagar en los gabinetes de Prensa del Congreso de los Diputados, de los ministerios de Asuntos Exteriores, de Relaciones con las Cortes y del Portavoz del Gobierno, sobre dónde se encuentra el Tratado se averigua que, al principio, se retrasó porque faltaba la firma de la primera ministra de Francia; luego, porque el Consejo de Estado recelaba de la presencia de ministros en corral ajeno considerando que requeriría reformar la Ley de Gobierno habida cuenta del secreto a guardar sobre las deliberaciones del Consejo de Ministros, hasta que se alteró la cláusula de modo que el ministro francés ya no “participará” sino que “será invitado”, sin que sepamos a qué; después, cuando la convocatoria el 29 de mayo de elecciones generales, el Gobierno quedó en funciones y, a partir del día de los comicios, 23 de julio, pasó a la situación de cesante y así, cumplido un año y un mes de la firma del Tratado en Barcelona, aún el Consejo de Ministros sigue sin acodar su envío al Congreso de los Diputados.

5.- Tanta parsimonia está en abierto contraste con otras aceleraciones como la demostrada por el Consejo de Ministros al remitir el martes día 30 de enero a las Cortes Generales el “Acuerdo sobre la conservación de las poblaciones de murciélagos en Europa”. ¿Tendrá relación la urgencia observada en este caso con el hecho de que las mayores colonias de quirópteros de España estén ubicadas en la finca de Quintos de Mora, elegida por el Gobierno para su retiro espiritual del sábado 13 de enero? Aceptemos, con Fernando Fernán Gómez, que las bicicletas son para el verano pero, también, que los Tratados son para las ocasiones, como las que han estado viviendo los transportistas españoles.         

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  • W
    Wesly

    Pedro Sánchez es un experto en el arte de mentir, manipular, dividir y fanatizar a la sociedad.

    Pretende imponer su relato sesgado, grandilocuente y autoalagador.

    El caso que el Sr. Aguilar nos presenta hoy es una muestra más que lo confirma.

    A Puigdemont se le pueden recriminar muchas cosas, pero hay que agradecerle que su actuación sirva para desenmascarar aún más claramente a Pedro Sánchez, sirva para demostrarnos su desfachatez, su grado de desprecio por la democracia y por el Estado de Derecho, que son infinitos, que no tienen límite legal ni moral cuando se trata de satisfacer sus ansias enfermizas de poder.

  • V
    Variopinto

    Más de un año después y aun la siguen peinando... ¡Caray con el engendro! .

    La afición por priorizar solo los asuntos que interesan de manera personal no es nueva en nuestros gobiernos centrales. Son tantos los asuntos que se vienen dejando pudrir, desde el siglo pasado, que el olor en los consejos de ministros es nauseabundo. Aunque, por ser cosa de secretos, no nos lo puedan contar.