Rave, César, los que van a desmadrarse te saludan

Han pasado días, pero sigo fascinada con lo de la reiv. Me explico:

Antes de nada, un lugar y un concepto:

CONCEPTO.- La rave: "concentración festiva de aficionados a la música house o techno, que generalmente se celebra sin autorización en un edificio abandonado o al aire libre".

LUGAR.- La Peza. Punto central de la ruta que une Guadix y Almería con Granada, que en su día fue un importante campamento militar romano. Tiene castillo. Ruinosillo, pero está.

RESULTADO de la fusión de lugar+concepto.- “The Big Fucking Party”, o sea, una reiv en La Peza.

• Duración: 6 días (del 20221230 al 20230106)
• Ilegalidad, premeditación y alevosía (más de 200 denunciados)
• 6 escenarios en 3 horas, 1 camión-casa con ingeniero y 2 camiones para la basura. Estacionados alrededor de 300 vehículos, la mayoría caravanas y autocaravanas
• Se calcula entre 4.000 y 5.000 personas
• Por motivos de seguridad, se decide no desalojar. (¡Ups!)

Lo que me tiene fascinada es la siguiente metamorfosis:

ESTADO INICIAL de alcalde y vecinos:

-Mosca. “Estamos entre la decepción y la desesperación porque esto está tomando ya un tinte dramático".

PELÍN MÁS TARDE:

-"Podría ser peor el remedio que la enfermedad". La música y el ruido de la fiesta es "sobrellevable pero cansino".

(Y poco a poco, como sucumbiendo a las notas de un flautista de Hamelín fantasma, empiezan a cogerle cariño a la cosa festivalera).

ESTADO POST-REIV: emocionados.

En la tele salen lapeceñas maduras declarando:

-“Te anima a bailar”.

-¨No se meten con nadie”.

-“Estaban educados hasta los perros” (de lo cual deduzco que los perros lapeceños se las traen).

Y que “íbamos a dejar a los maridos en casa y es más divertido”.

Acaban pidiendo que les pongan el año que viene medio de transporte para no tener que ir andando. Pues normal.

Y ese alcalde, quemao al principio, es el que sufre mayor grado de abducción, declarando cosas como:

Que “han abonado el camión que va a recoger las bolsas apiladas”.

Que “no se observan daños a primera vista”.

Que “los vecinos no han sido molestados”.

Un lugar en el mapa

Y que “muchas veces en el pueblo, veinte personas hacen un botellón y lo dejan todo mucho peor” (de lo cual deduzco que no solo los perros, si no también ciertos jóvenes lapeceños se las traen).

Que está “abierto a escuchar a cualquier organización que quiera repetir el festival de este tipo”.

-“La Peza se ha situado en el mapa y a nosotros, económicamente, no nos ha supuesto ningún coste, pero desde el punto de vista publicitario ha sido un diez”.

(Emoticono de ojos desorbitados)

(Emoticono de pensar con mano en mentón)

Nota sobre el CONTEXTO NACIONAL durante este tiempo de despiporre y ocupación anímica en La Peza, que, aunque según el goaverno todo va súper bien, se publican encuestas delatoras:

• hay 62.500 votantes que emigran del soe al pepé.
• el 54,6% está incomodillo con lo de derogar la sedición y un 78,8% se niega a llamar robinjúdes a los malversadores.
• Los fijos-discontinuos aumentan un 964%.
• La venta de coches cae al nivel de hace una década.
• Y el tiempo que le llevaría hoy a una familia acceder a una vivienda si dedicas todo el sueldo a eso (sin comer, sin vestir, pasando frío y sin echar gasofa) son 7,6 años de nada. De ilusión a suplicio.

Tras este breinestormin de desoladoras situaciones, una no puede más que CONCLUIR que:

La gente está hasta el moño de todo, y que todos necesitamos una reiv de estas.

El país va psé-psé; hemos pasado un miedo de narices con el bicho pangoliniano, acochinados en casa y peleándonos entre nosotros por una vacuna quevetetúasaber. Dejándonos de ver y de tocar. Viéndonos apantallados. O sea, un asco.

Y de repente, cuando parece que ómicron mata menos, el cuerpo empieza a pedir marcha.

Y la peña se quiere desmelenar.

Todos necesitamos un shock catártico que nos haga olvidar, que nos haga no pensar, que nos haga descubrir que somos los mismos pero diferentes.

Los garbanzos en la olla, la tenaleidi, la crianza y los maridos muermos (o las mujeres que aman la aspirina), que se queden en casa. Asap.

(Tampoco sé hasta qué punto ha influído en ese cambio de actitud de los lapeceños lo del “minuto de gloria” famoso. Se entendería también).

Despertar el lado dormido

No soy de los que piensan que la pandemia ha servido para algo. Que nos ha unido y esas ñoñerías cacerólicas. No.

Lo que sí ha hecho, a la vista está, es despertar un lado rave-friendly que muchos no sabían que tenían.

(Apostaría algo a que de haber pasado esto antes de la pandemia, ni el alcalde ni los vecinos se hubieran transmutado en fans de las reivs y seguirían cabreados y exigiendo que se tomaran medidas en el futuro para evitar este tipo de invasiones musicales. Es más; las fuerzas del orden lo habrían desalojado tan pichis, y los festivaleros se hubieran vuelto para casa rabientreperniles).

COSAS QUE ME PREOCUPAN a raíz de este fenómeno lapeceño:

1.- Que los festivaleros se crean que todo es jauja, y se lancen a la búsqueda okupacional de terrenos donde les dé la gana y ojo que hay músicas y músicas e igual no todos los perros se han criado en Oxford como estos.

2.-Que en el afán y búsqueda de placer creciente y postpandémico, cometamos errores como, se me ocurre, votar a la gente “por guapo”. Cuidadito con esto.

3.- Que, en habiendo reivs, la gente se vista mal. Lo digo porque esta semana hemos podido observar con estupor cómo los que cobran por representarnos no han sido capaces de estar a la altura de las circunstancias en cuanto a vestimentas: ni Jisperson pasando revista a las tropas en El Líbano, que parecía que salía de una discoteca de tarde de los 80, en bluyins y cazadora ajustadilla; ni Celáa en los funerales del Papa Emérito, en un acto con pelliza depasearperros y en otro jugando al dominó cuando tendría que estar jugando al backgammon.

POR ACABAR:

Un aviso, una cita, un consejo y un recuerdo:

• El aviso, a Jisperson; que para reiv, la que le van a montar a él en Cibeles el 21-ene, para decirle de todo menos “queremos un hijo tuyo”.

(Emoticono diablillo)

• La cita: “La vida no se mide por la cantidad de aire que respiraste, sino por los momentos que tu corazón palpitó fuerte, de tanto reír, de sorpresa, de éxtasis, de felicidad sobre todo de querer sin medida”. (Pablo Picasso)

• El consejo: en la vida hay que ser coleccionista de momentos.

• El recuerdo: que cuando pasan estas cosas de sucesos humanos que se van de madre, me falta Berlanga.