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Opinión

Fraude de ley

Son diputados que practican un doble juego: ocupan un asiento en el Congreso de los Diputados que representa a la soberanía nacional con el objetivo explícito de dividir esa soberanía

El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián

Los componentes del Congreso de los Diputados son elegidos en circunscripciones provinciales, en listas elaboradas por los diferentes partidos políticos o por coaliciones o agrupaciones de electores, mediante un sistema proporcional imperfecto.

Una vez elegidos, los diputados representan al pueblo español, no estando sometidos a mandato imperativo. Eso es lo que dice el Reglamento de Congreso de los Diputados, pero lo que vemos fundamentalmente en las sesiones de investidura, en los Debates sobre el Estado de la Nación o en las mociones de censura, pero también en cualquier votación, no tiene nada que ver con esa literatura reglamentaria.

Lo acabamos de comprobar en el debate sobre la moción de censura de Vox. El candidato propuesto habló sobre los problemas y posibles soluciones para nuestro país, para la Nación española. La respuesta que recibió, como ocurre siempre en los grandes debates, procedía de tres grupos de diputados: Un grupo de diputados que representan al pueblo español y que, con mayor o menor fortuna, hablaron de España. Fue el caso del PSOE, del PP, de Cs y de Vox.

No me cabe la menor duda de que el comportamiento de esos diputados es claramente ilícito; no en vano atentan con sus manifestaciones contra la soberanía nacional

Un segundo grupo de diputados que en sus discursos, no solo no representan a toda la ciudadanía española, sino que contravienen constantemente lo que prescribe la Constitución española en su artículo 6: “La creación y el ejercicio de la actividad de los partidos políticos son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley”. En ese segundo grupo encuadro a los separatistas. En sus respectivos programas electorales figura explícitamente la fragmentación de la soberanía española. Esos grupos políticos, que compiten en las elecciones generales y cuyos electos toman asiento en las Cortes, se supone que ejercen la representación de la soberanía nacional española; solo se supone, porque cuando hablan en el Congreso no se privan de negar esa soberanía. Formalmente, los diputados independentistas representan a la soberanía española, a la Nación española, a la que se niegan a reconocer como “patria común e indivisible”.

No me cabe la menor duda de que el comportamiento de esos diputados es claramente ilícito; no en vano atentan con sus manifestaciones contra la soberanía nacional. Algún diputado de esas facciones llegó a decir en el Congreso que el Debate sobre el Estado de la Nación no debería titularse de esa manera puesto que en España existe más de una nación. Negar que España es una única Nación, afirmando ese carácter nacional a algunas de sus partes, es atentar contra la unidad de España. Y es un sarcasmo que eso lo defienda quienes están sentados en un escaño representando a todo el pueblo español. Son diputados que practican un doble juego: ocupan un asiento en el Congreso de los Diputados que representa a la soberanía nacional con el objetivo explícito de dividir esa soberanía.

La Constitución francesa de 1958 debería de servir de modelo para evitar esa falacia y ese juego sucio. En su artículo 4 se puede leer: “Los partidos y las Agrupaciones políticas concurren a la expresión del sufragio. Se forma y ejercen su actividad libremente. Deben respetar la soberanía nacional y la democracia”. Lo contrario de lo que ocurre en el Congreso de los Diputados, donde existen partidos que solo representan a una parte de la “voluntad nacional”. Se presentan a las elecciones generales representando a la soberanía nacional, pero con la idea de fracturar de romper esa soberanía.

No comparto ese argumento. Eso mismo serviría para impedir que cualquier mujer acuda a una comisaría a denunciar a su pareja por amenazas. Si no ejecutan, ¿no existe delito?

Algunos teóricos defienden la licitud de esas posiciones rupturistas dado que, pese a que amenazan la soberanía nacional, no pueden ser penalizados porque no llevan a cabo ningún atentado contra la misma. No comparto ese argumento. Eso mismo serviría para impedir que cualquier mujer acuda a una comisaría a denunciar a su pareja por amenazas. Si no ejecutan, ¿no existe delito?

Por último, están los Diputados que sin pretender atentar contra la Constitución o contra el Reglamento del Congreso, no cumplen con su deber de representar a todos los españoles. Cuando hablan los diputados canarios, turolenses, cántabros, vascos, gallegos, valencianos, etc., yo no me siento representado por ellos. Sólo hablan de sus respectivos territorios sin que les importe o interese lo que ocurre en el resto de España. Están claramente en contra de lo que es la función de un Diputado: “Una vez elegidos, representan al pueblo español. El sitio de ese grupo de diputados no debería ser el Congreso sino el Senado.

Ahora que tanto se pone en valor la resistencia de los franceses, no está mal recordar que el lema de la Revolución francesa se repite con mucha frecuencia pero se omite voluntaria o involuntariamente que ese lema no solo contiene las palabras “Liberté, Egalité, Fraternité”. También se lee: “Unité, Indivisibilité de la Republique ou la Mort”.

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  • E
    eddo

    A usted con esta "ley" no le ha ido nada mal sigue siendo consejero de estado, el gobierno que usted critica le ha renovado por otros 4 años el cargo.

    No serán sus criticas tan peligrosas cuando a otros este mismo gobierno no le han renovado su cargo en el mismo.

  • T
    Torquemada

    ¿Para cuándo la performance de rotura del carné del PSOE, tal y como su delfín el Sr. Vara, y por ende usted mismo, dijo de que si Sánchez gobernaba con los separatistas, se iba del partido? Tarde Sr. Ibarra, como siempre, llega usted muy tarde.

  • E
    Emilezolacuso

    ¡¡¡¡¡ Pero que nos está Vd. contando !!!!!!
    ¿Fraude de Ley? El PSOE lo es, lo ha sido y lo será. Recuerde que NUNCA han ganado unas elecciones generales, desde las premisas y protocolos propios se den en países con sistemas democráticos.

    Pero lo que es peor y gravísimo: En 2020 llegaron a perpetrar todo un GENOCIDIO, que ríete tú de lo del fraude de ley de los otros. ¿Por qué nos insulta, veja, vilpendia, escupe Sr. Ibarra?

  • W
    Wesly

    Efectivamente es un gran sarcasmo que se admitan como "representantes de la soberanía popular" a personas y partidos cuyo objetivo es quebrar y desmembrar la soberanía popular.

    Pero el mayor sarcasmo, el mayor escándalo, es que el Presidente del Gobierno les conceda privilegios, ceda en nombre de todos los españoles, les indulte, les elimine del código penal el delito por el que fueron condenados y les rebaje el de malversación, les conceda una mesa de diálogo al margen del Parlamento, les facilite el procés hacía la independencia, apoye la eliminación de la obligación de usar el español como lengua vehicular en la enseñanza en Cataluña, conceda beneficios penitenciarios a los asesinos apoyados por estos partidos para quebrar la soberanía popular, etc.

    Este sí que es un gran escándalo. Y no le veo a Ud. muy activo dentro de su partido combatiendo este gran escándalo.

  • W
    Wesly

    Sr. Ibarra, como Ud. dice, los diputados no están sometidos a mandato imperativo. Y esto lo exige no sólo el Reglamento del Congreso, lo exige también, y especialmente, el artículo 67 de la Constitución.

    Y, como Ud. también dice, Sr. Ibarra, este precepto no se cumple. Lo que funciona en la política es el precepto popularizado por Alfonso Guerra : "el que se mueva no sale en la foto". Nuestros políticos, cuyos elevados sueldos y escandalosos sueldos nos exigen que obligatoriamente les paguemos precisamente para cumplir y hacer cumplir la ley, se pasan el reglamento, la ley y la Constitución por el arco del triunfo, mientras nos machacan a todos nosotros con multitud de exigencias, muchas de ellas fruto de escandalosas arbitrariedades, arbitrariedades que la propia Constitución, en su artículo 9 prohibe.

    Así funcionan los "representantes de la soberanía popular". Un escándalo.

  • L
    Luzmasluz

    ¿No es este, el que firma este artículo, el mismo Juan Carlos Rodríguez Ibarra, viejo militante del PSOE, que reinó tantos años en la Extremadura? ¿Cuánto cobra de pensión por haber sido? ¿Cuánto le paga Vozpópuli por artículo...?

  • D
    DANIROCIO

    Yo En Lo Unico Que Estoy De Acuerdo Con Mi Es Que El Congreso Es Un Cachondeo,una Cosa Es Lo Que Votan Y Otra Es Lo Que Te Cuentan Antes Y Despues De Salir Elegidos,no Son Serios Con Sus Votantes

  • L
    la linde

    Gracias a los políticos que critica gobierna su partido en España con bilduetarras, separatistas y defensores de su terruño,. Mas le hubiera valido a su comunidad haber creado un partido al estilo Revilla por ejemplo, seguro que tendrían AVE y no la carraca que tienen…

  • V
    vallecas

    El Congreso es una farsa, un teatro una pantomima. Lo que allí vemos son actores. No hay debate, todo está pactado por antelación.

    No hay diputados/personas, son "derechos de voto". De estos 350, podemos decir que 300 son "clá", les pagamos por aplaudir., pero ni siquiera son libres de aplaudir cuando quieran, lo hacen cuando se lo ordenan.
    Puede si siempre fuera así, pero Pedro Sánchez nos lo ha mostrado con toda claridad.

  • N
    Norne Gaest

    Estoy de acuerdo con Vd., siempre pienso lo que dice en el artículo de hoy cuando veo algún debate en el congreso, pero ¡mecagüen diez! haberlo dicho (y actuado en consecuencia) un poco antes, mejor que ahora jubilado y sin responsabilidad política.
    Pero, bueno, se agradece y solo le voy a hacer un subrayado: calificar de "claramente ilícito" el comportamiento de los partidos separatistas. Es ilícito no solo su comportamiento, sino su ideología, sus presupuestos. Un servidor viene defendiendo que o bien debe ser ilegalizados o impedir su representación política en las instituciones del Estado. La Constitución establece las reglas de juego, y ellos son claramente anti constitucionales.