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Opinión

España en un mundo más salvaje

El panorama a futuro será muy difícil, nada que ver con los buenos tiempos que hemos vivido. Para eso es para lo que hay que prepararse, no q

Sede de Ferrovial

Creo que todos somos conscientes del fuerte deterioro que vive el orden en que vivimos, algo que ocurre tanto en el ámbito nacional como internacional deterioro que, lógicamente, tendrá sus perjuicios económicos. Junto a esa realidad incuestionable, como el enorme aumento de la criminalidad en España que destroza uno de esos indicadores de bienestar sobresalientes de nuestro país y del que no se quiere hablar: la seguridad ciudadana, o la inestabilidad internacional, siempre surgen, entre quienes se benefician del poder que lo permite y/o promueve, voces que quieren hacernos vivir en la fábula de la rana hervida, como si España no viviera en un mundo más salvaje.

Matar al "mensajero"

Alertar de lo anterior siempre es una fuente de numerosos inconvenientes, porque significar que la huída de Ferrovial, que no se fue por los impuestos, a pocos meses de un posible cambio de Gobierno, indicando que no se fue solo por la "izquierda" y el nacionalismo delirante, pues implica que existen causas estructurales que vienen de la disfuncionalidad de como se conforma el poder en una partitocracia que, inevitablemente, lleva al "efecto proces", algo que es responsabilidad de todos los partidos y del Establishment que los guía.   

Así, mientras se nos distrae con discusiones nominalistas del tipo "defina España y salvaje" para imponer la ficción de que las acciones de gobiernos (¿corruptos?) pueden quedar impunes o no tendrán consecuencias económicas, como si en el resto del mundo (¿defina mundo?) el nivel fuera tan paupérrimo; pues no lo es y a Navantia le podrían embargar sus bienes en el exterior por decisiones (¿lobistas?) del Gobierno en "el tema renovable", ese negocio partitócratico alocado y disfuncional. Con políticos desquiciados que derriban presas, empeñados en el reformismo irracional, que les ha dado por mutilar niños, tema en el que pienso igual que Elon Musk, obviamente, se terminará muy mal. Pero tranquilos que, exilio interior aparte, aunque ciudadanos y empresas emigren mientras la inversión exterior se inhibe y la inmigración irregular se dispara, no pasa nada porque, acéptenlo, que siendo ranas no están tan mal. 

Salvajismo global

¿Pero, ironías aparte, hay alguna forma objetiva de estimar el empeoramiento del "salvajismo" a nivel global? Métricas hay muchas, pero hoy nosotros usaremos una nuestra (siguiente tabla), diseñada inicialmente para exportadores, de los tiempos siguientes a la burbuja inmobiliaria - ese en gran nido de corrupción de los políticos - en que hacía falta un substituto capaz de generar crecimiento, empleo, ingresos fiscales, etc. En dicha tabla se clasifica de peor a mejor según la posición de los países en los rankings mundiales de corrupción y libertad económica, sumándolas, luego se informa de su participación porcentual en la economía mundial, utilizando el PIB en términos de paridad de poder de compra; la idea era y es que pudieran ver los mejores mercados según su civilidad y tamaño. Ya entonces avisamos del deterioro interno y externo, producto de la degeneración y agotamiento del orden, un proceso que seguirá hasta que dicho orden se cambie por uno funcional, un camino en que algunos países podrían desaparecer. 

Lo primero que observamos es que en 2015 la columna de la izquierda, de Venezuela a Hungría, pasaría del 34.08% del PIB mundial en 2012 al 38,24% en 2017, mientras que la parte más civilizada bajaría del 35,13 al 32,6%, sumando entre ambos casi el 71% del PIB mundial. La hicimos poco después de analizar la economía de Ucrania tras la anexión de Crimea, otro síntoma del mundo salvaje al que nos dirigíamos. Tiene ausencias de importantes de economías que también analizamos aquí, pero con menor o nulo potencial exportador; en todo caso, lo destacable es el empeoramiento predicho entonces se ha cumplido.   

Si hacemos el mismo ejercicio a día de hoy (siguiente tabla)  vemos que se confirma la tendencia y la parte más incivilizada pasaría del 34,08% en 2012 al 41,05% del PIB mundial en 2027, mientras la menos salvaje bajaría del 35,12% al 27,31%, 7,82 puntos porcentuales que parecen pocos pero que equivalen a una economía seis veces la española. Será muy duro lo que viene, tanto económica como socialmente, aquí y fuera. Como nota curiosa destacamos que los más grandes y salvajes de la tabla quieren substituir al dólar y al euro como monedas de reserva internacional. 

En la comparativa destaca el triste y doloroso caso de algunos países, como Chile, donde, tras poner nuestro sistema electoral, empeora bastante, tema que también advertimos con bastante antelación, y Brasil, o el infierno venezolano, que incluso ha ido a peor como en otros países de Iberoamérica, una desgracia que ilustran en su cultura popular (vean vídeo) y que llegará aquí, como lo que vendrá de África y Oriente Próximo por el tipo de inmigración que nos imponen nuestros políticos corruptos. ¿Y a qué se debe todo esto, porque igual ahí, en las causas, está la solución, para ellos y para nosotros? 

Política y corrupción

Los demócratas vemos a los políticos como presuntos delincuentes, por eso los queremos meter en una forma de gobierno, con unas reglas de juego estrictas, regido por la representatividad del votante y la división de poderes en origen, conseguido eso, ya pasarían a tener la presunción de inocencia. En ausencia de democracia lo que abunda es la corrupción, por eso, como demostraron Kunikova y Ackerman y se constata en la tabla,  donde hay sistemas electorales como el nuestro hay más corrupción; y sí, queridas ranas, los hay peores, como dictaduras, teocracias, etc. En la tabla lo extraño es la democracia, siendo común las partitocracias, como en Europa y el porqué de su existencia lo vimos en "La OTAN y el interés de España".

En esto siempre aparece alguno, otro más, que saca el tema de "los nórdicos", como si quinientos años de "luteranismo" y ciento veintidós de premios Nobel pudieran "transponerse" a otras tierras cual delirios legislativos de la UE. Entramos así en el componente cultural de la corrupción y, uno de los pilares de la cultura es la religión. Como hemos comentado en anteriores ocasiones, las naciones tienen un  credo común, más o menos racional, que determina su moral y ésta determina su política, que es la que rige su economía. 

Cultura y corrupción

Lógicamente, a uno le molesta el mal dato de los países de cultura católica y, de mejor a peor, la clasificación queda como sigue: protestantes (o muy influidos por ellos), judíos, con católicos, ortodoxos y musulmanes más o menos repartidos; si luego le añaden rémoras del comunismo o el neo-comunismo y la santería se bate el record de incivilidad. Por otro lado, está la paradoja de que, siendo la corrupción producto de malos actos, en los protestantes solo te salvas por la Fe ("sola fide"), mientras en los otros se pone el acento en las "buenas obras", un tema complejo y muy interesante pero casi imposible de tratar con quienes tienen "mando en plaza", quienes, o pasan o se lo toman mal, como con la necesidad de establecer la democracia. 

¿Y entre los no creyentes hay interés por la democracia  y los temas morales? No, así que, al no haber voluntad, no parece haber solución a la degradación creciente, con lo que allá cada uno con su responsabilidad. Luego incluyan realidades como los enormes cambios demográficos en nuestro país y en el entorno, más los requerimientos económicos y de seguridad de la Nueva Paz Americana, que no tolerará más gorrones, y el panorama a futuro será muy difícil, nada que ver con los buenos tiempos que hemos vivido. Para eso es para lo que hay que prepararse, no queda otra.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • T
    Tamuda

    Una visión maniquea del mundo, en la estela de la infantil idiotez de Borrell del “jardín rodeado de jungla”, o de la visión de la Casa Blanca de hoy, políticamente paranoide. Una forma de pensar propia de una civilización que ha perdido la confianza en sí misma, que desconoce la esperanza y discurre en términos de terror pánico. El pesimismo con que los occidentales miran el mundo es la mayor fuerza paralizante para actuar en él positivamente. Sus indicadores de “corrupción percibida” y “libertad económica” no contienen las conclusiones que Vd. extrae de ellos. Analice las variables que los componen y sus observables, vea el criterio de ponderación que se utiliza en la confección del indicador, y Vd. mismo se dará cuenta de la macuca unilateral y reduccionista de esos indicadores. Una discusión sobre este tema no se puede abordar en un comentario.

  • D
    Darksith1977

    Tengo que decirle, como lector habitual suyo, que este artículo le ha salido un tanto deslavazado e incoherente. Por otro lado, se agradecería propuestas o sugerencias de medidas preventivas, aunque sea a nivel individual

  • A
    Alexander

    El mundo está en desorden debido al continuo aumento de la población mundial, especialmente en los paises subdesarrollados, y a un sistema económico global que está basado en la emisión de dinero sin respaldo del oro (es decir, el dinero "fiat") que ha provocado un aumento imparable de las deudas públicas de la mayoría de los estados. El crecimiento económico global debe ralentizarse, o incluso detenerse, durante algunas décadas y, al mismo tiempo, debe empezar a reducirse la población mundial para que se pueda establecer un sistema ecológicamente sostenible tanto en la producción de energía como en la producción de alimentos, que deberá estar basado en la agricultura y no en la ganadería.

    • H
      Hispanicus

      Dé ejemplo y empiece la reducción de población por usted mismo.

  • V
    vallecas

    "Fuerte deterioro que sufrimos"
    ¿Con respecto a qué, a cuándo? Es un término comparativo.

    Con respecto a la corrupción España me parece un caso particular. No hay una corrupción generalizada como podemos ver en las películas, que en ·todo" y para todo hay que ir soltando unos billetes.

    La corrupción generalizada y grosera está en la política, en los gobiernos, en los partidos. Es absolutamente vergonzoso.