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Opinión

Ese antisemitismo estúpido

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en la manifestación por Palestina
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en la manifestación por Palestina Twitter


Mujeres y hombres vemos el mundo desde puntos de vista completamente diferentes. En el caso de las mujeres, porque sabemos que las libertades y la igualdad básica entre ambos sexos son logros recientes de los que solo disfrutamos una parte pequeña de la población femenina, que justamente coincide con el Occidente de cultura romana primero y judeocristiana después. Fueron los abuelos de las que se manifestaban por Hamás en Madrid los que dieron el gran paso adelante. Hombres educados en la posguerra que supieron darse cuenta de que la única garantía de independencia vital que podían darles a sus hijas era la que se conseguía con una buena educación y capacitación profesional que les permitiera mantenerse por sí mismas. Las mandaron a la universidad de forma generalizada por primera vez, y por primera vez también las dejaron salir solas, irse de fin de semana, escoger su vida, cosas que jamás se habían hecho antes, en un tiempo sin móviles en el que una vez cerrada la puerta se quedaban sin saber que iba a pasar con ellas ni qué peligros podían correr.

Los hipercontroladores padres actuales, tan enganchados a sus hijos por toda clase de medios en cuanto salen de casa, no pueden ni imaginar esa sensación. Yo, que me beneficié de ella muy pronto, tampoco puedo ni imaginarla desde que me hice adulta y pude contemplarme tal y como yo era a los dieciocho años con los ojos de mis padres. Aún así, con miedo, a trompicones, nos dejaron volar.

Es curioso que la única posibilidad que tiene un homosexual palestino de vivir en libertad es en Israel, el faro de la civilización de la zona, el enemigo que sin embargo acoge uno por uno a los que le necesitan


Tampoco pueden ver el mundo como los hombres heterosexuales los componentes de la comunidad LGTBI. Ser homosexual hoy sigue constituyendo un peligro de muerte en muchos países, como en Irán o en la propia franja de Gaza, donde está prohibido. Casos como el del joven homosexual palestino Ahmad abu Marhia, que huyó a Israel tras revelarse su orientación y fue decapitado en Hebrón al volver, dos años después, a Palestina, no son extraños. Es curioso que la única posibilidad que tiene un homosexual palestino de vivir en libertad es en Israel, el faro de la civilización de la zona, el enemigo que sin embargo acoge uno por uno a los que le necesitan.
Es la razón por la que se hace más difícil aceptar la complicidad absoluta de la extrema izquierda con un régimen que oprime a las mujeres y a la comunidad gay. No se comprenden esas condenas tibias, seguidas siempre de la justificación de la violencia que las neutraliza. Todos sabemos que en las frases adversativas lo único que importa es lo que llega detrás del PERO. Sentimos la muerte de los jóvenes, PERO. No estamos a favor en general de decapitar bebés y arrancar a niños de los brazos de sus madres, PERO. La violación sistemática de mujeres como arma de guerra mal, PERO. En su antisemitismo disfrazado de antisionismo, la falta de empatía con las víctimas es total y no se molestan en disimularlo. Sorprende también que ilustres líderes de la comunidad LGTBI, que no podrían pasar ni cinco minutos en Palestina sin necesitar urgentemente a  un equipo de extracción israelí que los liberara, ataquen con esa rabia a los únicos que los defienden y los respetan en esa torturada área del mundo. Tanto odio es inexplicable. Algo debe de haber de rabia y envidia ante la excelencia, de resentimiento ante un pueblo que se defiende tozudamente y no está dispuesto a perecer, saltándose todas las directrices del relato que la extrema izquierda antisemita les quiere hacer tragar. Y qué quieren que les diga, hacen bien.

Que las alegres chicas de Igualdad apuesten por el país que las oprimiría no deja de tener su siniestra lógica interna después de ser responsables de la ley que ha bajado las penas a los delincuentes sexuales

Israel, en contra de lo que proclama la propaganda de izquierda, está actuando con exquisita prudencia. Podrían entrar en la Franja a sangre y a fuego pero no lo hacen. Eso sí, se defienden y se defenderán siempre, porque están en todo su derecho de hacerlo y porque su país está en juego. Las mujeres libres presenciamos las declaraciones de la cúpula de Sumar y adyacentes podemitas con estupor. Que las alegres chicas de Igualdad apuesten por el país que las oprimiría no deja de tener su siniestra lógica interna después de ser responsables de la ley que ha bajado las penas a los delincuentes sexuales y ha puesto en la calle a violadores y pederastas en un goteo tan incesante como Insoportable. la propia Judith Butler, creadora de la teoría de género y madre espiritual de las Pams de la vida, lo expresó claramente en 2006 al declarar que había que apoyar a Hamás o por lo menos comprenderlos, porque son parte integrante de la izquierda global. Les pase lo que les pase a las mujeres y homosexuales. Y es que, en el fondo, les da igual. Ellos están a lo suyo, a medrar con el menor esfuerzo posible en las cómodas estructuras de poder  de Occidente.
Si Yolanda Díaz, Mónica García, Irene Montero, Rita Maestre y tantas otras como ellas fueran palestinas, no podríamos distinguirlas en una foto. Privadas de su libertad indumentaria, veladas a la fuerza, no sabríamos quienes de ellas son las que engañan a las demás en la espiral de traiciones y venganzas que es el mundo femenino de la extrema izquierda española. La pobre Yolanda además, sufriría el doble castigo de no poder lucir su infinita variedad de bucles, trenzas, moños y coletas, ocultos bajo el velo que la igualaría a todas, a ella, que es tan especial y extraordinaria.
Lo que más molesta de esta incapacidad para denuncia el Horror no es la maldad, sino la estupidez. Porque las mujeres en general no somos estúpidas. Claro que aquí estamos hablando de mujeres escogidas para mandar por determinados hombres. Y eso, por desgracia, lo explica todo

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • ¡Anda! ¡Qué akelarre tan estupendo nos hemos perdido por el sólo hecho de que haya sido Ignacia, y no Ignacio, la que ha traído a colación los lazos, trenzas, bucles, moños y coletas de la vicepresidenta!

    Yo me voy a permitir andar por el filo de la navaja y voy a mencionar una cosa más que quedaría oculta por el velo: los mohines. Aunque siempre podría lucirlos en la intimidad del hogar, ¡donde la mujer musulmana es reina!

  • N
    NormaDin

    Viendo y oyendo al personal circomunista lo que resulta insoportable es haber votado alguna vez a esos tontainas que les precedieron en su enfermedad mental.

  • V
    Vayatoalla

    Quisiera recordarle a la “periodísta” que los palestinos también son semitas. Por otro lado, por mucho que me repatee podemos, en este caso están en el lado correcto de la historia.

  • M
    Mazarino

    Ignorantes Indocumentadas VacÍas De Cerebro ,necias,ignaras,berzotas ,parÁsitas Y Con Mucha Mala Baba.
    Mostrencas De La Vida Que Nos EstÁn Timando A Costa De Su Democracia

  • N
    Naviero

    Totalmente de acuerdo con en el artículo aunque discrepo del titular. No es un antisemitismo estupido, es criminal, es de odio, y muy pensado para favorecer su propio interés.

  • S
    Susanam

    Es muy fácil descalificar y muy difícil pensar. Qué pasa con las resoluciones de la onu contra Israel?

    • W
      Wesly

      El 29 de Noviembre de 1947 la Asamblea Plenaria de la ONU aprobó por una abrumadora mayoría (33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones) la partición del Mandato Británico de Palestina estableciendo dos zonas diferenciadas para judíos y para palestinos.

      Los judíos aceptaron la partición pero los palestinos no porque pretendían echar a los judíos al mar ya que no reconocían el derecho de Israel a existir, y, con el apoyo de los países árabes de la región, (Egipto, Jordania, Siria, Yemen, Arabia Saudí e Irak) iniciaron una guerra contra Israel para destruir al recién creado estado Judío. No era la primera vez que lo intentaban: en 1941 el gran mufti de Jerusalem Amin al-Husyni, líder de los árabes de Palestina, se alió con la Alemania nazi para que Hitler le ayudara a exterminar a los judíos.

      A pesar de la gran superioridad numérica de los árabes, la guerra la ganó Israel.

      A dia de hoy numerosos países árabes ya reconocen a Israel, pero otros no, siguen pretendiendo destruirlo. En ello están el Irán de los ayatolás, Hamas, Herzbolá y otros grupos terroristas.

      Palestina podría ser perfectamente un país próspero, independiente, si reconociera el derecho de Israel a existir. Pero no les da la real gana, en parte, creo yo, porque, con la situación actual, sus dirigentes se pueden embolsar tranquila y fraudulentamente las generosas ayudas dirigidas desde Occidente a Palestina.

    • A
      arturo moreno

      Tal vez no te has dado cuenta que las resoluciones de la ONU, aparte de la de 1947, han salido después de que Israel se defiende como en la Guerra de los Seis días o en la Guerra del Yom Kipur, por ejemplo; nunca salen cuando los árabes atacan; hoy mismo estamos esperando la Resolución por el ataque terrorista de Gaza contra Israel de hace dos semanas.

  • A
    arturo moreno

    Es que a los hombres y a las mujeres de extrema izquierda le importa un pito la suerte de las demás mujeres y homosexuales; ellos, ellas y elles solo les interesan en casos mediáticos cuando les sirven de propaganda a sus chiringuitos para cobrar las subvenciones. El caso de la niña en Valencia por el marido de Mónica Oltra es sangrante.

  • J
    José

    ¡Enhorabuena por el artículo! Impecable, como siempre

  • V
    vallecas

    Yo estoy aterrorizado con lo que veo, con la actitud de mis vecinos.
    ¿Cómo es posible defender a los que de forma DELIBERADA han asesinado a niños? ¿Cómo es posible que no haya voces que digan aquello de "estos no nos representan?

    Pues ahí están. Ni siquiera piden castigo individual para los criminales. Impunidad absoluta.
    Cuando los asesinos de Hamas vean el apoyo que reciben tras matar a bebés, deben "alucinar" . Un pueblo que no reacciona con "rabia" tras esto no merece vivir, pensarán.

    • V
      Vayatoalla

      Al parecer los miles de niños palestinos asesinado por el sionismo religioso, no importan a nadie.