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Ciencia

Las aves están poniendo sus huevos antes por culpa del cambio climático

Las aves han adelantado la puesta de huevos en un promedio de 25 días, según un estudio que compara las puestas actuales con las recogidas hace cien años.

Un cajón de las colecciones de huevos del Field Museum. Bill Strausberger

Un nuevo estudio muestra que muchas especies de aves están anidando y poniendo huevos casi un mes antes que hace cien años. Al comparar observaciones recientes con huevos centenarios conservados en colecciones de museos, los científicos pudieron determinar que aproximadamente un tercio de las especies de aves que anidan en Chicago han adelantado la puesta de huevos en un promedio de 25 días. Y hasta donde los investigadores pueden decir, el culpable de este cambio es el cambio climático.

Los análisis, que se basan en la comparación de puestas actuales con los datos del archivo histórico de huevos del Museo Field de Historia Natural de Chicago, mostraron una tendencia sorprendente: entre las 72 especies para las que había datos históricos y modernos disponibles en la región de Chicago, alrededor de un tercio anidaba cada vez más temprano. Entre las aves cuyos hábitos de anidación cambiaron, estaban poniendo sus primeros huevos 25,1 días antes que hace cien años.

En busca de las causas

Además de ilustrar que las aves están poniendo huevos antes, los investigadores buscaron una razón. Dado que la crisis climática ha afectado dramáticamente tantos aspectos de la biología, los investigadores consideraron el aumento de las temperaturas como una posible explicación para la anidación anterior. Pero los científicos encontraron otro inconveniente: no hay datos de temperatura consistentes para la región que se remonten a ese momento. Entonces, recurrieron a un indicador de la temperatura: la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

“No pudimos encontrar una sola fuente de datos de temperatura a largo plazo para el Medio Oeste, lo cual fue sorprendente, pero se puede aproximar la temperatura con los niveles de dióxido de carbono, que están muy bien documentados”, asegura John Bates, autor principal del estudio que se publica en la revista Journal of Animal Ecology. Los datos de dióxido de carbono provienen de una variedad de fuentes, incluida la composición química de los núcleos de hielo de los glaciares.

La cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera a lo largo del tiempo se mapea claramente en tendencias de temperatura más grandes, y los investigadores encontraron que también se correlacionaba con los cambios en las fechas de puesta de huevos. “El cambio climático global no ha sido lineal durante este período de casi 150 años y, por lo tanto, es posible que las especies no hayan adelantado su fecha de puesta de manera no lineal también. Por lo tanto, incluimos tendencias lineales y no lineales en nuestro modelo”, dice Mason Fidino, ecólogo y coautor del estudio. “Descubrimos que los datos simulados eran muy similares a los datos observados, lo que indicaba que nuestro modelo hizo un trabajo decente”.

La clave: la abundancia de insectos

Los cambios en la temperatura son aparentemente pequeños, solo unos pocos grados, pero estos pequeños cambios se traducen en la floración de diferentes plantas y la aparición de insectos, cosas que podrían afectar la comida disponible para las aves. “La mayoría de las aves que observamos comen insectos, y el comportamiento estacional de los insectos también se ve afectado por el clima. Las aves tienen que cambiar sus fechas de puesta de huevos para adaptarse”, sostiene Bates.

Y aunque las aves que ponen sus huevos unas semanas antes pueden parecer un asunto menor en el gran esquema de las cosas, Bates señala que es parte de una historia más grande. “Las aves en nuestra área de estudio, más de 150 especies, tienen diferentes historias evolutivas y diferentes biologías reproductivas, por lo que todo se trata de los detalles. Estos cambios en las fechas de anidación podrían hacer que compitan por alimentos y recursos de una manera que no solían hacer”, dice. “Hay todo tipo de matices realmente importantes que debemos conocer en términos de cómo los animales están respondiendo al cambio climático”.

El valor de las colecciones de huevos

Además de servir como advertencia sobre el cambio climático, Bates dice que el estudio destaca la importancia de las colecciones de los museos, en particular las colecciones de huevos, que a menudo están infrautilizadas. “Hay 5 millones de huevos en colecciones de todo el mundo y, sin embargo, son muy pocas las publicaciones que utilizan las colecciones de huevos de los museos”, recuerda Bates. "Son un tesoro de datos sobre el pasado y pueden ayudarnos a responder preguntas importantes sobre nuestro mundo actual”.

Ann McLellan Bigelow trabajando en las colecciones de huevos del Field Museum en 1951 |John Bayalis, Field Museum

“Las colecciones de huevos son una herramienta fascinante para que aprendamos sobre la ecología de las aves a lo largo del tiempo”, recalca Bates. “Me encanta el hecho de que este documento combine estos conjuntos de datos más antiguos y modernos para observar estas tendencias durante aproximadamente 120 años y ayudar a responder preguntas realmente críticas sobre cómo el cambio climático está afectando a las aves”.

Viejos huevos en cajitas

Bates se interesó en estudiar las colecciones de huevos del museo Fields de Chicago después de editar un libro sobre huevos. “Una vez que conocí nuestra colección de huevos, me puse a pensar en lo valiosos que son los datos de esa colección y cómo esos datos no se replican en las colecciones modernas”, dice.

Una nidada de huevos en la colección del Field Museum de 1897 | Field Museum

La colección de huevos en sí ocupa una pequeña habitación repleta de gabinetes del piso al techo, cada uno con cientos de huevos, la mayoría de los cuales fueron recolectados hace un siglo. Los huevos en sí (o más bien, solo sus cáscaras limpias y secas) se almacenan en pequeñas cajas y se acompañan de etiquetas, a menudo escritas a mano, que dicen a qué tipo de ave pertenecen, dónde están, de dónde proceden y el día en que fueron recogidos.

“Estas primeros recolectores de huevos eran historiadores naturales increíbles, para hacer lo que hicieron”, subraya Bates. “Realmente tienes que conocer a las aves para poder salir y encontrar los nidos y hacer la recolección”. "Estaban muy sintonizados con el momento en que las aves comenzaban a poner huevos y, en mi opinión, eso conduce a fechas muy precisas de cuándo se pusieron los huevos".

Referencia: Climate Change Affects Bird Nesting Phenology: Comparing Contemporary Field and Historical Museum Nesting Records (Journal of Animal Ecology) DOI 10.1111/1365-2656.1368 

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