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Internacional

Locura en Argentina por los cromos del Mundial: colas eternas e intervención estatal

Lo que comenzó con una carestía de cromos de Qatar 2022 ha terminado convirtiéndose en un asunto de Estado, con la intervención del Gobierno incluida

La crisis de las 'figuritas' en Argentina se ha convertido en asunto de Estado. La fiebre por completar el álbum de cromos del Mundial de Qatar 2022 ha llegado a los más altos niveles gubernamentales. ¿El motivo? Que los argentinos están desesperados por comprar sobres de 'figuritas', como allí son conocidas, pero hay una gran carestía: las colas a las puertas de los quioscos son habituales y no hay una solución posible.

La crisis ha hecho que incluso quiosqueros y aficionados a las figuritas se hayan manifestado a las puertas de la fábrica de Panini en Argentina, que no da abasto para tanto pedido. Las acusaciones, en este sentido, son cruzadas: mientras que la compañía señala que no hay escasez, sino un aumento de un 18% de la demanda, los quiosqueros acusan a la empresa de haber favorecido a gasolineras, apps o supermercados como distribuidores, lo cual les afecta cuando el producto no les llega.

En respuesta a las manifestaciones, la compañía italiana ha aumentado la producción, aunque no ha cambiado la situación de las 'figuritas' en Argentina. La importación desde países menos futboleros, como Colombia, que no se ha clasificado para Qatar 2022, tampoco es posible, dadas las restricciones que posee Argentina para traer productos del extranjero.

El aumento de demanda se ha dado por dos motivos: en primer lugar, Argentina lleva 33 partidos invicta, por lo que las expectativas de que la selección gane el Mundial son cada día más altas. Además, Messi ya ha anunciado que "seguramente" el de Qatar será su último campeonato del mundo, por lo que no habrá más álbumes que lleven su 'figurita'. La coctelera idónea para desatar la locura en el país más futbolero del planeta por unos cromos que no terminan de llegar a los quioscos.

La falta de cromos, asunto de Estado

La crisis ha sido tal que Matías Tambolini, Secretario de Comercio de Argentina, se tuvo que enfrentar a la reunión más surrealista de su carrera política: tuvo que sentarse a la mesa junto a diversos empresarios del sector para tratar de solucionar el problema desatado por la ausencia de cromos del Mundial de Qatar.

Porque la ausencia de 'figuritas' ha sacado a relucir la picaresca de algunos argentinos. A raíz del problema, ha surgido un mercado alternativo donde conseguir estos cromos, aunque realizar una compra ahí es mucho más caro que en el quiosco: los sobres superan ampliamente los 150 pesos (precio recomendado por el fabricante). Algunos, directamente no inflan los precios, sino que introducen en el mercado negro falsificaciones a precio de oro. Al fin y al cabo, algunos cromos como el de Lionel Messi tienen un precio equivalente al de diez sobres: unos diez dólares en un país donde el salario mínimo interprofesional se sitúa en los 280 dólares.

La crisis desatada por la ausencia de 'figuritas' ha hecho que incluso un abogado argentino haya denunciado a Panini. Según informa La Nación, el letrado Osvaldo Perello ha demandado a la compañía y le pide 15 millones de pesos argentinos por cometer "al menos 18 irregularidades que afectarían a la Ley de Defensa del Consumidor Nacional y Provincial".

La insólita situación ha hecho que incluso algunos cómicos hagan humor con la situación. Es el caso de Jero Freixas, que llevan más de un mes narrando la situación en sus redes sociales. Por ejemplo, gastó 88 dólares en 'figuritas' en El Salvador ante la escasez de cromos que había en su país. La realidad es que el álbum de cromos de Qatar 2022 se ha convertido en un asunto de interés estatal pese a que el mayor perjuicio que puede causar es dejarlo inacabado.

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  • F
    Fernandoo

    No me extraña que haya tantos psiquiatras en Argentina o argentinos.

  • Y
    Yomismo

    Con esta tonterías y otras de similares características asi les va a los argentinos, en lugar de preocupar por otras cosas más importantes.