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La Fórmula 1 se pasa a la escudería de la sostenibilidad. Y es que en un mundo cada vez más ocupado y preocupado por el cuidado del planeta, el motorsport más seguido y que mayores pasiones despierta a lo largo y ancho del globo, con unas audiencias televisivas de más de 1.500 millones de espectadores en 2021, no puede ser ajeno a la revolución global de la descarbonización. De hecho, su experiencia, sus materiales y el conocimiento y nivel de preparación de sus profesionales sitúan a la Fórmula 1 en una posición de privilegio para liderar esa transición hacia un mundo libre de emisiones de CO2, no solo para la competición de monoplazas, sino para el sector del automóvil en general. Y todo sin que este deporte pierda ni un ápice de su principal valor: el espectáculo.
La tecnología y la innovación son los principales aliados en los que se apoya la Fórmula 1 para lograr el ambicioso objetivo de alcanzar un modelo sostenible basado en la NetZero. Pero también en su alianza con Banco Santander, que ha vuelto a la competición como patrocinador de Ferrari para impulsar la lucha contra el cambio climático.
La tecnología y la innovación son los principales aliados en los que se apoya la Fórmula 1 para lograr el ambicioso objetivo de alcanzar un modelo sostenible basado en la NetZero
Desde hace años las grandes inversiones que los promotores de este deporte realizan en investigación no van únicamente destinadas al desarrollo competitivo de los coches, sino que, cada vez más, están orientadas a lograr reducir sus emisiones.
Fruto de ese trabajo, los monoplazas de Fórmula 1 ya son un 30% más eficientes respecto a 2014. En el horizonte próximo, la competición trabaja en un nuevo motor neutro en emisiones de carbono que funcionará con combustible sostenible avanzado. Sus responsables confían en que este desarrollo esté presente en todos los circuitos en los que se celebran los Grandes Premios en 2025.
La Fórmula 1 es un deporte acostumbrado a testar sus avances inmediatamente en la pista, a través de sus pilotos, para que, de esta forma, se puedan aportar valiosos inputs que permitan introducir mejoras. Este es el caso también de los desarrollos en sostenibilidad. Pilotos de primer nivel, como las estrellas de Ferrari, prueban todas las innovaciones técnicas de la mítica escudería “como parte íntegra de un coche de Fórmula 1”, resume el español Carlos Sainz. Y es que, tercia su compañero de equipo, el monegasco Charles Leclerc, “la eficiencia de los coches de F1 hoy en día es una locura absoluta, pero creo que en todo el deporte se está impulsando la sostenibilidad a un nivel superior”.
Banco Santander se ha convertido en un partner fundamental en este viraje sostenible de la Fórmula 1. La entidad ha regresado este año a la Fórmula 1, retomando su relación que durante siete años le unió a la escudería italiana. Pero, en esta ocasión, esa vinculación da un paso más al convertirse no solo en el sponsor principal de Ferrari para la competición, sino poniendo a su disposición una amplia gama de soluciones que contribuyan a conseguir sus planes de ser neutra en emisiones de carbono en 2030. Además, el objetivo compartido de ambas enseñas es teñir de verde esta industria y contribuir a la transición ecológica de todo el sector automovilístico.
Banco Santander trabaja para impulsar el cambio hacia un planeta más sostenible a través de distintas políticas e iniciativas, un compromiso que traslada a distintos campos de actuación. Su tradicional conexión con la Fórmula 1 no solo le brinda la oportunidad de contribuir a descarbonizar uno de los sectores más asociados a las emisiones de CO2, sino que, gracias a la proyección mediática de este deporte, le permite multiplicar el alcance de sus esfuerzos en sostenibilidad, llegando a más personas en todos los rincones del planeta.
Banco Santander pone a disposición de Ferrari una amplia gama de soluciones tecnológicas para ayudarle a ser neutra en emisiones de carbono en 2030
En palabras de George Bridges, asesor principal de Ana Botín, presidenta de la entidad, “si colocamos las prácticas empresariales sostenibles en el centro de nuestro modelo de negocio podemos marcar una verdadera diferencia, no solo en el mañana sino para las generaciones futuras”.
Pero Santander no colabora solo con Ferrari, sino que también lo hace estrechamente con Formula One Management (FOM), propietario de la F1. Las tres entidades están alineadas y comparten valores y objetivos en cuanto a impulsar la lucha contra el cambio climático. Una colaboración que acelera la reducción de las emisiones de CO2 en un deporte que tradicionalmente había estado asociado a lo contrario, pero que hoy está en posición de liderar la carrera hacia la sostenibilidad.